Diez

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La policía allanó las instalaciones señaladas por Ai,mas no encontraron rastro de la Patrulla Roja. Era como si aquellas dependencias jamás hubieran estado habitadas. En vista de las circunstancias no era posible seguir esa línea investigativa,por lo que no se seguiría adelante a menos que surgieran nuevos antecedentes. Con respecto a lo del banco,por falta de evidencia se dejó a la muchacha en libertad. Eso le comentó Krilin a la muchacha y a Bulma que no estaba de acuerdo con nada se eso.

La mujer afirmaba que Ai podía estar en peligro,pero no había nada que hacer al respecto. Así que Krilin le quitó el brazalete y desde ese momento ella quedaba en libertad,sin embargo,la mujer no estaba dispuesta a dejar ir a Ai tan fácilmente y tenía para ello varios motivos. El primero era ese brazo que tenía bastantes peculiares.

-Ese brazo que tienes,tiene tres tipos de armas ocultas y todas ellas funcionan con ki y no sólo eso tú poses la capacidad de robarlo-le explicaba Bulma a Ai tras otro escaneo a la prótesis-Absorves la energía y luego los cañones en tu brazo la dosifican en tres tipos de munición. La primera es la ráfaga,una serie de descargas simultáneas disparadas rápidamente,la segunda son tiros directos. Disparos consecutivos con mayor fuerza que la ráfaga,pero más lentos y te permitirían hacer un solo tiró si así lo quisieras y la tercera es el cañón principal con un máximo de tres tiros muy potentes.Lo que llevas en ese brazo es un arma bastante sofisticada,pero aún no descubro como hace para absorber el ki. Dime ¿Sabías algo de esto?

Ai miro su brazo y movió la cabeza de un lado a otro.

-El científico que creo esto se llamaba Gaudí-le dijo la muchacha-Siempre me cuido y protegió,pero no era algo que Scarlett viera con buenos ojos. Él creo la prótesis para mi,mas para que pudieran implantarla tuvo que hacer bastantes méritos y a demás se me exigió formar parte del grupo de abastecimiento.

-Y ese hombre,Gaudí ¿Qué tipo de armas creaba?

-Él no hacía armas,sino mejoras genéticas-le dijo Ai-Pero no puedo decirle más de eso,pues él jamás me habló de ello y no era mi área...

-Entiendo. Sin duda debía ser un hombre muy inteligente,pero hablas de él en pasado...

-Murio-le dijo Ai y le mostró el relicario que llevaba al cuello -Esto me lo dió en su lecho de muerte...

Bulma la miró con ojos condescendiente y la invitó nuevamente a quedarse, argumentando con la seguridad, pero también fue honesta y le explicó que quería investigar más respecto a su brazo, pues otra cosa que le llamó la atención es que el daño en su hombro después del disparo, había desaparecido.Se quedaron hablando de eso un rato. La verdad la idea de quedarse allí, para Ai, no era muy atractiva.

Kibito encontró al Supremo Kaiosama a la sombra de un árbol en una colina. Materializaba unas cajas pequeñas y muy bonitas. Estaba rodeado de unas veinte de ellas y esa conducta,sumada a varias otras habían agitado la perspicacia del asistente se Supremo Kaiosama,que silenciosamente se paró a un lado de Shin.

-¿Qué hace aquí?-le preguntó.

Del susto que le dio,Shin tiró algunas cajas y se levantó de un salto.

-¡Kibito! ¿Qué haces aquí?

-Lo estaba buscando,no llegó a tomar el té con el antepasado y honestamente me tiene bastante preocupado.

-¿Preocupado por mí? ¿Por qué?-le pregunto Shin,sin darse una idea de que inquietaba a su asistente.

-Últimamente está distraído y de un particular buen humor.Se queda soñando despierto y ahora lo encuentro rodeado de cajas de dulces-le dijo Kibito.

-Lo dices cómo fuera algo malo...-se medio lamento el muchacho.

-No es malo,pero si bastante inusual,Supremo Kaiosama y me gustaría conocer el motivo...

Kibito siempre fue bueno con él y lo segundó en muchas acciones que otros hubieran llamado descabelladas. Lo invitó a sentarse y le contó de Ai. Shin esperaba que él lo reprendiera, pero se encuentro con una respuesta que lo dejo algo desconcertado.

