Cada uno de ellos iba a tener unas aptitudes especiales. Eso les había dicho el Sr. Guten, al menos. ¿Pero qué clase de aptitudes? ¿A qué se refería exactamente? Sinceramente nadie lo sabía, así que, decidieron preguntarle.
- ¿Qué tipo de aptitudes?
El Sr. Guten sonrió de una forma muy maliciosa. Desde luego, nadie esperaba que le hubiera hecho gracia una pregunta así. ¿Qué escondía? Algo seguro que sí.
- Todo el mundo tenemos aptitudes, ¿no es así? - les preguntó.
- Y vosotros tenéis las vuestras, por supuesto.
La contestación del Sr. Guten no dejó satisfecho a Aidan, que siguió preguntando.
- ¿Pero vosotros necesitáis nuestras aptitudes? ¿Para qué?
- Los jóvenes de hoy en día sois mucho, muchísimo más fuertes e inteligentes que los adultos. ¿Te parece extraño que os admiremos?
- ¡Usted quiere algo más! - gritó Aidan con fuerza, sintiendo que aquel hombre se estaba riendo de él.
- Vaya, vaya, jovencito. Un jovencito con mucho carácter. Y valiente. O, sí, muy valiente...
Los chicos miraban a Aidan con cierto temor. ¿Qué le haría después de su contestación? Seguro que nada bueno.
- Tú debes de ser... El Fuego- añadió el Sr. Guten mirando a Aidan seriamente.
- ¿Perdona?
- Los Elementos. Vosotros sois los Elementos.
- ¿Qué Elementos? - preguntó el chico extrañado.
- ¿No vas al colegio, chaval? En el mundo existen cuatro Elementos. Y, en cada uno de vosotros, se encierra uno de ellos.
Esto último parecía toda una fantasía para Aidan. Pero, el Sr. Guten lo había dicho muy serio. Realmente serio.
- Es una locura.
- ¿Qué sería de este mundo sin locuras?- se volvió a ironizar el Sr. Guten.
Aidan miró al suelo. Estaba reluciente y pensó en quién se encargaría de la limpieza en aquel lugar. Cuando levantó la cabeza, el Sr. Guten llamó a Sarah.
- Jovencita, si tú, ven aquí.
Sarah se acercó con la cabeza gacha. Se detuvo ante él y el Sr. Guten le subió la cabeza agarrándole la barbilla con fuerza.
- Vaya, que guapa eres, jovencita. Y esos ojos azules, son como el mar. Apuesto algo a que tendrás a todos los chicos loquitos por ti...
Sarah seguía seria, sin expresividad alguna en la cara. Era como si de repente la luminosidad de su rostro se hubiera apagado, dando paso a una nueva persona.
- Eres el agua. Está claro.
Y, diciendo esto, soltó la barbilla de la chica bruscamente.
Aidan sufría por ella. Le estaba haciendo pasarlo mal a la joven. Y, él no quería que le hiciera daño. Le gustaría correr hacia ella en ese momento, y rodearla con sus brazos para que dejara de sentir el miedo que estaba sintiendo.
Luego, pasó a mirar a Logan.
- Jovencito, tú no pareces muy valiente , ¿verdad?
Este comentario avergonzó demasiado a Logan. Realmente odiaba que la gente adivinara sus sentimientos. Y, en ese momento, el Sr. Guten había dado en el clavo. Estaba aterrorizado.
- Pero pareces un chico con los pies en la tierra- paró un momento y dio un paso adelante, para acercarse un poco más al chico- Tierra. Como tu Elemento.
¿Tierra? ¿En serio él era Tierra? ¿Qué tenía ese Elemento de especial? Era el más insignificante de todos. ¡Vaya mierda!
La única que faltaba en conocer su Elemento era Morgan. Pero todos ya habían adivinado de cuál se trataba. El aire. El único que faltaba. Y, tanto ella como el Sr. Guten lo sabían antes. Así que, lo dieron por hecho. Seguramente eso sería de lo que hablaban el día anterior. Ella había sido la primera en conocer su Elemento.
- Me enorgullece deciros que los cuatro sois muy especiales. A partir de ahora seréis cuatro líderes. Todo el mundo seguirá vuestras órdenes. Por tanto, a partir de este momento, viviréis en esta casa. El piso de arriba consta de cuatro habitación. Cada una está asignada a uno de vosotros. Tendréis sirvientes y nos juntaremos todos los días en esta sala a las seis de la tarde. No lo olvidéis bajo ningún concepto.
¿Vivir allí? Era una locura. ¿Con criados? ¿Tan importantes eran? Al parecer sí, ya que el Sr. Guten lo dijo con mucha seguridad.
En ese momento, se despidió de ellos y cada uno subió las escaleras para ir a sus respectivas habitaciones. Tal y como el Sr. Guten les había ordenado.
ESTÁS LEYENDO
© Saga Elementos: Fuego (I)
FantasíaSe acercan las tormentas. El Sol cada vez esta más cerca de la Tierra. Pero cuatro chicos con poderes sobrenaturales se encargarán de salvar el mundo. Fuego, Agua, Aire y Tierra se tendrán que unir para conseguir frenar la catástrofe que acecha al m...