Desde siempre y para siempre [Harry Styles]

Capítulo 1: El mejor regalo

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|| Blair en multimedia ||

Narrador

Cheshire, diecisiete de agosto del 2010. 23:50 de la noche.

Blair caminaba nerviosa por su casa del árbol, Harry Styles, su mejor amigo, le había dicho que lo esperara ahí, ya que quería ser el primero en felicitarla. Blair movía los dedos nerviosamente, ya que tan solo faltaban diez minutos para las doce, y ya sería su cumpleaños. Estaba demasiado nerviosa, porque el año pasado, Harry le había dicho lo mismo, y su regalo, había sido el primer beso de ambos. No se habían vuelto a besar desde aquel dieciocho de agosto del 2009, pero tampoco se habían besado con otras personas, y eso les gustaba.

Harry no sabía que Blair se había enamorado de él con aquel beso, y Blair, no sospechaba nada sobre que Harry se había enamorado de ella, desde la primera vez que la vio sonreír. Ninguno de los dos quería dar el paso, ya que tenían una linda amistad desde pequeños, y no querían estropearla.

La morena se sentó sobre la cama que ella misma había puesto ahí hace dos años, cuando se peleó con su padre, y se fue a vivir a la casa del árbol por tres días.

Sus pies se movían ansiosamente, no soportaba más la espera, quería ver a Harry ya mismo, y como si el destino la hubiera escuchado, la puerta de la casita se abrió, mostrando los rulos de su castaño amigo.

— ¿Gatita? —Ella se levantó rápidamente.

—Hola, Hazza—Él entró del todo, y la miró fijamente.

—Feliz cumpleaños, gatita—El castaño se acercó a su mejor amiga, y la abrazó fuertemente por un largo tiempo.

—Muchas gracias, Hazza—Ese era el lugar favorito de los dos, estar abrazados sin que nadie los molestase.

Ambos se separaron, y se quedaron mirando fijamente. Harry sonrió, y Blair pensó que ese era su regalo, la sonrisa más increíble que había visto jamás.

De un momento a otro, Harry apoyó su frente sobre la de su mejor amiga, y la miró fijamente. Ambos estaban nerviosos, por la cercanía de sus caras. Harry levantó sus manos, y las puso sobre las mejillas de ella, proporcionándole unas suaves caricias.

El castaño inclinó un poco su cara, y le dio un beso en la comisura de los labios, haciendo que a la morena le diera un escalofrío. Luego, rozó sus labios con los de ella y susurró su nombre, eso hizo que los dos se estremecieran, y se les pusieron los pelos de punta. Ella notó que él temblaba, y se preocupó.

—Hazza, ¿te pasa algo? —Él la miró fijamente mientras acariciaba sus mejillas con sus dos manos.

—No, gatita, solo...Solo estoy preocupado por si mi regalo no te gusta, o no lo quieres... —

—Hazza...Nunca en la vida rechazaría algo que me dieras tú, deja el miedo, me va a encantar, te lo aseguro—Ella sonrió, y él recorrió con la mirada la cara de ángel de su mejor amiga. Se acercó, y depositó un beso en su nariz. Harry era muy propenso a besarla en la nariz, ya que le encantaba ver la cara de Blair, cada vez que lo hacía. Se separó un poco de ella, y la vio con esa sonrisa de medio lado que solo veía cada vez que la besaba ahí.

Harry metió una de sus manos en su bolsillo trasero, y sacó una cajita.

—Ten, gatita. Tu regalo— Blair estaba temblando un poco, ya que le ponía nerviosa toda la cercanía, y lo raro que notaba a Harry. Abrió la cajita, y dentro, había un colgante con un avión plateado, que tenía una H grabada.