Marvel • one shots

15. Tom holland

Anxiety

La fama no era algo que específicamente Lucy pudiera manejar muy fácilmente.

Amaba su vocación. actuar la hacía la chica más feliz del mundo entero, pero la presión, el acoso,la falta de privacidad,el estrés, cansancio y demás situaciones, causaban a su vez, que el trabajo de su vida quitara mucha alegría a su día a día.

Acordé a su terapeuta, requería constantes momentos de tranquilidad previos para evitar ataques de pánico en lugares muy concurridos como los eventos en los que ahora formaría parte.

Trabajar en Marvel era un sueño hecho realidad para ellla. La nueva entrega de Spiderman le había abierto las puertas a un protagónico muy importante y que aseguraba un prometedor destino en su carrera, y la mejor parte era por supuesto, sus compañeros de elenco que facilitaban muchísimo su comodidad tanto en el set, como en entrevistas.

En ese mismo momento, su ritmo cardiaco estaba por las nubes, pero si había algo que hacía bien, era disimular.Se rió por lo bajo ante la historia de Jacob siguiendo lo que sus compañeros hacían.

Procuró no hablar mucho en aquella entrevista y se dedicó a simplemente viajar su mirada entre sus compañeros y sus manos algo temblorosas. Sintió la mirada chocolate de Tom sobre ella más intentó no mirarlo, lo que menos necesitaba era que alguien notara su situación.

Cuando finalmente el panel acabó, los cuatro saludaron al público y Lucy fue la primera en bajar e ir directo hacia el backstage. Una persona de producción intentó hablarle y guiarla pero ella siguió de largo, derecho a un baño. Sentía sus manos temblar más intensamente que antes y sus piernas flaquear.

Entró con rapidez al cubículo del camerino que habían asignado al grupo, donde rápidamente su respiración se vió afectada, volviéndose errática. El dolor en su pecho incrementó y las lágrimas no podían parar de caer de sus ojos.

Vamos Lucy, no dejes que el pánico te gane. Se repitió aquella frase recomendada por su terapeuta. Cerró los ojos sin dejar de repetir aquello en voz baja.

Contó el ritmo de sus respiraciones y el golpeteo de la puerta la hizo abrir los ojos.

—Lucy, ¿Estás bien? —escuchó aquel acento británico tras la puerta, reconociendo el marcado acento británico de quien interpretaba a Spiderman.

Con las pocas fuerzas que tenía y sin querer mentirle a su amigo, respondió.

—No realmente. -admitió en voz baja.

—¿Cómo puedo ayudarte? —preguntó con signos claros de preocupación.

—¿Estás sólo tú? —moduló con dificultad.