Capítulo 4.

359 35 1
                                    

Aún se sentía adormilado, deseando más de aquel suave tacto de sus labios.
La noche se había vuelto su cómplice, siendo cubiertos por las tímidas estrellas que no querían romper su amor.

—Steve, se que tú me conoces más de lo que yo puedo hacerlo, también sé que mi historial no es algo de agrado -rió de forma seca.

—Pero, te amo a ti, Steve. Cuando estaba en el espacio, solo tú aparecías en mi mente y eso me daba fe de volver. Tú me dabas fuerzas.

—Tony, yo.. -y sintió las manos del moreno cubrir sus labios.

—Por ello, me puse como meta volver, verte de nuevo. Al final, comenzaba a sentirlo imposible y mi pecho dolía por ello, pero fue gracias a aquella mujer que mi deseo se hizo realidad y ahora puedo sentirte, tocarte y besarte. Quizás lo que pido sea mucho, pero te quiero a ti conmigo, como mi pareja; mi acompañante.

Lentamente sus manos fueron tomadas por otras suaves, siendo jalado hasta impactar en un nuevo beso; más profundo, más lleno.
Sus cuerpos actuaron por inercia, pegándose más.

Las estrellas los adoraban tanto, que dejaron que su suave luz los envolvieran. Cuidándolos y uniéndolos por la eternidad.
Poco a poco se separaron, viéndose, amándose.

—Tony, cuando sucedió todo esto, me puse como meta traerte de nuevo para poder hacer esto. Para decirte que te amo, que igual te quiero conmigo. Fui tan tonto que me di cuenta muy tarde.

—Entonces, Steve ¿quieres ser mi pareja? Sin engaños, mentiras y mucho menos traiciones. Prometo cuidarte, amarte y atesorarte por siempre.

Y este tercer beso lo confirmo; ahora eran parejas y las estrellas fueron testigos de su amor.

NO ASÍ, NO TÚ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora