Pecados

8. Juguemos

Capítulo ocho

"Juguemos"

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Me sentía como una niña al despertarse en la mañana de navidad. Durante toda la mañana no había podido parar de tararear canciones. La noche de ayer parecía un sueño, mejor dicho un cuento de hadas.

Después de realizar mis cotidianas tareas de la casa, me disponía a revisar el buzón de voz. <<Tal vez Dylan, me ha llamado mientras limpiaba la cocina...>>.Fantaseaba con esa idea.  Pero rápidamente mi alegría se vino al suelo cuando escuche esa voz familiar, literalmente demasiado familiar.

-¡Soy Dalia! Cuanto tiempo ¿No?- fingía emoción-. Quería decirte que el Lunes dormiré en tu... Se llama apartamento hoy en día a las pequeñas pocilgas ¿Verdad? 

En estos momentos me daba igual su comentario hacia mi casa, pero lo que me estaba creando un ataque de pánico era el echo de que la vería en cinco días.

-A mí tampoco me gusta mucho la idea... Pero mi avión hace escala en Londres. ¡Ah! Por cierto, no intentes convencer  a Papá y Mamá de que no me quede aquí, porque no creo que les haga mucha gracia que su hija la mantenida no deje quedarse a dormir a su pobre hermana estudiante de medicina... ¡Nos vemos!

¡La odio!  Como puede tener la cara de presentarse en mi piso después... ¡Después de todo! Y encima amenazarme con Papá y Mamá. Me senté frustrada en el sofá, no podía hacer nada, acabaría saliéndose con la suya... Como siempre.

A punto de caer dormida, el teléfono volvió a sonar. Estiré mi mano para descolgarlo.

-¿Diga?- contesté adormilada.

-¡Valentina!

Era Roger, se le notaba muy contento.

-¿Qué tal Rog?

-Perfecto, más que bien. ¡Tengo una muy buena noticia!- exclamó Roger.

-¿Qué ha pasado?-dije intrigada.

-¡Es mía! D.G Discos, ¡Es mía!

-¡¿Cómo?! Oh Rog, me alegro mucho por ti- dije con sinceridad.

-Joffrey me ha dejado como herencia la tienda- deja soltar un hilo de voz-, me hubiera gustado tener D.G Discos de otra manera...

Su dolor se podía apreciar a pesar de los quilómetros que nos separaban.

-Roger si necesitas hablar del tema...

-No, gracias pero no. Te llamaba para...- se aclara la voz- para invitarte a celebrarlo, con los chicos.

-Gracias, pero creo que paso... No estoy de muy buen humor y una fiesta no creo que sea lo mejor.

-¿Qué te ha pasado?-pregunta Taylor.

Esa pregunta podía volver a desencadenar nuestro odio. Sacar el tema de Claudia sería demasiado para nuestra "amistad".