La única excepción

ENTRA EL COCO.

Multimedia: Enter Sandman (Violet Orlandi cover)

Hay viajes que no son para descubrir mundo sino para conocer el tuyo. Hay lugares que siempre tendrán historia, aunque no tuvieran un lugar feliz.

Que poca suerte tuvieron los que no pudieron soñar alto, ni vivir lento, aquellos a los que se les paró el tiempo demasiado pronto. Cuanta suerte tenemos todos los que podemos pasear sonriendo.

La maldad existe.

La bondad también.

Lo sé porque alguien un día decidió que si el mundo recordaba para siempre sus errores impediría catástrofes.

ꟷRaquel Beckꟷ

Quedo estática al ver a César del lado extremo de la plaza. Lleva puestos unos lentes de sol mientras va concentrado en su celular sin prestar atención a las personas que tiene a su alrededor.

Han pasado varios días de aquella noche. Él no me ha buscado por el restaurante al igual que las otras veces, no me ha llamado para ver cómo me encuentro. Ni siquiera me ha mandado ningún tipo de mensaje, al contrario, me ha bloqueado de sus redes sociales.

Lo que sucedió entre nosotros no se lo he contado a nadie, no quiero que me miren con lástima. Solo Becca sabe lo que ha pasado, y ella no deja de lanzar maldiciones en contra de él.

Entonces ocurre, él despega la mirada del celular para encontrarse con la mía. Con lentitud se quita los lentes para verme con mayor atención. Esa mirada. Esa mirada es una de esas que no creo poder olvidar por mucho tiempo.

Me recorre con la mirada de arriba abajo, en su rostro aparece una mueca de desagrado. Sacude la cabeza antes de volver a colocarse las gafas. Un nudo se instala dentro de mi pecho al ver como se retira sin decir nada.

Los ojos me escuecen, pero no lloro un una puta lagrima. Ese hijo de puta no lo merece. Me repito eso una y otra vez hasta que llego al café. En la entrada se encuentra Isabela de pie con semblante serio.

— ¡Hey! —le saludo tratando de sonar lo más animada posible —, ¿por qué esa cara?

—Vengo de ver a Angie —con eso lo dice todo. Desde la muerte de su familia, mi amiga se ha sumido en una terrible depresión. Me aferro a esa situación para no preocuparme por mis problemas amorosos. A ella la vida sí que la ha molido a golpes.

— ¿Cómo se encuentra? —le pregunto mientras la invito a pasar al restaurante —. Espero y un poco mejor.

—Por lo menos ya dejó los antidepresivos, ya sale de su habitación para convivir con su familia —suspira —. Denise, ¿puedo hacerte una pregunta?

— ¿De qué se trata? —le pregunto extrañada. Las dos entramos a mi oficina para poder platicar con más privacidad.

— ¿César sigue siendo tu novio? —su pregunta me toma por sorpresa. ¿Será que Rebecca ya les dijo algo? Espero que no.

— ¿Por qué la pregunta? —la interrogo con un hilo de voz.

—Solo responde la pregunta —su mirada se torna seria.

—Honestamente —cierro los ojos al recordar la escena de hace unos instantes. Al recordar todo lo sucedido en los últimos días —, ya no lo sé —voltea hacia otro lado para que yo no vea con precisión la expresión en su rostro —. Isa, ¿por qué me preguntas eso? ¿Qué sabes tú?