-Jajaja entonces se trata de una muchacha-rio Kibito-Bueno eso no es algo muy preocupante Supremo Kaiosama. Yo también fui joven y alguna vez tuve un pequeño romance...

Shin lució bastante sorprendido con aquella declaración.

-Siempre y cuando no abandone sus deberes no hay problema en que se relacione con ella de la forma que usted lo considere pertinente,sin embargo,me veo en la obligación de recordarle que usted es un díos y ella una mortal.Ahora con respecto al obsequio,más importante que el envoltorio,es el contenido. Si ella le gusta la música dele una forma de esa naturaleza a esos dulces...

Le dijo otras cosas respecto a eso, pero hubo una parte que a Shin lo hizo reflexionar; Ai era una mortal. La vida de la muchacha sería un suspiro en la de él.La vería envejecer y morir,más eso era lo natural. Él también envejeceria y moriría algún día, no sólo eso él podía morir en cualquier momento,no era inmortal. Desde el punto de vista de Shin podía aceptar a Ai como mortal,si ella lo aceptaba a él como dios. Pero estaba adelantandose demasiado a los hechos, aún ni siquiera sabía que sentía ella por él y él tampoco estaba muy seguro de lo que sentía por ella,aunque se daba una idea.

Partió a la Tierra y al llegar a ese edificio se encuentró con el señor Bills que lo quedó mirando con curiosidad. Lo saludo sin mucho interés y con el mismo entusiasmo le preguntó ¿Qué hacía ahí?

-Vine a ver a alguien-le dijo Shin.

-¿A quién?-le preguntó el dios y luego puso su atención en la cajita que el Kaio-shin- llevaba en la mano-¿Qué traes ahí Supremo Kaiosama?

-Es un regalo. Tengo que irme.

-No me digas que vas a ir a ver a la chica de la cafetería. En lugar de andar perdiendo el tiempo por ahí ¿Por qué no vas a vigilar el universo?-le dijo Bills, cruzando los brazos y apoyándose en el barandal de la terraza.

-¿Cree que es usted la persona indicada para decirme algo así? Es un usted la desvergüenza personificada.

-¡Pequeño...!-no término lo que iba a decir pues escuchó una voz femenina llamar al Supremo Kaiosama por su nombre.

Bills miró hacia su derecha y se encuentra con una muchacha de cabello negro hasta el hombro, corriendo hacia ellos. Era una muchacha muy bonita que traía una jardinera azul y algunas manchas negras en el rostro, además de una llave de tuercas en la mano. Tras ella venía Whis.
Bills la vio llegar junto al kaio-shin y saludarlo animadamente.

-¿Cómo has estado,Shin?-le pregunto Ai.

-Bien y me alegra ver que ya estás mejor...

-Sí,la señora Bulma me a cuidado bien y todos son muy amables conmigo-le dijo ella.

Bills los miraba algo incómodo, pues se sentía por completo ignorado por ellos.

-Me alegra saberlo...

-Vaya,nunca imaginé que en realidad te consiguiera una chica,Supremo Kaiosama-comentó Bills en tono de burla -Supongo que siendo un dios cualquiera puede ligar...

Ai miró a aquel sujeto extraño que había visto antes un par de veces. No sabía quién era,pero no le gusto el tono que uso con él.

-¿Ligar? ¿Qué palabra es esa? Shin y yo somos novios-le dijo Ai inclinándose un poco para dar un beso al Supremo Kaiosama que quedó pasmado.

Fue un beso limpio,pero en los labios delante del dios destructor y el ángel que profirió mirar a otro lado. Shin apenas si reacciono a correr tras ella cuando está lo tomo de la mano y lo llevo al interior del edificio.

-Parece que no le hacía falta mi ayuda-pensó Whis.

Ai llevó a Shin al invernadero, el pobre no podía ni levantar la cara de la vergüenza y desconcierto.

-¿Por qué hiciste eso,Ai?-le pregunto mientras ella se sentaba en la hierba.

-Porque ahora puedo presumir que mi primer beso se lo di a un dios-le dijo la muchacha sonriendo.

-¿Su primer beso?..Bueno también fue el mío...

-¿En serio? ¡Ay no! ¡Lo siento! Me robe tu primer beso...Lo lamento solo creí que ...

Shin la quedó mirando. La muchacha se disculpaba como si hubiera hecho algo terrible y Shin término sonriendo divertido.

Corazón de escarcha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora