DIOS SABE QUE LO INTENTÉ

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Multimedia: Lana del Rey- God knows I tried.


—Denise, ponte algo atrevido para mí —es lo primero que dice César al tenerme entre sus brazos. Mentalmente me voy preparando para la confrontación que me espera al responderle.

— ¿Solo a eso viniste a verme al trabajo? —a modo de respuesta deja unos pequeños besos en mi cuello —. No voy a usar nada con lo que no me sienta cómoda.

— ¿Por qué no quieres? —Replica con un toque de molestia —, ¿por qué no quieres hacer esas locuras conmigo, cariño?

—Porque aún tengo un poco de cordura dentro de mi sistema —eso y que no me siento cómoda con que me esté forzando a hacer cosas que no quiero hacer. Se supone que él es mi pareja, no debería estar obligándome. No soy su juguete sexual.

— ¿Y prefieres la cordura que a mí? —ahora si lo escucho molesto por mi respuesta —. ¿Por qué prefieres la cordura antes que nosotros? En lo que deseamos los dos.

— ¿En lo que deseamos los dos? —me suelto de su abrazo para encararlo frente a frente —. ¿Qué es lo que deseo yo César? —calla mientras mira hacia otro lado —. No me gusta que las cosas estén avanzando tan rápido entre nosotros. Yo no soy como esas chicas con las que anduviste antes. Y eso lo sabias desde el principio.

—Ya sé que no eres como ellas, tú eres mejor —bufo con impaciencia —. Y a mí no me da miedo que avancen así de rápido las cosas, porque todo es contigo, hermosa.

—Yo también quiero vivirlo contigo, pero despacio. Todo a su tiempo.

— ¿Es por lo que lleguen a pensar tus padres? —no respondo —. Ellos no se van a enterar. Y no importa si lo que te pido que hagas es bueno o es malo. Es para nosotros solamente.

—Por favor vete César. Tengo que trabajar, y no tiene que haber distracciones dentro del local.

5 de Marzo del 2018.

— ¿Hay algún problema entre Gael y tú? —me pregunta Catalina una vez que entramos a nuestra casa. En la entrada nos topamos al susodicho, quien solo saludó a ella, como si yo fuera invisible.

—Catalina —le respondo con toda la calma del mundo —, ha habido problemas entre los dos desde que puse un pie en Vallarta. No es nada nuevo que contar —abro el frigorífico para sacar una botella de jugo de naranja.

—Eso lo sé. Pero ya había días en los que se hablaban civilizadamente —hago una pequeña mueca —. ¿Qué fue lo que pasó entre ustedes para que volvieran al inicio?

—No tengo idea. Gael es una persona confusa —le confieso con sinceridad —. Con presto es agradable y luego es un grinch malhumorado. Cada que lo veo no sé con qué me voy a topar.

—Supongo que todos tenemos nuestros días en los que no queremos saber del mundo. Pero lo que trae este chico es algo más —la miro esperando a que prosiga —. Pero eso lo vas a tener que descubrir sola.

Se retira a la sala donde toma a toby entre sus brazos antes de tomar asiento en uno de los sillones. Se pone a jugar con un ratón de estambre mientras descansa un poco. Dentro de dos horas va a tener que irse a cuidar a su madre.

La ignoro mientras me encierro en la habitación para escuchar un poco de música. Un poco de tiempo a solas.

Aunque el gusto me dura poco, ya que a los veinte minutos desde que me acuesto comienza a vibrar mi celular para indicar que hay una llamada entrante. Me enderezo al ver de quien se trata. Apago la música para hablar en silencio.

La única excepciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora