≽˖՞🌊 ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ aprender a nadar parecía una locura,
especialmente porque su abuelo lo exponía
a mar abierto sin ningún tipo de protección.
entonces, al oír el canto de una sirena, que
...
╰──➢ en donde nada es lo que parece y todo es lo que es
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Minhyuk dio un profundo sorbo a su té helado una vez que revisó los papeles que tenía enfrente. Trataba de ignorar el bullicio leyendo pacíficamente, fingiendo que nadie más estaba hablando con él. Siguió con su lectura durante un buen rato, esperando a que la siguiente persona decidiera llegar. Minhyuk no era demasiado impaciente, pero era su tercera cita en el día y estaba completa y absolutamente agotado.
Cuando la campanilla de la puerta sonó una vez más, él estaba lo suficientemente cansado para siquiera voltear a ver. Entonces cuando una persona se sentó en la silla enfrente suyo, colocando las manos sobre la mesa y repiqueteando sus pies contra el suelo, Minhyuk levantó la vista.
―Has llegado ―saludó Lee con una sonrisa.
Y sonrió más cuando los ojitos pequeños le devolvieron el gesto. Apartando el folio con hojas a un costado, en la pila, Minhyuk llamó al mesero.
―Sí, ha sido difícil llegar hasta aquí ―respondió el hombre, con pausas―. Es bastante lejos de donde vivo.
Minhyuk se apretó las mejillas entre los dedos sonriendo en grande cuando la bonita voz del sujeto salió más clara para él.
Minhyuk le pidió al sujeto que hiciera su orden, este aún no se había presentado pero la actitud cálida y suave del muchacho, le habían permitido a Minhyuk continuar por el momento. A Lee no le gustaba espantar a las personas, pero era la tercera cita y tenía el ligero matiz de negatividad y el pensamiento de que no sería la última.
―Soy Son Hyunwoo ―dijo el hombre mientras le señalaba al mesero su orden―. Es la primera vez que salgo en una cita a ciegas así que, discúlpame si soy un poco tímido.
Hyunwoo tomó de su té verde helado y sonrió pequeño, esperando a que Minhyuk fuera el siguiente en presentarse, mas los ojos del menor sólo estaban atentos a todos los movimientos que hiciera.
―Creo que sabes bastante sobre mí ―murmuró Hyunwoo, viendo los papeles a un lado donde en la primera hoja yacía una foto suya―. Dime algo sobre ti.
Minhyuk salió de su ensoñación cuando escuchó un par de risas que no pertenecían a Hyunwoo en absoluto y frunció el ceño para evitar maldecir.
Abultado los labios, y soltando una pequeña disculpa, Minhyuk tomó los seis folios que tenía en la mesa y los colocó en su maletín en el suelo.
