Cap 3

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—¡MARINETTEEEE!

Del susto Marinette abrió los ojos de golpe y se sentó en la cama hecha un manojo de nervios. —¿¡QUÉ!? —mirando a todos lados vio a Adrien al pie de la cama con una sonrisa de oreja a oreja.

—Nada, ¿No deseabas ser despertada temprano?

Con la respiración aún agitada Marinette se tiro de espaldas a la cama de nuevo —Eres un idiota... —cerro los ojos

—¿A...si?

Nerviosa la oji azul abrió los ojos justo a tiempo para ver a su novio subir a la cama con un toque felino en sus movimientos mientras se acercaba a ella.

—¿Lo soy...? —su voz sensual estremecieron a la chica de pies a cabeza.

—A...alejate... Pervertido.

El rubio acercó tanto su rostro al de su chica que su respiración era mezclada con la de ella. Marinette sentía su cara arder. —Te ves hermosa hoy bichito.

—¿Cuándo dejarás de decirme así?

—Cuando superes tu miedo a ellos.

Haciendo un puchero Marinette apartó la mirada de los verdosos ojos del chico. Adrien se inclino a ella y lameo su cuello.

Estremeciendose Marinette le sonrío—Aún no desayunamos Adrien...

—El postre siempre es mejor antes de las comidas. —Intentando besarla Marinette logró cubrirle la boca.

—No tontito... ¿Sabias que comer cosas dulces muy temprano puede dejarte diabético? —La peli negra sintió la sonrisa de Adrien entre su mano antes de una leve mordida. —¡Eh! —alejó su mano

—Lo dice la hija de los mejores panaderos de todo París.

Levantándose de la cama Marinette fue a su armario y se quito la bata. —Eso me recuerda que debemos ir a verlos este fin de semana.

Adrien no pudo evitar moderse el labio cuando vio de perfil a su musa. Su piel blanca y cabello negro con reflejos azules junto a sus labios rosados podían volver loco a cualquiera. —No te preocupes, mañana temprano nos vamos a verles.

—Gracias. —Marinette le dedico una sonrisa —¿Mi turno para el desayuno?

—Sip. —Adrien asintió.

Ambos desde que eran novios, cuando él la iba a ver a su casa se turnaban para cocinar. Algo que sorprendió mucho a Marinette ya que no creía que Adrien pudiera ser buen cocinero. Ahora que vivían juntos seguía siendo igual.

Luego del desayuno ambos se vistieron y arreglaron para irse a la universidad. Saliendo de su casa en una cuadra cerrada ambos emprendieron el camino para ir a su destino.

—Bichito próximamente tendremos nuestro aniversario... ¿Qué me vas a regalar?

Marinette lo pensó —Aún no lo se... ¿Qué te gustaria? —de inmediato se arrepintió de hacerle esa pregunta al ver su sonrisa perversa —Oh no... Definitivamente no.

—Vamos... —le guiño un ojo —Será divertido.

—Sabes que no me gusta salir y estar rodeada de tanta gente rica.

—Cenariamos en un restaurante promedio...

—¿Y eso sería...?

—En la torre Eiffel

Mirando al cielo ella se carcajea —¿Ese es tu restaurante promedio?

—Si, no habrá gente, sólos tú y yo bichito.

Enemigos Mortales... | Fanfic Ladybug #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora