Sin Secretos ᴼᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ |Yoonmin • Namjin • Taekook|

06

«Empezaba a caer en un pozo sin fondo, en donde el peor de los tormentos que me acechaban era la confusión. Mientras caía envuelto en una suave y fina seda llamada: dolor. »

—Park Jimin

Hoseok

Me removí en la cama, levantando mi brazo para poder abrazar a Jimin, pero no logré sentirlo a mi lado; en su lugar solo había un espacio vacío.

La puerta de la habitación estaba levemente abierta, me senté en la cama y observé que la luz del baño estaba apagada; él no estaba aquí.

—¿Jimin? —dije, mirando por todos lados, asegurándome de que en realidad me encontraba sólo en la habitación oscura.

Al no recibir una respuesta de su parte me decidí por salir de la habitación a buscarlo, porque pensé que tal vez podría sentirse mal.

Me puse mis pantuflas y salí del cuarto, pero todo estaba oscuro.

Bajé las escaleras de la casa con cuidado, la sala y la cocina estaban en completa oscuridad lo que me daba a entender que Jimin no se encontraba ahí.

Volví a subir las escaleras y caminé por los pasillos que llevaban a los cuartos de mis compañeros. Sin saber porqué mi cuerpo empezó a titiritar y sentí que la casa se volvía cada vez más oscura y fría.

Intenté entrar al cuarto de los demás pero no podía abrir las puertas y aunque las golpeaba ellos parecían no escucharme.

Por último, llegué a la puerta del cuarto de Yoongi. A pesar del miedo, una sonrisa se dibujó en mi rostro cuando pude abrir la puerta; pero él no estaba ahí, me empecé a sentir frustrado por no encontrar a nadie por ningún lado.

Me senté en la cama de golpe, sin poder evitar que las lágrimas aparecieran sobre mis mejillas.

—Chicos... —dije, en un hilo de voz, sintiendo mi corazón encogerse por el temor.

Me senté en la cama de la habitación vacía, mirando un lugar fijo de la pared. Mis manos temblaban y mis ojos llorosos me hacían ver todo borroso. Abrí los ojos sorprendido cuando a través de mi vista cristalizada logré divisar el cuerpo de uno de mis amigos.

—¿Hobi? —Yoongi me miró confundido, mientras sostenía la perilla dorada entre sus dedos.

—¡Hyung!

Me levanté con las intensiones de abrazarlo, pero en cuanto mi cuerpo tocó el suyo él desapareció por completo, como si solo se tratara de una ilusión.

Empecé a llorar con más fuerza, sintiendo el miedo y la desesperación correr por mis venas.

Desperté. Mi respiración estaba muy agitada.

—¡Yoongi!

Segundos más tarde, Jimin se sentó de golpe a un lado mío.

—¿Hoseok? ¿Qué pasa?

Jimin

Me desperté muy asustado al escuchar a Hoseok gritar, pero lo que más me sorprendió fue que gritó el nombre de Yoongi.

¿Qué tiene que ver él en sus sueños?

Me acerqué a él y me di cuenta que estaba temblando. Toqué su frente y no estaba caliente sino todo lo contrario. Tomé la manta y la puse en sus hombros, al ver que no dejaba de temblar lo abracé con fuerza.