Desde siempre y para siempre [Harry Styles]

Capítulo 8: La llamada de Caroline

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Después de terminarse unas cuantas copas, decidieron irse a bailar. Pero entonces, pusieron una lenta.

Blair puso sus manos en el cuello de Harry y apoyó su cabeza en su hombro. Harry agarró a Blair de la cintura y se movió lento al ritmo de la canción.

Estaban en silencio, escuchando la canción. Entonces Harry se quedó con un cacho de la canción concretamente.

Te besaré ahora, porque puede que mañana sea tarde

Sonrió y tiró de la cintura de Blair hacia atrás para que ella se separara. Blair lo miró extrañada, Harry la había separado.

¿No querrá que lo toque?

Pensaba ella entristecida.
Pero entonces, Harry puso su mano en el cuello de Blair y la acercó rápidamente hasta volverla a besar.

Cerraron los ojos y se dejaron llevar. Se besaban y no había arrepentimiento en ninguno de los dos. Estuvieron besándose hasta que se acabó la canción y empezó una más movida. Entonces, se separaron y fueron hacia la mesa donde estaban las bebidas, iban cogidos de la mano.
En toda la noche, no dejaron de beber y besarse, ambos habían echado muchísimo de menos los besos del otro.

La fiesta llegó a su fin, Harry y Blair estaban muy borrachos, Gemma los miraba negando con la cabeza

"No sabéis beber"

Les repetía de camino a casa.
Al llegar, entraron con algo de dificultad, pero Gemma los ayudó, tiró a su hermano hacia el sofá y llevó a Blair hacia su cuarto. La metió en la cama, y acto seguido, bajó a ayudar a subir a su hermano pequeño. Lo dejó en su cuarto y ella se dirigió al suyo. Se puso el pijama, se metió a su cama, y se quedó dormida al momento.

Blair sentía las manos de alguien sobre sus hombros, ella solo susurraba que la dejaran tranquila, pero entonces escuchó su nombre y abrió los ojos. Vio a Harry sonriéndole y se levantó de la cama.

— ¿Qué haces aquí? —

—Es que no podía dormir sin mi beso de buenas noches.

—Sh, si Gemma se despierta y te ve aquí se arma la de dios.

—Está frita, ni un terremoto la despierta, deberías de saberlo. Dame un beso y me voy.

—Está bien— Blair se acercó y le dio un beso rápido en la mejilla.

—En la mejilla no, tramposa—Harry hizo pucheros con la boca y Blair se rió. Entonces, se acercó y le dio un beso rápido—No, así no es.

—Entonc... —Harry la cogió rápidamente de la cintura y la calló con un beso. Jugueteó con su lengua un rato y le dio un mordisco en el labio.

—Así...Así es un buen beso de buenas noches— Blair se sonrojó y se volvió a meter en la cama.

—Ya vete a dormir—Harry se acercó y la volvió a besar. Blair ya estaba acostada, él se apoyó en ella evitando poner todo su peso sobre ella. Blair le acariciaba la espalda, provocando que a Harry se le pusieran los pelos de punta—Ya... —Decía ella entre besos. A él le costaba separarse, aparte de que estaba bebido y sus hormonas no ayudaban mucho, pero al final se separó un poco—Estoy muerta de sueño.

—Me voy, pero mañana seguimos eh.

—Si— Blair se echó a reír al ver la cara de cachorrito de Harry. Él se levantó dispuesto a irse, iba por la mitad del cuarto, cuando se dio la vuelta y corrió hacia Blair. Le dio un beso largo y después un montón cortitos.

—Ya, ya, ahora si me voy. Dios, eres tan adictiva que me cuesta irme—Le dio más besos cortos mientras se alejaba lentamente, hasta que ya se alejó del todo y salió rápido para no tentarse más. Ambos sonrieron y se durmieron felices.

Por la mañana, Blair se despertó pensando que todo el mundo estaría durmiendo, pero se equivocó, Harry era el único que dormía. Bajó y vio a Anne llena de harina por todas partes.

—Buenos días, Anne.

—Buenos días, pequeña.

— ¿Donde está Gemma? —

—Salió a correr hace un rato, según ella, tiene que bajar lo que engordó ayer—Ambas se rieron, y Blair se acercó más a Anne—Estoy haciendo galletas, ¿quieres? —

—Clar... —El teléfono de la casa comenzó a sonar proporcionándoles un susto, y haciendo callar a Blair.

—Cielo, ¿puedes contestar? Es que estoy llena de harina.

—Claro Anne, sin problemas.

—Gracias cielo— Blair sonrió y se dirigió al salón. Cogió el teléfono y se sentó en el sofá.

— ¿Si? —

—Hola, soy Caroline, ¿está Harry? —

—Está durmiendo.

—Oh, qué pena, tu eres Gemma, ¿no? Yo soy Caro, la novia de tu hermano—A Blair se le paró la respiración al escuchar eso. Un sudor frío le recorrió todo el cuerpo, los ojos se le aguaron, no se lo podía creer. Rápidamente se levantó del sofá, casi se le cayó el teléfono, pero lo logró atrapar a tiempo— ¿Hola? ¿Gemma? ¿Estás ahí? —

—Sí, sí, perdón, así que, ¿eres la novia de Harry? —

—Sí, me ha hablado mucho de ti y de tus padres, sois lo que más quiere.

—Oh, ya... ¿Sabes? Harry se acaba de despertar, no tarda en ponerse.

—Que bueno, gracias, hermosa— Blair sintió que su corazón se rompía, se hundía en la miseria, se sentía una estúpida, Harry la había besado teniendo novia, sintió que le volvió a fallar, que solo quiso jugar con ella.

¿Cómo pudo hacerme esto?

Pensaba ella mientras intentaba no llorar. Blair dejó el teléfono encima de la mesita y subió corriendo al cuarto de Harry.