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Llevaban 6 horas de vuelo y la mitad del viaje había estado lleno de turbulencias. Rex era un excelente piloto, pero eso no impedía que el Quinjet se sacudiera como un perro con frío.

La pelirroja no dejaba de inquietarse por sus compañeros: el Capi parecía seguir molesto por la elección de su viejo amigo, casi como si al hacerlo le hubiera dado la espalda.

«No lo está perdiendo de nuevo, Capitán Rogers, ésta es solo su catarsis», le transmitió en un intento por relajarlo.

El caso de James y el de su hermana era de otra índole. El soldado no había dicho una palabra desde que salieran de Helvete; era claro que intentaba mantener la mente fría y centrarse en la misión, sin embargo, la mirada perdida y que tardara al menos un par de minutos en reaccionar si decías su nombre, no dejaba de ser preocupante.

Y Raven...

—¿Su hermana se encuentra bien? —Sam se sentó junto a Saori. Era el único que no parecía estar enloqueciendo.

Steve se acercó.

—Este viaje me está pareciendo una pésima idea. Debí avisar a Fury y dejar que ellos se encargaran.

—¿No escuchó cuando Revi le dijo que SHIELD también estaba comprometido, Capitán? No creo que eso hubiese sido muy inteligente de su parte.

—Si, ya sé... En cuanto al tema de su hermana...

—No se preocupe, cuando llegue el momento Raven peleará incluso mejor que un ejército. No ha perdido la cabeza... solo está... eufórica.

De la cabina llegaron las carcajadas de la otra chica. Había pasado casi todo el trayecto con el irlandés, riendo como tonta con cada uno de los chistes y referencias que este hacía. Sam señaló en esa dirección con un gesto.

—La Bestia está eufórica —repitió Saori— La cacería inminente tiene ese efecto sobre ellas.

—¿La bestia? ¿Qué...? —los dos Avengers estaban desconcertados.

—El demonio que hay dentro de ella —la voz de Bucky los hizo dar un respingo— La he visto liberarlo un par de veces. No es agradable.

Las luces de aterrizaje se encendieron junto con la señal que indicaba que debían abrocharse los cinturones. Comenzaron a descender. Cuando habían llegado a los 3000 pies de altura se abrió la compuerta y escucharon la voz de Rex.

—¡De acuerdo, Circo del Sol, prepárense para saltar a mi señal! ¡Y por favor, tengan cuidado con los paracaídas, no quiero otra chapuza como la del idiota de Deadpool y su banda de imbéciles!

Cuando todos estuvieron listos, Rogers tomó el mando de la misión.

—Sam, vas primero, quiero saber a qué nos enfrentamos. Intenten no caer demasiado lejos unos de otros y cúbranse las espaldas. ¿Listos? ¡Vamos!

Los demás habían saltado, pero el comentario del irlandés detuvo a Raven un segundo antes.

—Una última cosa, Crow. Tengo cierta información que podría interesarte. Te convendría sobrevivir —ella giró hacia la cabina, extrañada. Iba a preguntar de qué hablaba cuando Rex se adelantó al aclarar— Ya sabes, hablo sobre cierto mercenario tuerto que te debe algo. Una vez que esto acabe, llámame y yo personalmente te llevaré hasta él.

La sonrisa en el rostro de la chica no podría haber sido más feroz que en ese instante, tras la mención de Slade Wilson. Extendió los brazos al borde de la rampa y se dejó caer sin dejar de sonreír.

Falcon sobrevoló el complejo esquivando la andanada de balas que llegaban desde tierra. Desde las alturas vio a los otros aterrizar y comenzar el avance hacia terreno seguro.

♤ WAR IS THE WAY: 'El Cuervo y El Forastero' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora