A tu lado [HopeV] Omegaverse

11

—Aun no hay un final, padre nunca nos lo contó.

Yo me quede petrificado al escuchar aquel relato. Si decía que madre luna estaba involucrada en esto ¿quien sera aquel joven? O simplemente era un hermoso relato que fueron cambiando de generación en generación.

—¿No sabes ni siquiera si el cachorro se volvió príncipe?

—No, se supone que es parte del final, el cual no existe.

Asentí nuevamente. El me sonrió.

—Listo, solo falta poner algunos de tus remedios pero eso tu ya lo sabes ¿no?

—Si —dije en voz baja.

—Tae —tomó mi barbilla y la giro hasta que nuestros ojos se conectarán —, voy a pedirte algo que puede sonar tonto pero ¿me dejas ver a tu lobo?

—¿Quiere ver a mi lobo? ¿Por que?

Estaba tan confundido y mi lobito tan emocionado. Corría dentro de mi y movía la colita. «¡Nuestro alfa nos quiere ver!» repetía una y otra vez.

—Si.. No se como explicarlo solo es algo tonto, lo siento. Fui también un egoísta, tu estas herido y yo pidiéndote cosas como estas.

«¡No!»

-¡No! —dije al mismo tiempo que mi lobo—digo, está bien pero ¿puede ser un poco mas adentro del bosque. Y las heridas sanan. —dije restándole importancia al ardor.

El sonrió feliz. Así que me tomo entre ambos brazos, yo podia caminar perfectamente pero su olor me estaba embriagando, me acerque para apreciar mas el olor a Lima y a menta, fresco y nada insoportable. Sus brazos se sentían cálidos y reconfortantes. Y cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo me avergoncé.

—L..lo siento

—Shh, calma.

Me bajo de sus brazos. Vi al rededor del bosque y me di cuenta de que los árboles nos cubrían, era perfecto para que nadie mas viera a mi lobo. Y no es por alguna regla estricta, si no que se intimida muy rápidamente.

—Tengo que... —dije señalando mi ropa esperando que entendiera el mensaje.

—Oh, si...

Se giro rápidamente y yo empecé a desnudarme. Lo hice como pude sin lastimarme mucho. Cuando quede al desnudo no faltaron palabras para que mi lobo se presentara al hombre que teníamos frente a nosotros.

Mi omega ahora tenía todo el control y como era de esperarse se acerco al príncipe por detrás para después dejar una leve lamida en su mejilla.

Se giro para vernos y su cara de sorpresa nos dio alegría.

—Eres tan lindo —Susurro mientras acariciaba nuestro pelaje —T..tu pelaje es de un tono blanco pero tiene destellos azules —acaricio con delicadeza y volvió a hablar—. Entonces creo que la palabra lindo no te va.

Lo vimos de lado y un poco tristes.

—No cachorro, lindo no te queda —Se quedo pensativo y hablo nuevamente —Mas bien... eres hermoso.

Mi lobo movió las patas y la cola feliz mientras que yo por dentro sentía un revoloteo. Hasta que mi lobo empezó a acercar su nariz al cuello del príncipe, mi lobo pedía por su alfa.

—¿Tu también quieres verlo?

Mi lobo salto de alegría dándole el mensaje claro.

Entonces el también se empezó a desnudar y por un momento tome las riendas para voltear y que mis ojos no vieran su anatomía. Pues cuando sea humano nuevamente ¿como lo vería a los ojos sin tener vergüenza? Así que esperaría alguna señal para saber si podría voltear.

Pero lo que me sorprendió fue una leve mordida en mi oreja.

Giramos y ahí estaba... Un hermoso lobo Negro, profundo. Unos ojos rojizos que decían: pasión y fuerza sin embargo no intimidan. Era incluso mas alto que mi pequeño omega.

Nuestros lobos se empezaron a olfatear, y su lobo dio una juguetona lamida. Entonces se puso en posición para "retarnos" sin embargo era un juego ameno. Así que se lazo sobre mi y gracias a mis reflejos no me toco ni un pelo, mi lobo se burlaba de el caminando con gracia. Hasta que sentimos un ataque por la espalda y su lobo ahora era el que reía. Empezaron a jugar hasta que mi lobo se rindió por el cansancio. El lobo negro nos vio con burla pero también se rindió, se acerco a nosotros y sus ojos no dejaron de vernos por lo que nos hizo ser sumisos. Mi lobo se tiro de espaldas enseñando su panza mientras que el se acerco a olfatear nuestro vientre donde estaba la fertilidad de este.

Nuestros lobos se dieron una caricia frotando sus mejillas una con la otra y finalmente con un lenguetazo en las mismas se despidieron.