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Mientras todos celebraban la boda, Taehyung era felicitado por la pequeña masa de gente que había sido invitada a la boda.

Por este día se dijo así mismo que tenía que disfrutarlo, que no había nada ahí.

Hoseok también por su parte estuvo siendo felicitado, sin embargó había llegado la hora de marcharse, no quería que el bosque se volviera más peligroso y que los hallarán antes de tiempo.

El alfa llegó a lado de su ahora esposo y le dio un beso lleno de pasión.

—Cachorro, es hora de irnos.

Taehyung vio confundido a su esposo —¿De irnos? ¿A dónde?

—Es una sorpresa, es solo para nosotros.

Tomaron sus cosas previamente separadas y acomodadas por la servidumbre y se escabulleron entre la fiesta y la gente sin que nadie notará que presencia.

Hoseok sabía que era más fácil irse de esta manera, sin tantos guardias rodeando y llamando la atención, era lo que menos quería.

Jaebum, el rey. Hizo que el pelinegro se aprendiera el camino hasta la cabaña para después tomar el mapa y quemarlo hasta que no quedará ni un rastro de él.

El caballo galopa con grande fuerza haciendo que el viento choque contra ambos cuerpos, pero no sentían miedo, sentían una libertad que solo ellos podrían describir.

Sin grandes muros atrapándolos, sin nadie más vigilando cada movimiento que emplean. Hoseok no sabía cuándo acabaría esa libertad, sin embargó quería darle la mayor felicidad a su omega.

Tomaron a Mang, el fiel amigo de Hoseok, el único que lo acompañaría a este nuevo camino.

-Hoseok -Hablo tae en medio del galopeo del caballo -Se que hay muchas cosas que aún no me has contado, pero quiero que sepas que si todo lo estás haciendo por nosotros tres no importa nada más. Estoy feliz de estar a tu lado, no puedo pedir nada más.

Hoseok sintió cálido su pecho, sus sentimientos eran similares y ambos estaban bien con eso. El alfa agradecía la comprensión de su lindo omega.

[No suelo pedir nada a los dioses. Sin embargo, pido que nos protejan y que siempre Tae y nuestro cachorro estén a salvo.] dijo Hoseok en su interior.

Después de un largo camino llegaron al bosque, la luna alumbra con su gran resplandor hasta que vieron a lo lejos un pequeño rio y unos metros más allá una cabaña de tamaño medio. Hoseok sonrió al recordar estar ahí hace unos días, pensaba en una pequeña cabaña a penas para dos personas. Sin embargo, parecía haber tenido otros planes su padre.

Al llegar el primero en bajar fue Hoseok para después tomar al hermoso omega en sus brazos. Tae estaba dispuesto a bajar de ellos, sin embargo, el alfa no se lo permitió. Camino con él entre sus brazos hasta estar dentro de la cabaña. Le dio un pequeño beso en sus labios y lo dejo en un pequeño sillón que se encontraba en uno de los espacios de la cabaña.

—Iré a meter a Mang a la pequeña caballeriza.

Tae asintió y al ver salir a Hoseok miro a su alrededor. Comenzó a explorar cada rincón y se dedicó a prender cada candil que se encontraba ahi. A pesar de parecer un poco abandonada era cálida a su manera, en el ambiente se podía sentir un toque a durazno el cual ya era muy tenue, pero estaba ahí.

Miro la pequeña cocina, la cual estaba abarrotada de comida, desde frutas y verduras frescas, carne deshidratada, harinas, especias y levadura. Todo parecía indicar que Hoseok había estado ahí desde antes y había preparado perfectamente todo.

Sintió unos brazos rodearle y un beso en su mejilla.

—Si, yo prepare todo. Sin embargo, tengo dos sorpresas más para ti.

Tomó su mano y lo arrastro sin preguntarle más. Caminaron por un pequeño pasillo hasta llegar a una puerta la cual el alfa abrió y Taehyung sintió sus ojos aguarse. En medio de ella había una pequeña cuna.

—Quiero que tengas a nuestro bebé aquí. Mamá en cuanto se enteró que tendríamos un cachorro ella no parecía feliz, pero después mando a hacer mucha ropita especial para nuestro cachorrito o cachorrita. Papá nos dio la cuna y algunos juguetes que también mando a hacer.

—Es hermoso.

—Tae —dijo Hoseok interrumpiendo—No necesito un gran castillo y grandes riquezas si tu no estas a mi lado. Te amo.

Dejo un pequeño beso y sintió sus emociones a flor de piel.

Tae sollozo en los brazos de su alfa al sentirse tan protegido y amado.

Hoseok tomo nuevamente de la mano a Taehyung llevándolo a la habitación principal. El omega se maravillo con la vista que este le daba. Una gran ventana, la cual le daba una gran vista de aquel maravilloso bosque. Muchos árboles nublan la vista hacia la cabaña, pero sin duda es mejor la vista desde adentro hacia afuera.

Taehyung inconscientemente pensó en un nuevo inicio. Si, todo se sentía más lejano al futuro. Es incierto para Taehyung el hecho de volver pronto al castillo. Aun faltaban cuatro meses más para que su bebe nazca. Sabia que algo más fuerte está sucediendo en el pueblo, sin embargo es egoísta al querer mantenerse a salvo.

Una guerra se aproxima claramente. Tae vio a su esposo a los ojos.

—Tú me amas, ¿Verdad?

—Lo he jurado hoy ante muchos. Te lo dije desde el día en que estuvimos juntos ¿Por qué preguntas algo así?

-Entonces debes amarme tanto y por lo mismo debes enseñarme a defenderme. Enséñame a usar la espada.

Hoseok lo miro sorprendido.

—Pero Tae ¿y nuestro cachorro? Puede resultar peligroso.

—Hoseok, sé que uno de los dos podemos perdernos en las sombras de la muerte. Lo sé, lo presiento, una guerra se aproxima. Tal vez tu salgas a defenderme, pero es incierto el futuro, pueden venir y atacarnos.

—Yo estoy para protegerte. Tu mismo lo has dicho, pero también podría no pasar.

—¡Hoseok! No lo sabemos, pero debemos estar protegidos. Ahora somos uno de muchas maneras y así como tu estas para mí, yo también estoy para ti. -El omega tomo con delicadeza el rostro de su alfa y conecto sus ojos nuevamente-. Ve por nosotros, los tres -con la mano libre tomo la mano de su alfa y la poso sobre su ya crecido vientre-. Temo perderte, temo por todo lo que puede venir, pero recuerda somos uno -dijo repitiendo sus palabras esperando que el alfa comprenda-. Nos necesitamos y seré un omega pero prometo ser fuerte.

Los ojos de Hoseok lagrimearon. El también tiene tanto miedo de lo que pueda pasar. Hace algunos meses aun era un joven quien se negaba a un matrimonio y a una familia y ahora estaba casado y formando una. No, el no se arrepiente. Se siente orgulloso de su omega al querer aprender a luchar, por su hijo, por él.

Junto su frente con la del omega esperando que no haya ninguna complicación en el proceso.

—Esta bien. Yo te enseñare como mi padre me enseño, y tu eres más fuerte que yo, no tengo que dudarlo. 

A tu lado [HopeV] OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora