Hoy Chris y yo vamos juntos a la escuela. No estoy nerviosa, me gusta pasar tiempo con el aunque no lo conozco mucho. Me duché, me lavé los dientes, me vestí, me maquille, preparé mi mochila y esperé que llegase a recogerme (multimedia).
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Chris llegó muy puntual con su bellísimo coche, me abrió la puerta por la que se accedía al asiento copiloto, pude ver su mirada sobre mi y que sé mordía los labios con deseo, pues eso creo.
-Hola hermosa- me saludó guiñando su ojo y esbozando una sonrisa muy sexy.
-Hola- saludé y luego añadí -Chris aquí tienes tu sudadera, ayer la dejaste en mi casa- se la entregué, però el no la quiso.
-Es tuya, me gustaría que la usarás, tiene el nombre de mi Russ Bus y el mío. Seguro que te queda mejor a ti que a mí- dijo esbozando una sonrisa dulce y pícara, luego buscó algo en su mochila y me entregó la sudadera que le había prestado ayer (la sudadera de Jonás, se la debía devolver cuánto antes), la tomé de inmediato, le devolví la suya y luego añadí. -Chris, gracias por la sudadera ma no la puedo aceptar, es tuya y no quisiera que nadie invente cosas sobre nosotros- dije algo "nerviosa".
-No tienes que usarla, quiero solo que la tengas tú y cuando la mires pienses en mi. Tranquila, somos solo amigos- dijo con su linda sonrisa.
-Okay- respondí, no sabía que hacer, lo que dijo me había gustado pero no sabía si de verdad era sincero -Gracias- añadí y en ese momento nuestros ojos se miraron fijamente, casi me sentía descubierta delante de su penetrante mirada. Luego de 10 minutos de silencio, donde yo miraba fuera de la ventanilla tratando de reflexionar en todas la cosas que me habían pasado desde que me mudé a Oslo y mientras que Chris manejaba concentrado cantando canciones sin pena alguna, llegamos al Hartvig Nissen Skole.
