Origen del asesino II

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La casa de la señora Lydia quedaba a 10 minutos aproximadamente de la casa de las personas que me ofrecieron asilo en su casa, no me detuve a preguntar sus nombres, no cuento con mucho tiempo, pero cuando termine con esto, voy a visitarlos de una manera formal con regalos y todo. (Si es que salgo con vida) tal y como me había comentado aquella joven la casa de la señora Lydia era demasiado llamativa como para no verla desde lejos.

Tanto por la combinación de colores (diferentes tonalidades de azul, en especial el cielo y el ultramar además de una gran cantidad de diseños con azul Prusia) que al verla de lejos se veían bien contrastados entre sí, además del gran jardín, que ella había mencionado, había en este bastantes perros de diferentes razas y tamaños.

Me acerque lentamente a la casa, debido a mi miedo a los perros, cuando era pequeño los molestaba mucho con Barry hasta que un día una hembra embarazada me persiguió y me mordió toda la pierna izquierda desde ese momento respeto a todos y cada uno de los animales.

Vocifere el nombre de Lydia varias veces desde la puerta que daba al jardín, en busca de alguna respuesta, pero no había señal de que alguien estuviese en casa, vocifere de nuevo, cuando un chico de 12-13 años salió hacia el jardín y me dijo:

- ¿Quién es usted? ¿Y por qué busca a mi abuela?

-MI nombre es Wade, ¿eres nieto de Lydia? no me digas que... que eres hijo de Barry Newman? era muy poco probable, pero debía descartar cada posibilidad.

- No me suena su nombre, y no, mi padre es Henry Newman, y ¿de donde conoce a mi Tío Barry?

- ¿Henry? dije extrañado no conocía que Barry tuviese hermanos, así que asumí que Henry Y Barry eran primos hermanos. - veras chico, Barry era mi amigo en la infancia y tu abuela Lydia me cuidaba de niño, y por eso he venido a visitarla.

- No te creo nada, eres un desconocido así que si no te vas ahora mismo llamare a la policía.

-Tranquilo, no hay problema, hagamos algo, dile a tu abuela que Wade Stindel vino de visita, y si te dice que no me conoce y que soy un extraño, puedes soltar a los perros y yo no huiré de ellos, si llamas a la policía, de aquí a que lo hagas, yo ya estaría muy lejos ¿no crees?

- Como diga señor Stindel. Se fue de inmediato a buscar a su abuela, a pesar de no ser hijo de Barry, era muy parecido a él, desconfiado, audaz perspicaz, astuto y le gustaban los retos, pero bueno, al fin y al cabo, parece que así son todos los Newman.

Al rato volvió con una cara y un aire de desilusión, y me dijo:

- Mi abuela dice que puede pasar.

- Gracias chico,

- Mi nombre es William no chico.

- Un placer conocerte William, luego de hablar con la señora Lydia puede que me quede a jugar contigo, ¿sabes jugar al ajedrez?

-Si, por supuesto,

- eso pensé, desde que termine jugare contigo.

- Y el que pierda será perseguido por los perros- agrego.

- Vale....

La casa era más grande de lo que se veía por dentro, y la señora Lydia se encontraba en el fondo de la casa, en una habitación decorada por pequeñas piezas artesanales , hechas por ella misma, mientras ella se relajaba viendo televisión puedo ver que no había cambiado en casi nada en 15 largos años.

Su cabellera era la única diferencia un poco más corto y cubierto por canas, como era de esperarse, pero no parecía haber envejecido mucho y había mantenido su figura tal y como cuando tenía 35 años, al verme entrar a la habitación me miro asombrada y se paró de inmediato a recibirme con un gran abrazo.

Asesino por deber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora