Capítulo 6.

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Estaban todos compartiendo mesa, risas y burlas de tiempos pasados y presentes.

—Tony, tengo una duda enorme.

—¿Qué sucede, Nat?

Todos prestaron atención, incluyendo al Capitán quien tomaba de aquel dulce líquido que había preparado.

—Ya que son pareja y tú eres un Playboy ¿quién le dará a quien?

Y entonces el Capitán retrocedió para escupir asombrado, sintió su rostro hervir de sobremanera.

—¡Obviamente yo le daré a ese precioso culo!

—¡Tony, lenguaje! -Trataba de recuperarse mientras tosía con suavidad, sintió como su pareja le tomaba de la cadera para darle la vuelta.

—Este trasero es una joya y me siento halagado de ser yo quién lo estrene.

El Capitán quería que la tierra lo tragara en ese instante, sentía una vergüenza inimaginable.

—Tony, este no es momento de decir esas cosas -vió a su pareja con aquel sonrojo evidente.

—Steve, en Asgard nunca vi un trasero de admirar y eso que llevo muchos años vivo.

—¡Hey, hey! Esta es mi mercancía Thor, no puedes verlo -Sus rasposas manos se posaron sobre los glúteos del rubio.

—Tony, deberías dejar ya al Capitán, tendrán ustedes sus momentos íntimos y nosotros no queremos ver eso. Por favor.

Steve asintió, apoyando a Banner quien le veía comprensible. A regaña dientes aquel moreno acepto dejando que su pareja tomara asiento.

Al fondo se escucharon algunos timbres informando que alguien había entrado.

Todos se habían preparado por si era algún enemigo, pero no, apareció Pepper sonriendo, con algunas bolsas de comida.

—¡Hola, hola!

No cargo más, Thor corrió hacia las bolsas comenzando a decirles a la mayoría del equipo que serían suyas, desaparecieron entre los pasillos con bullicio.

—Hola Tony, hola Cap.

—Buenas tardes señorita Pepper. -Saludó viéndole con respeto.

—Siempre tan educado. No cambie.

—¿Qué sucede, Pepper?

—Venía a ver cómo estabas y como seguías, conociéndote eres capaz de volver a cama de forma instantánea.

Los dos rubios rieron un poco, si algo podía caracterizar a un Stark era eso; encontrar la forma de volver a cama incluso se haya levantado apenas.

—¡Hey! Esto no es para nada cómico. Estoy bien, saludable gracias al Capitán -Sonrió de forma amplia, dejando que las suaves líneas se hicieran presentes en su rostro y aquel precioso brillo de sus encantadores achocolatados.

—Así que usted mantiene saludable a mi Tony, muchas gracias Capitán.

Asintió un poco, con una suave sonrisa.

—Bien, creo que les dejaré platicar solos -tomó sus cosas y abandonó el comedor desapareciendo del lugar minutos después.

Aquella rubia no pudo evitar reír.

—¿Qué sucede, Pepper?

—Es tan encantador ver cómo intenta ocultar sus celos.

NO ASÍ, NO TÚ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora