Los secretos de una bruja 1: El Comienzo

la nueva en media luna

La nueva en media luna

     Había cinco vampiros rodeándome, y no paraba de preguntarme como saldría de esta. Poco a poco empecé a retroceder, pero con lo único que me encontré fue con la pared. Dándome cuenta que mi única salida era pelear y tratar de patear traseros, empecé a pensar en los movimientos que haría para defenderme.

     Había dos vampiros que estaban más cerca que los demás. Sabía que debía deshacerme de ellos primero, para luego hacerlo con los demás. Había un vampiro que era quien se encontraba más alejado que los demás y por lo que pude ver parece inofensivo, por lo menos no interesado en la pelea.

     Uno de los dos vampiros que se encontraban más cerca de mí, me tomo por el brazo intentando acercarme a él. Yo rápidamente lo golpee justo en la nariz. El vampiro ahora se tocaba la nariz que le sangraba, note que le había dado bastante fuerte. Se la había partido.

     El siguiente vampiro me miro molesto por creerme superior a ellos. Aunque en cierta forma sabia que lo era. Yo tengo poderes por lo cual los deja en desventaja.

     El otro vampiro ya estaba dispuesto a atacar, pero yo no lo deje realizar su movimiento. Recordé claramente una vez haber leído sobre los elementos, y pensé rápidamente en el fuego. Me concentre rápidamente y solo pensaba en una cosa. Fuego.

     Concentrándome en aquel elemento vi como el vampiro se quemo hasta las cenizas. Aun me quedaban tres por pelear. Le di rápidamente una patada al que tenía al frente y estaba a punto de realizar un propinado puñetazo al siguiente, pero no pude. Al vampiro que le había roto la nariz ya se había recuperado y este había jalado mi cabello hacia atrás provocando que saliera un quejido de mi boca.

     El otro vampiro estaba sujetando mis manos con lo que yo creía quería morderme.

—    Alto —escuche decir

     Era el vampiro que lo había notado poco interesado en la pelea. Este estaba fumando un cigarrillo recostado de la pared. Dio una larga calada y lo tiro al piso, para luego dirigirse a mí.

     El que había jalado mi cabello ahora sujetaba mis muñecas por detrás de mi espalda y el vampiro a quien le había dado la patada y quien intento morderme le dieron espacio a quien yo creí seria el líder.

     Trate de invocar de nuevo el elemento pero me le era imposible. Estaba segura que sería por lo nerviosa que estaba. Cerré los ojos fuertemente tratando de concentrarme. Abrí los ojos de nuevo y vi como el líder estaba muy cerca de mí. Me quede viendo su abrigo cuando de pronto empezó a prendérsele  fuego. El vampiro rio por lo bajo y paso la mano por el fuego. Apagándolo. Yo estaba claramente sorprendida. Por más que él pudiera apagarlo con alguna sacudida de su mano, era imposible que no se quejara por el fuego.

     El vampiro me dedico una sonrisa lasciva. Me miro a los ojos, sus ojos eran de color naranja. Eso me sorprendió tanto como lo anterior. ¿De qué color fueron sus ojos antes para que se pusieran naranja? Nada de esto tiene sentido. Pensé.

     Luego de aquella mirada, descendieron sus colmillos. Pude sentir como rozaba sus colmillos por mi cuello, aun sin morder, solo rozando y provocando algunos cortes, por donde algunas gotas de sangre salían.

     Me sentía claramente molesta, me sentía tan inferior en este momento. La rabia rodeaba mi cuerpo. Por más que trate de soltarme no pude. Y el maldito estaba a punto de morderme. Pero alguien se acerco a velocidad vampírica lanzando al vampiro al otro lado de la calle. Pude divisar rápidamente que era Marc.

     Actué de manera rápida dándole una patada en la entre pierna al vampiro que me sujetaba. Y toda la impotencia y rabia que había tenido acumulada. Salió.