For the love of a princess

274 34 8
                                    

~GILDA~

—¡Bravo!

La sala entera estaba de pie; sin embargo, yo aún me encontraba procesando lo que había sucedido. Nos habían recordado todo lo que vivimos en Neverland. Fuese bueno o malo.

Algo húmedo había caído en mi mano.

¿Lágrimas?

Al llevar mis manos a mi rostro lo confirmé. Estaba llorando.

—Fue... Increíble.

—¡¿Lo disfrutaste?! —Don no comprendía mi admiración. Estaba, al igual que yo, llorando, pero en contraste con mi persona, su llanto era debido a que se encontraba destrozado—. Yo recordé mil cosas que no deseaba... ¡Fue horrible!

—Me refiero a que nos hicieron recordar todo esto mediante la música. Emociones, recuerdos, pesadillas. Todo —confesé—. Es increíble que lo hayan logrado sin siquiera haber hablado.

—¡Pero no ha sido agradable! No tengo idea de lo que has recordado, Gilda, pero yo... yo recordé a Conny —tragó saliva con fuerza—. Recordé sus sonrisas, sus abrazos, los juegos y... Las pesadillas en las que la veía ser descuartizada para servir de alimento para demonios.

Aunque traté de reconfortarlo con un abrazo, sabía que no era suficiente y nunca lo sería. ¿Pero qué podía decirle? ¿Que todo iba a estar bien? ¿Que eso ya era el pasado? No podía mentirle. Esos recuerdos formaban parte de nuestro pasado y fueron los que moldearon los seres humanos que somos ahora. Nos hicieron crecer y nos volvieron fuertes, pero él no quería que le recordara aquello, él simplemente quería olvidar.

—Don —Alzó su turbia mirada en cuanto lo llamé—, estoy contigo. Estamos juntos ahora y ya nadie nos podrá separar —sujeté su rostro entre mis manos tratando de transmitirle un poco de seguridad—. Te lo prometo.

Quería ver su sonrisa, aunque fuera una pequeña, pero no fue así. Él se limitó a pasar un mechón de cabello detrás de mi oreja, mientras que con la mano que tenía libre limpió el rastro de lágrimas de su rostro.

—Gracias, Gilda.

Aunque su voz se escuchaba más tranquila, era obvio que seguía inquieto. Sin embargo, ya no lo quise presionar.

Las luces bajaron de nuevo y enseguida todos nos preparamos para recibir la siguiente melodía.

Para esta ocasión, Ray fue el protagonista.

Todo comenzó con un tono melancólico, con ansiedad y pasión. Parecía que nos contaba un secreto, o quizá una confesión. No. De hecho, era una nueva historia. La historia de dos amantes. Un joven dispuesto a darlo todo por el amor de una princesa, su princesa.

¡Qué exquisita interpretación!

La manera en la que transmitía tantas emociones superó mis expectativas. Era como si se  estuviera liberando de un peso que había cargado por años.

¿Cómo hacía tal cosa con la música?

No cabía en mi asombro, y al parecer no era la única que lo pensaba. Emma, aunque trataba de disimularlo cuanto podía, se notaba un poco inquieta y sorprendida, como si fuera la primera vez que lo escuchaba tocar.

______________
~EMMA~

Para cuando la orquesta comenzó a seguirnos, ya me había dado cuenta de que en esta ocasión, todo era diferente. Era un Ray completamente diferente al que me había acompañado en los ensayos. Su manera de tocar era tan... exquisita.

Aunque al principio mis emociones parecían haberme ganado. Por un segundo creí que perdería mi entrada, pero me contagio de la confianza que emanaba y logré seguirle el paso. volvimos a ser una dupla que se complementaba a la perfección.

Memorias [TPN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora