Capítulo catorce
'Lagrimas desordenadas'
-Hola Dylan...Soy Valentina
-Ah, ¿Qué tal cariño? - dijo sin importancia.
-Bien... Me gus-
-¿Te importa que te llame luego? Estoy bastante ocupado- me interrumpió.
Puse lo ojos en blanco, él siempre estaba ocupado. Pero antes de que pudiera colgar lo nombré:
-Dylan, hemos de hablar- mi tono era seco- Y cuanto antes mejor.
Hubo unos instantes de silencio. Pese que sabia que esto era lo mejor, ya que esta especie de relación no iba a ningún sitio, no podía evitar que me doliera.
-Claro, sí sí, cuando quieras- parecía nervioso- ¿Vamos a cenar sushi esta noche? Yo, yo invito.
-Okay.
-¿A las ocho?
-Sí
Estaba dispuesta a colgar, pero de repente, las palabras más inoportunas cruzaron desde la otra línea:
-Valentina, sabes que te quiero ¿no?
Esto no era justo, era la primera vez que me lo decía. Durante estos últimos meses me lo he pasado muy bien con él, ha sido muy caballeroso, pero también me ha hecho sentir muy sola durante esos momentos que me ha dejado plantada en alguna situación que era importante para mí. Lo quiero... pero por Roger siento algo mucho más fuerte. Estas ultimas semanas me he sentido muy confundida sobre mis verdaderos sentimientos hacia él, incluso no sé si puedo confiar plenamente en Rog... No sé si amo a Roger, pero creo que vale la pena darle una oportunidad.
Pero para que esto funcione, tengo que dejar las cosas claras con Dylan, se merece una explicación.
-Sí, nos vemos esta noche.
Cuando colgué no pude evitar que se me cayeran unas cuantas lágrimas, estas ultimas horas habían sido un torbellino de emociones. Sin embargo, no podía quedarme todo el día en casa de Georgina i Libue comiendo helado... Tocaba dar el siguiente paso, hablar con Roger. Las cosas entre nosotros dos se habían quedado un poco mal desde la ultima vez que nos vimos, por mi culpa... Por esta razón, tenia que hablar con él en persona.
Libue y Geor se habían marchado hace unos minutos, así que decidí dejarles una nota en la nevera explicándoles a donde me dirigía. Una vez pegué el trozo de papel en la nevera, cogí prestado un vestido verde de Georgina, ya que seguía con el mismo vestido de fiesta que me regaló Roger. Cuando ya estaba lista, salí del departamento. Bajé las escaleras eufóricamente, los remordimientos que tenia desaparecieron inmediatamente. Parecía una niña en la mañana de Navidad, ansiosa por abrir los regalos o en este caso de ver a Roger. Me puse en el borde de la acera para pedir un taxi. Levanté mi brazo con entusiasmo. Finalmente, un taxi se detuvo y de él, salió un anciano alto y delgado con un bigote muy divertido. Me abrió la puerta y entré. Me apoyé en el respaldar, cerré los ojos y sonreí.
...
Estaba delante de su edificio, miré hacia alrededor como si esperara que alguien me detuviera. Respiré hondo y entré. Mientras que subía las escaleras mi mente jugaba conmigo, haciéndome recordar lo que Taylor me había echo años atrás...
<<Ya es hora de perdonar>> me repetía constantemente. No valía la pena seguir siendo rencorosa, Roger había cambiado, yo lo sabía. Por fin las interminables escaleras se acabaron y llegué a su ático. Me planté unos segundos delante de su puerta verde, escuchaba voces pero no quería irme, había echo todo este camino para poder hablar con él. Seguidamente, llamé a la puerta.
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Pecados
FanficTodo el mundo comete pecados , pero ¿Los repetirías con la persona que te rompió el corazón cuando tenías 16 años? Hay una ligera linea entre el odio y la pasión, ¿en que lado se quedarán Rog y Valentina?