Corazón de escarcha.

Diecinueve.

Lo descubrieron al examinar su brazo. El cuerpo de Ai no era convencional. Sus órganos estaban como los de un recién nacido.No había deterioro en ellos ni en ningúna de sus células. Era como si el tiempo no pasara por ella. No envejeceria, ni enfermaria de ninguna forma porque ella no era humana. No del todo. Gaudí había creado un ser que era la unión de la máquina y la materia orgánica en una forma homogénea única y prácticamente imposible. El resultado era esa muchacha que ahora mantenían conectada a un sistema de apoyo vital en aquella cápsula. Su pequeño cuerpo permanecía en forma fetal flotando en ese liquido verdoso. Scarlett no podía quitarle los ojos de encima ¿En que momento Gaudí construyó aquel ser tan magnífico, pero defectuoso a la vez? La bitácora no decía nada al respecto y ese relicario parecía ser irrompible. La mujer estaba segura de que algo guardaba, pero su atención estaba puesta en Ai.

-Al parecer Gaudí creo una reina-le dijo Red dándole los resultados de las últimas pruebas-Tiene matriz. Puede dar a luz...

-Pero no hay otro como ella ¿O si?

-Desgraciadamente no-le respondió el hombre- Podríamos tratar de replicar su ADN en un individuo masculino para que copulen,pero su vientre es como el de cualquier otra mujer. Obtener productos de esa forma nos tomaría años. Además no estoy seguro de poder reproducir un ser semejante a Ai. Sin el conocimiento de Gaudí...dudo mucho que podamos tener éxito.

-¿Qué me dices de la colonia de bio-nanobot? Están diseñados para devorar toda clase de materia tanto cibernética como orgánica y mutar a partir de ella-le dijo Scarlett.

-No han sido probados. Podríamos perder el espécimen por completo además de los bio-nanobot-le señalo Red algo alarmado.

-En la ciencia todo funciona en base al ensayo y el error, Red. Toma las muestras pertinentes por si necesitamos un respaldo y llévala a la cámara de los bio-nanobot-le dijo Scarlett.

Ai despertó cuando colgaba sobre una piscina de algo gris metálico que parecía estarse agitando bajo sus pies. No pudo evitar dar un grito al verse en esa posición. No recordaba mucho salvo que había intentado escapar cuando quisieron arrancarle el brazo. Miró a sus costado izquierdo y la prótesis ya no estaba en su lugar, aquello la aterro.

-Lo lamento, pero esa cosa hubiera sido sólo un estorbo,
pequeña-le dijo Scarlett que estaba parada en el borde de la piscina- Creo que tú misma no sabes lo que eres.Así que que te lo diré. Tú no eres humana...eres un ser único,pero al fin y al cabo una herramienta para que la humanidad de un salto en la evolución.

-Eso no es verdad-artículo Ai- Gaudí me encontró en un vertedero,me trajo aquí y...

-Gaudi te creo en una probeta-la interrumpió la mujer-Eres el producto de su investigación. Eres un ser cien porciento artificial,sin alma,sin corazón y sin voluntad. Todo lo que piensas o crees, no es más que el resultado del adoctrinamiento de Gaudí. Pero tu existencia tiene un propósito más grande que cualquier otra cosa ¡Regocijate! ¡Eres la llave de la evolución humana!

Ai escuchó aquella con incredulidad,mas no había tiempo para asimilar lo que era o lo que no era. Ella sabía lo que había ahí abajo. Algunas vez Gaudí le enseñó esos objetos y para que servían, por eso el terror que sentía. Scarlett preciono el botón para dejarla caer. La muchacha floto un instante antes de caer y desaparecer en aquella masa gris.

Shin apareció en el interior de la base. A veces oír los pensamientos  era un martirio,
pero en ocasiones como esas le era bastante útil. Sólo tenía que enfocarse lo suficiente para averiguar dónde estaba y quienes eran esas personas. No tardó en darse una idea bastante clara. Le hubiera sido más fácil hablarle por telepatía a la muchacha,pero asi como no leía sus pensamientos, tampoco podía comunicarse con ella por ese medio. Sabía, sin embargo, que ella estaba ahí. La había visto y la buscó otra vez, pero ya no la encuentraba así que salió en su búsqueda tratando de pasar inadvertido. No gustaba de enfrentamiento innecesarios.

De pronto el lugar tembló a raíz de una fuerte explosión a la que siguieron media docena de pequeñas detonaciones. Los hombres y mujeres allí comenzaron a correr en formación bajo el insistente sonido de una alarma. Era obvio que algo sucedía y no era bueno pues las personas disparaban. Pronto descubrió el motivo del alboroto.

Un ser gris de unos tres metros de alto avanzaba por un corredor. Tenía un aspecto humanoide y Shin descubrió de quien era apenas la vio,pues conservaba los rasgos de su rostro,el mismo que cubrió con sus manos de un momento a otro; era Ai.

Shin había descubierto que ella no era humana desde el momento en que ella le dió ese beso frente a Bills. Ese ligero toque causó en él una vibración que sólo un dios podría entender y Shin lo hizo. Ai era una imitación de vida, pero no por eso menos auténtica. La miró con una mezcla de tristeza y rechazo a ese aspecto morbido ¿Por qué le habían hecho eso? Salió de su escondite y al hacerlo sintió otra vez esa opresión en el pecho,solo que en ese instante fue como si algo intentara salir de él. Se llevó la mano al pecho como buscando algo cuando escuchó su nombre en la voz de la muchacha. Ese ser lo estaba viendo de alguna forma,pues sus cuencas estaban vacías y era para él evidente que el cuerpo de la muchacha ya no existía y su conciencia se desvanecia a cada segundo. No iba a permitir eso, mas no estaba seguro de cómo impedirlo,para empezar ni siquiera entendía que estaba pasando.

Primero se deshizo de los hombres armados, algo sencillo. Lidiar con la tecnología era un asunto más complicado, pero Whis le dijo que ese brazo que ella tenía no sólo era un arma para su protección,sino también una contención. Por lo que Shin dedujo que sin el,la materia que componía a Ai, se disiminaba. Pasó junto a ella para buscar aquel objeto cuando aquella figura gris se desmoronó dejando a la muchacha en medio de un montón de diminutas astillas metálicas. Su cuerpo a medio cubrir por los harapos que eran su ropa dejaba en claro la ausencia de su extremidad.

Shin lo buscó y encontró aquel brazo para volver con ella. Se sentía extraño porque estaba tibio pese que estaba separado de Ai. Un grupo de hombres se aproximaba y él la sujeto para teletransportase de vuelta a su mundo. La dejo de rodillas en el suelo,pues Ai no era capas de sostenerse en pie. Shin materializó una manta para cubrirla. Estaba medio desnuda. La llamó preguntando  si estaba bien. Ella miraba el relicario en sus manos. Había recuperado la joya durante la fuga, de algún modo que no recordaba y perdida en la contestación de ese objeto,es que no respondía al preocupado Supremo Kaiosama.

-dime Shin-artículo la joven después de un rato-tú que eres un díos ¿crees que algo que imita la vida,sea digno de existir?

Shin no le respondío,no porque no tuviera algo que decirle al respecto,sino porque prefirió hacer algo antes. Abrazarla...