Prince Kim DongYoung | DoTae 'TaeDo

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"D..d..duu..."

ㅡNo, no- Decía interrumpiéndome- esa letra se llama 'T' y suena muy parecido a eso... Una 'T' y una 'U' suena así: 'Tttuuu'- Decía ahora imitando el sonido correcto de la lectura.

"Ahg, creo que esto es imposible, creo que solo puedes aprender a leer cuando eres un niño pequeño"- Dije completamente frustrado.

ㅡ¡Noo!, Claro que no... En muy pocos días aprendiste el nombre de todas las letras y ya las estás dibujando bien. Estoy seguro de que en unas pocas semanas ya estarás leyendo bien- Decía mientras daba palmadas en mi espalda para animarme.

Esto era en extremo difícil, pero la paciencia que tenía el príncipe Dong Young para enseñar lo hacía todo menos estresante. Sus palabras de apoyo y de ánimo, como también sus felicitaciones... Todo ello me ayudaba demasiado a querer continuar.

ㅡBien, ahora dime, ¿Qué es lo que dice en la portada de este libro?- Decía mostrándome uno bien grande de color verde musgo.

"Hmm... Esa es una hache... Y una ii..."

ㅡ¡Correcto!, ¿Cómo se leerían esas dos letras juntas entonces?

"¿Jí?"- Dije entrecerrando los ojos al creer que no estaría correcta mi respuesta.

ㅡ¡Casi! Ya vas muy cerca... Allí la hache no suena... Se dice ii nada más. -Decía mientras sonreía.

"¡Esto es demasiado difícil!"- Dije fatigado desviando la mirada de aquella portada.

ㅡTen calma, con el tiempo lo harás cada vez mejor... Y estoy impresionado de lo rápido que avanzas, en serio.

Cada una de sus palabras siempre daban más fuerza de la que generaba cualquier ejercicio.

ㅡ¿Quieres descansar por hoy?, no es necesario seguir si no quieres...- Dijo comprensivo.

"¿Podrías enseñarme a escribir?"

Vi como sus dientecitos grandes se hacían visibles entre aquellos finos labios.

ㅡPues claro.

No importaba cuanto tiempo dedicara en enseñarme cada día... Él siempre lucía feliz y animado. La verdad desconozco si un príncipe tiene muchas labores diarias que hacer... Pero él siempre hacía parecer que no existían aquellas... Siempre tenía todo el tiempo disponible para mí.

ㅡ¿Qué quieres aprender a escribir primero?

Pensé detenidamente por un momento, seguramente si escogía una palabra cualquiera después me arrepentiría. Luego de pensar... Dije algo que nunca me arrepentiría de escoger.

"¿Puedes enseñarme a escribir mi nombre?"

ㅡPues claro. -Dijo tan afablemente.

Me entregó un trozo de papel y un lápiz que tenía al alcance.

ㅡT, A, E... deja un espacio entre esa y la siguiente letra... Y, O, N, G.

Miré atentamente el resultado de lo que había fabricado al friccionar el lápiz contra el papel, y luego miré directamente a la cara de Dong Young para que me diga que tan bien o tan mal lo había hecho.

Él me miró con los ojos completamente vidriosos, de hecho algunas finas lágrimas escurrieron por sus pómulos. Luego de poder aclarar la garganta dijo:

ㅡLa primera palabra que escribiste... Lo primero que escribiste...

Dijo apenas esas dos frases sin finalizar y las finas lágrimas se convirtieron en unas mucho más gruesas... Luego continuó:

ㅡFue todo un éxito, lo primero que escribiste... Lo hiciste correctamente.

Fue entonces como las lágrimas de mis ojos salieron a mostrarse también. No podía creerlo.

Yo, alguien que jamás había tenido nada, hoy tenía oro para poder mantener a sus padres. Tenía ropa y tenía comida.
Hoy acababa de escribir por fin correctamente la primera palabra de mi vida.
...Y tenía a alguien con quien estar, alguien que me ayudaba constantemente. Día a día.

Luego de llorar como dos débiles emocionados en su habitación de libros... Él tuvo que retirárse debido a que uno de sus servidores le llamó.

ㅡPuedes quedarte aquí a practicar leer o escribir si quieres, no hay problema con ello. Luego de atender mis asuntos volveré... Pero si tienes que irte no te preocupes, solo ve.
Si no te veo a mi retorno entenderé eso. -Dijo apresuradamente feliz.

"Está bien"- Dije sin poder dejar de pensar en lo siguiente que querría escribir.

Él solo se fue de la habitación y yo empecé a dibujar letras aleatorias hasta que el sol se ponía y el príncipe aún no se dignaba a regresar.

Al paso de las horas concluí que cuando este retornara a este mismo lugar ya estaría demasiado exhausto para siquiera sostener una conversación, por ello decidí al fin escribir una frase con sentido y luego de eso marcharme.

Urté uno de sus muchos lápices y unas dos hojas de papel para poder seguir practicando cuando quisiera en mi habitación (que por cierto, ya no estaba en la torre de invitados, sino en la de servidores permanentes), y así lo hice durante cada noche.

Lo único que esperaba es que a él no le molestara que con el tiempo sus hojas y libros fueran desapareciendo. Aunque entre las cosas que esperaba, lo que más anhelaba... Era que haya logrado leer esa nota que le dejé encima del libro verde.

Recuerdo claramente como lo escribí y que letra puse delante de otra:

《G R A C I A S   D O N G Y O U N G》