Cap. (10) Ahora sí, un paso más cerca.

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Sí que era grande ese puente, ya había escuchado hablar del pero nada como verlo en persona, baje el vidrio de la ventana que estaba a mi lado para poder detallar la perspectiva que se podía contemplar desde el punto donde me encontraba.

Este puente fue construido hace un poco más de 60 años pero su aspecto era como lo fueran estrenado ayer, construido sobre un gigantesco lago que parecía no tener fin, a lo lejos podía notar como el lago se conectaba con el mar haciéndose ver como un inmenso azul de manera que aparentaba no tener fin.

Mientras pasábamos por ahí pensaba en la cantidad de personas que han pasado por aquí, tanto de regreso como de ida a un gran viaje.

Baje mirada y me sorprendí al ver pequeñas canoas con un par de personas pescado, no imaginaba que este inmenso lago podrían pescar, era varias canoas que allí estaban tratando de capturar algún pes.

Ya se empezaba a terminar el puente y nos empezamos a adentrar entre la ciudad que estaba del otro lado. Seguí mirando y observando esta ciudad la cual nunca había estado, me pareció agradable al menos hasta donde alcance a ver.

De pronto vi una aviso que indica que ahí era el terminal de pasajeros, en ese instante el chófer cruzo para dejarnos ahí, puesto que hasta este punto le correspondía llegar.

Nos vamos con todas nuestras maletas y increíblemente hacia un terrible calor, ya había escuchado comentarios sobre la temperatura aquí siempre era muy alta y en ese momento confirme esas palabras.

- ¿Ahora qué? - Preguntaba yo

- Esperen aquí - indico mi padre

Salió y se dirigió a un par de vehículos que estaban a unos 30 metros de nosotros más o menos, mientras el conversaba con los chóferes, nosotros nos estábamos derritiendo de calor metafóricamente hablando, casi que por cada 2 segundos salía una nueva gota de mi cuerpo.

Ojala y tenga aire acondicionado el vehículo que nos vaya a llevar - exclamo esperanzada mi madre.

- Ahí viene mi papi - dijo mi hermano.

- Vámonos - expreso mi padre mientras agarro 2 maletas.

Enseguida todos nos empezamos mover tomando el resto de maletas y bolsos, caminamos detrás del el guiándonos al vehículo que nos iba a llevar.

Cuando vi ese vehículo, dije dentro de mí:

- ¿Es este? - Mientras fruncí el ceño.

Dicho vehículo era un modelo algo antiguo, desgastado de color amarillo, el parabrisas estaba un poco roto de lado izquierdo y ha de suponerse que no tenía aire acondicionado de tan solo verlo se podía deducir.

Realmente no importaba su aspecto, me daba igual, solo que me asombre un poco al compararlo con el vehículo anterior.

Guardamos nuestras maletas en la maletera valga la redundancia, dato curioso que pude ver de ese vehículo era que su maletera se abría introduciendo un destornillador en un hueco y dándole un par de golpes. Cuando vi esta forma tan particular de abrir la maletera dije dentro de mí

- Wau que sistema de seguridad tan sofisticado -.
Luego le dije los mismo a mi abuela que también había notado lo mismo que yo.

Ambos reímos mientras nos dirigíamos a montarnos en este vehículo. Los asientos estaban algo rotos, pero al menos estaban cómodos siendo sinceros.

Al subir mi padre y antes de que subiera el chófer nos dijo a nosotros:

- sé que no es el mejor vehículo lo que pasa es que este es el único que nos puede llevar hasta la frontera, el próximo llegara dentro de 4 horas, si esperamos nos atrasaríamos mucho, y el clima aquí no es muy agradable -.

Todos nos quedamos en silencio y mi madre intervino:

- No te preocupes amor - Mientras sonreía.

En ese momento subió el chófer, dicho chófer un adulto, pasado de peso y no muy bien presentado, incluso note un par de huecos en su camisa por un costado de su espalda, sin embargo el chófer inspiraba confianza a pesar de todo.

Cuando el chófer fue a prender el motor del vehículo este no encendía y la verdad no me sorprendió, luego de unos varios intentos este logro encender y sonaba con mucha potencia el motor del mismo, y como era de esperarse no tenía aire acondicionado y para completar la ventana de la puerta derecha no bajaba.

Empezamos a avanzar, y yo como de costumbre empecé a observar el ambiente rural que me rodeaba. Pude notar muchas empresas abandonas y ha de suponerse que fueron empresario que decidieron abandonar su acciones y negocios en este país, por claros razones obvias.

Ya cuando empezamos a tomar carretera, ya saliendo de la ciudad no había mucho que mirar, era una carretera de asfalto que solo estaba rodeada de casas humildes con personas considerablemente pobres incluso algunas se podían notar que aún mantenían su cultura originaria del lugar.

Mientras que avanzábamos mi padre nos explico

- Esta es la parte más pesada del viaje, hay muchas partes donde tendremos que bajarnos del vehículo ya que hay policías naciones y estatales nos van a pedir nuestra tarjeta de identidad, además van a revisar nuestras maletas, esto lo hacen a todas las personas que van por esta vía para evitar que los individuos lleven ningún tipo de droga, alcohol o algún tipo de arma y todo aquello que fuese ilegal pasar de un país a otro -.

- Bueno que más se pude hacer, si hay que bajarnos varias veces hay que hacerlo - Exprese yo.

Luego pensé:

- Al menos no llevamos nada que sea ilegal, apenas llevamos lo que quedo de nuestra ropa y algunos que otros artículos del hogar, así que dudo que tengamos algún inconveniente con nuestras maletas y los policías - O al menos eso imaginaba yo -.

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¡¡Saludos!!

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