cap. (12) cruzar.

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Justo cuando estuve al borde del colapso, apareció mi padre, su rostro no reflejaba preocupación así que con notable razón me tranquilice.

- ¿Qué sucedió? - pregunte.

A lo cual mi padre responde:

- Hubo un pequeño inconveniente con las factura de la laptop, fue un proceso lento para verificar que si era real, por poco pensaban que era falsa lo cual sería un considerable problema. Todo se solucionó ya podremos irnos - .

Mi madre interviene diciendo:

- Muy bien hay que irnos, ya estamos atrasados con este inconveniente -

Todos agarramos rápidamente las maletas y nos subimos al vehículo

Luego de unos largos 40 minutos, aunque suene exagerado fueron muy extensos ese lapso de tiempo, la temperatura alta también fue una de las causantes que sintiera que desde la alcabala anterior, percibiera que había pasado mucho tiempo, más de lo que realmente paso.

Nos aproximamos a las alcabalas de los habitantes, - Muy bien espero que la chica nos ayude a pasar - pensé yo antes de llegar a las alcabalas siguientes.

Pasamos aproximadamente 8 alcabalas de los ya mencionados, en unas pagamos y otras no, pero al menos no nos fue tan mal en esta parte como pensaba.

- Mira ahí, ya estamos por llegar a la frontera - .
Me indico mi madre.

Wau ya estamos por cruzar, de esto tanto habla, ya definitivamente se cerraba este ciclo para iniciar uno nuevo, en un nuevo país, ya debía poner todos mis sentidos en modo alerta y poner atención a todo. Aunque al país que me dirigía hablan el mismo idioma, igual debía estar atento ya que de seguro existirían palabras coloquiales que serían desconocidas.

Ya por primera vez estaría en territorio completamente desconocido por efecto me convertiría en un extranjero, claramente ya no hay vuelta atrás este viaje no se detiene, oficialmente ya estaba por la mitad de este pesado viaje, mientras pensaba tantas cosas.

- ¡¡Ay!! -

Exclame con mucha queja.

Era mi abuela que me dio un pellizco para que reaccionara - ya llegamos - dijo me abuela.

- A bajarse - indico mi padre.

Tomamos todas nuestras maletas para bajarnos lo más llegamos a la frontera, un chico con una carretilla de 2 ruedas se acercó para ayudarnos con nuestras maletas, claro a cambio de un poco de dinero a lo cual accedimos.

Luego enseguida se acercó un señor, delgado de piel morena con cabello lleno de canas, aparentemente el señor ayuda a las personas que van llegando a cruzar la frontera.

Hagamos un pequeño paréntesis en este punto antes de continuar con este capítulo:

(Sucede que como planteé en capitulo iniciales, en mi país una de los tantas complicaciones que existen son las dificultades con los tramites de pasaporte, tanto por falta de material como por ser denegados por el gobierno y aunque este viaje fue por tierra también se debe presentar el pasaporte para cruzar legalmente la frontera, debido a esta problemática desde hace un par de años se ha pasado por esta frontera de forma ilegal tratándose esto bien sea caminando o con vehículo para rodear la frontera por un camino de tierra y para completar pasar por mas alcabalas de los habitantes, aunque fuese esto ilegal, al país al que me dirijo no expulsaban a las personas que entran por este método, de hecho este país formulo unos permisos especiales de permanencia para la estadía legal de todos los que venimos de mi país, ya que este país vecino conoce la condición de mi país. ¿A qué voy con esto? A que mi familia junto a mi nos tocaba pasar de esa forma ilegal, por la ausencia de nuestros pasaportes, de lo contrario si no existirá este método muchos estuviéramos aún atrapados en esta terrible situación en mi nación)

Cerramos este paréntesis y continuemos con el capítulo:

- Ya sabía que nos tocaba hacer, ya mis padres me habían explicado como cruzaron la frontera y supuse que nosotros haríamos lo mismo -. consideraba dentro de mí.

El señor directamente nos propuso una manera distinta para pasar a frontera, por supuesto a cambio de dinero. Su propuesta fue hacernos pasar por pequeñas casas que estaban a un lado no tan lejos de la frontera, muy cerca diría yo a menos de 100 metros se encontraban, nos quería hacer pasar por ahí tanto para beneficios de nosotros como para él, ya que nosotros le daríamos dinero a cambio y nos evitaríamos pasar por el otro camino que tardaríamos unos 30 minutos siendo esto muy fatigoso. Aprobamos la oferta del señor y nos fuimos con él. Cruzamos por esas casas, era como una especie de una vereda a la cual no tuvimos problemas al pasar con el permiso del señor.

Ya estábamos de otro lado, ya nos encontramos en un nuevo territorio al fin ya era como las 3:00 de la tarde pero ya dimos el paso más importante, cruzar la frontera.

Debíamos tomar de ahí un vehículo que nos llevara al terminal de pasajeros más cercano.

Mi padre hablo con un chófer y enseguida nos subimos al vehículo, este vehículo de color rojo tenía sus peculiaridades, era pequeño me sentía un poco apretado ya que estábamos en la parte de atrás mi madre, mi abuela y mi hermano menor en mis piernas, no poseía aire acondicionado este vehículo, al menos los vidrios de la ventana podían bajar, además tengo entendido que el terminal de pasajeros quedaba a unos 10 minutos.

Yo estaba del lado de la puerta derecha observando por la ventana todo, era un simple paisaje de césped algo abandonado pero aun así lo prestar atención mientras avanzábamos, a su vez un cálido viento rosaba mi rostro lo cual fue muy refrescante - Lo necesitaba - exclame dentro de mi, en eso de repente el vehículo dio freno inesperadamente.

Suspire y me estremecí.

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