- ¡Noro lim (corre), Shanga! Hay que darse prisa
Arien se bajó de la espalda del tigre y avanzó directa hacia la entrada del Bosque Negro.El aire denso que se acumulaba en el interior se posó sobre sus hombros como una gruesa manta de lana al adentrarse en el bosque.
Shanga pasó delante de ella con las orejas levantadas y Arien lo dejó ir el primero para que encontrara el rastro de los enanos y así poder seguirlos.Mientras tanto, ella inspeccionó la vegetación cercana.
El favor a Gandalf la había llevado más tiempo del que había deseado, y la noche ya empezaba a cernirse sobre ellos. Y ahora lo que más temía era pasar una noche en aquel bosque.
Bajó unos escalones dando pequeños saltitos, y dejando ya atrás la estructura de la entrada, se acercó hacia una figura tallada en mármol. Era una mujer elfa, con un manto sobre la cabeza y una diadema de diamantes en la frente. La estatua estaba completamente cubierta de ramas y enredaderas que dejaban ver lo descuidado que estaba la jardinería de Thranduil.
Se acercó lentamente, ajena a la insistencia de Shanga para que siguieran con su empresa pues él ya había encontrado el rastro. Pero la elfa tenía los oídos embotados, y una sensación similar a la del día anterior comenzaba a crecer en ella. Burzum
Una vez en frente de la estatua extendió paulatimante la mano para apartar las enredaderas.Lo que vio detrás la dejó helada, pues en el cuerpo de la estatua un gran ojo estaba pintado. Arien sintió la necesidad de tocarlo; y apenas las yemas de sus dedos tocaron la superficie una voz oscura y cargada de odio gritó dentro de su cabeza una simple palabra: Morie
Pero tan pronto como aquella voz había venido desapareció, volviendo a escucharse el simple sonido de las hojas de los árboles moviéndose por el leve viento que entraba por la puerta al bosque.
Shanga gimió como llevaba haciendo desde hacía unos minutos para que la elfa lo escuchara sin éxito alguno. El tigre notaba que a su amiga le pasaba algo últimamente y él se preocupaba. Porque Shanga podía sentir muchas más cosas que cualquier otro animal; su inteligencia iba más allá de la que cualquiera de su misma especie y Arien había sido partícipe de ello en incontables ocasiones. Shanga lo entendía todo; como si él también hablara su misma lengua y razonara al igual que ella.
Al ver que la elfa seguía sumida en sus pensamientos se levantó sobre las dos patas posándolas sobre los hombros de Arien, quién por la inminente acción del tigre se sobresaltó. Shanga, una vez vio que tenía su atención, volvió a bajar y se adentró en el sendero indicándole a Arien con la cabeza que debían continuar.La elfa asintió rápidamente y siguió al tigre en la espesura del bosque, no sin antes echar una última ojeada a la estatua.
Caminaron en silenció y con precaución. Todo en ese bosque guardaba una simetría pasmosa, pues pese a la buena orientación de ambos les parecía estar caminando siempre en círculos. Y sin ver la luz del sol el paso de las horas y los días estaba desdibujado.La elfa tenía el arco tensado y apuntaba con él al bosque en cada paso que daba, siempre alerta, esperando que en cualquier momento se la abalanzasen encima : orcos, elfos del rey o las enormes arañas que habían cubierto el interior del bosque de largas y pegajosas telarañas.
A Arien le pareció el bosque más tenebroso que nunca había visto.
De pronto Shanga se paró en seco señalando a una dirección ajena a la del camino élfico. Olisqueó la tierra y luego miró a la elfa bufando.
- No me puedo creer que se salieran del camino....-Arien destensó el arco y se agachó comprobando las huellas- Son de hace algo menos de un día , quién sabe donde podrían estar...- la elfa suspiró. Su mente se debatía entre seguir el rastro de los enanos o seguir el camino de los elfos y buscar ayuda. Pero no era lo único que la preocupaba- Pasaremos la noche aquí – dijo deshaciéndose de la bandolera con cuidado de no tocar las telarañas que cubrían los árboles. – Hoy ha sido un día largo, Shanga. Descansemos.
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The Things We Lost In The Fire
FanfictionArien ha dedicado más de media vida a descubrir cada rincón de la Tierra Media, lo que le ha proporcionado grandes satisfacciones; y también una perdida irremplazable. Cuando Gandalf requiere la ayuda de la elfa como protección para la compañía de T...