Tres

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Para Kibito el estado de ánimo alterado de su señor no había pasado desapercibido,como tampoco que su humor había mejorado como de la nada. No era un asunto en el que él debía inmiscuirse,pero le causaba curiosidad saber porqué últimamente el Supremo Kaiosama caminaba con las manos en la espalda,mirando el cielo y murmurando con una sonrisa soñadora. Un par de veces le preguntó a que venía todo eso,durante esos días,pero como única respuesta conseguía eun "no te parece que es un buen día" . Todos los días eran un buen día en el planeta supremo.

Ni la curiosidad de su sirviente, ni las rabietas del Antepasado podían quitarle su buen ánimo esos días previos a la fecha señalada en ese trozo de papel. Iría porqué era una invitación y es descartes no asistir si eres invitado. Pero llegado al día se le presentó un pequeño problema. Ella dijo que llevará otro atuendo,pero ¿Qué atuendo?
Le dijo que tenía veinte años, porqué según sus cálculos,en escala humana debía andar más o menos por es edad. Le dijo que era administrador y no era una mentira,parte de su trabajo tenía mucho que ver con eso. Volvió al tema del atuendo y resolvió ir así nada más a fin que él podía cambiarse en un segundo.

Se teletransporto a la tierra y ubicar a Ai era cosa sencilla para él,tambien dar con el paradero de la muchacha era mejor que buscar la dirección en el trozo de papel,claro que aparecer de la nada delante de ella no era muy sensato,pero supo como cruzarsele en el camino. Ai llevaba puestas otras ropas,una que se podrían definir como de índole rockero,pero sobrio a diferencia de la chica que la acompañaba. Llevaba también un estuche negro en la espalda.

-¡Hola Shin!-lo saludo la muchacha.

-Buenas tardes-le respondió él tímidamente.

-Me alegra que pudieras venir, ella es mi amiga Belika.

Belika miró a Shin con desprecio y él le devolvío una mirada fría. Conocer los pensamientos de las personas era algo que había aprendido a ignorar.Sin embargo, en ese momento los que ella le dedicó a él,fueron difíciles de pasar por alto,pero fueron los que tenía hacia Ai,los que realmente le disgustaron. No hizo comentarios.

Shin se disculpo por ir vestido asi,pero Ai le dijo que estaba bien,que aquello fue una sugerencia sólamente. Caminó junto a la muchacha hasta un lugar no lejos de donde se encontraron. Resultó ser una especie de Bar bastante sombrío. Ai le explicó que aquel lugar era un sitio para tipos rudos y marginales.Se lo explicó antes se entrar,pues no se le hacia un sitio para una persona como él. Si bien lo invitó,nunca esperó que fuera realmente,pero allí estaba y si llegaba a pasarle algo ahí dentro,seria culpa de ella.

Aquel lugar era por lejos el más ruidoso en el que Shin hubiera estado,su aspecto pasaba desapercibido. allí habían sujetos realmente extravagantes que lo veían con cara de pocos amigos mientras él esperaba ver a la muchacha y su banda tocar, aunque se temía que la música no fuera muy grata ( si a eso se la llama música) y en efecto no eran melodías muy armónicas que digamos,peor es que no podía ver nada pues todos se reunieron entorno a la tarima,aunque sólo tuvo que elevarse un poco para apreciar el espectáculo y nadie noto que levitaba. Descubrió entonces que el sonido agradable en medio de esos tan de destemplados,provenía del instrumento que ella tocaba y sólo en ese se concentró.

Cuarenta minutos después,con alivio, pudo salir de ahí. Sentía que toda su ropa quedó impregnada de ese olor a tabaco y licor,entre otras cosas que prefería no imaginar.Ese lugar no era apropiado para un Supremo Kaiosama ¿Por qué terminó ahí? Era algo que se preguntaba mientras Ai se despedia de las personas junto a las que tocó. Cuando iba hacia él,un muchacho alto vestido de negro interceptó a la chica y le rodeo el cuello con el brazo amistosamente.

-No estuvo tan mal -le dijo aquel chico a Ai-Sonaban como un cerdo en matadero...

-¿Y eso no es sonar mal?

Corazón de escarcha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora