Capitulo 14- Una mala pasada

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CAPITULO 14: “UNA MALA PASADA”

Sonó el timbre, por lo que tuve que levantarme e ir a abrir, me encontraba sin camiseta aunque eso no me importó, al fin y al cabo era mi casa y podía vestirme como quisiera. Cuando abrí me quede totalmente anonadado, no esperaba que fuese a venir, era Victoria.

La invité a pasar y vi como se quedaba mirando mi torso desnudo, no sé porque pero me gusto ver su mirada recorriéndome y sobre todo verla morder su labio inferior. Se veía muy sensual llevaba unos pantalones ajustados y una blusa que dejaba poco a la imaginación su sostén podía verse a través de la tela era una imagen que le gustaría ver a cualquier hombre. Aunque pensándolo bien no sé si quisiera que la viera cualquiera, pero eso no importaba estaba conmigo en mi casa y eso es lo único que cuenta.

Nos saludamos y empecé a preguntarme que era lo que hacía ella aquí, no es que no me gustase  que estuviese parada frente a mí, todo lo contrario me encantaba más de lo que quisiera admitir.

-          No es que me moleste tu visita, pero no entiendo qué haces aquí?

-          Emm… la verdad es que… vine a verte a ti- qué me vino a ver a mi? Eso sí que no me lo creo.

-          A mí? Y por qué?- pregunte sumamente curioso, a lo que ella agachó la cabeza.

-          Este… yo… quería ver como estabas después de todo lo que ha sucedido.

-          Estoy bien, aunque no era necesario que vinieras- le dije y me acerque a ella, tome su mentón con mi mano para que me mirara a los ojos- de verdad viniste solo por eso? Tanto te importo?- nuestras miradas quedaron enganchadas por un largo rato, no sabría decir a ciencia cierta cuanto tiempo fue, pero pareció como que el mundo desapareciera y fuéramos sólo nosotros dos.

-          Me importas… y mucho, más de lo que quisiera- mis oídos no creían lo que estaban oyendo, le importo! Acerqué mí frente a la suya hasta que se tocaron y nuestros labios se encontraban apenas a unos centímetros de distancia.

-          Y tú me importas a mi- ambos nos penetramos con la mirada y fuimos acercando nuestras bocas lentamente hasta que el tan ansiado contacto llegó.

Fue un beso lento y suave, en un momento dado mordí su labio inferior lo que me dio acceso a su lengua, lo que hizo que el beso se volviera más apasionado y profundo. Tome su rostro entre mis manos y continué besándola como si no hubiese un mañana. Sentir sus labios fue increíble, eran suaves y tiernos, y se movían igual de desesperados que los míos. Fue un beso cargado de diferentes emociones, por un lado había ansiedad, deseo, pasión y por otro había ternura y dulzura. A su vez me generaba una sensación de pertenencia, de seguridad que nunca sentí antes, fue como muchos dirían mágico.

Nos separamos sólo cuando respirar se volvió una necesidad y volví a apoyar mi frente sobre la suya. Ambos estábamos agitados y nos quedamos mirándonos hasta que nuestras respiraciones se regularizaban un poco.

-          No sabes lo que te necesito- le dije casi en un susurro.

-          Y yo a ti- me contesto mientras sus manos acariciaban mis mejillas.

La tome por la cintura para acercarla aún más a mí y volví a besarla. Acariciaba su espalda de abajo hacia arriba, mientras ella tiraba de mi pelo para que no la soltase. Poco a poco sus manos fueron bajando primero acariciaba mis hombros, luego mis brazos, para terminar en mi pecho, sentir sus manos calientes en mi torso desnudo hizo que me encendiera en llamas. El beso seguía subiendo de temperatura, por lo que fui moviéndonos hasta que la atrape entre la pared y mi cuerpo. Mis manos curiosas fueron avanzando debajo de su blusa, acaricie su vientre y fui subiendo poco a poco hasta toparme con sus dos grandes pechos, el solo rozarlos hizo que ella gimiera en mi boca.

No lo creí posible...Where stories live. Discover now