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El dia se torno lluvioso, las nubes están espesas y las gotas de agua cubren las plantas, los árboles se mueven con la corriente. Me preguntaba que guerra había en el cierto o que tan tristes estaban los dioses para que el dia se tornará tan gris. 

Un presentimiento me hizo doler el pecho sin embargo no debía pensar en ello. 

Mire mi pequeña barriga de dos meses, apenas y se podia notar, pero mi lobito aullaba feliz al sentir a nuestro bebé creciendo. Pronto, en dos dias, la boda se llevara a cabo. Los nervios me invadieron, seria una boda sencilla y un poco rápida. 

Tocaron la puerta y yo sali de mis pensamientos. 

—Adelante. 

El sastre entro junto a Hoseok. Hoy serían los toques finales de los trajes de ambos. Insistieron en hacerles detalles de oro.

—Hola precioso.

Dejo un pequeño beso en mi mejilla y uno más duradero en mis labios mientras acariciaba mi creciente barriguita. 

Desde que nos enteramos de la llegada del cachorro Hoseok tomo la costumbre de cada dia acariciar mi pancita, sea conciente o inconscientemente. Y por alguna razón cada vez se volvía mas posesivo, no dejaba a nadie tocarme, a excepción de el rey, la reina y Jimin. 

Como ahora, mientras el sastre se acerca a mi hoseok gruñe. Ya habiamos pasado por esto desde el primer dia —el cual fue mas desastroso que un simple gruñido— sin embargo ahora se estaba controlando, al menos eso esperaba.

Decir que la propuesta de matrimonio no me tomo por sorpresa, seria una vil mentira. Sin embargo no pensé en mucho al ver la situacion tensa que se mantenía en el palacio. El peso en hoseok debía ser muy grande en este momento al tenerme a mi y ahora al bebé. 

En algunas ocasiones le pregunte a Hoseok si estaba del todo seguro. El por supuesto había respondido que si. Aún tenía dudas, pero no de casarme con el, eran dudas de que pasara en un futuro, aun que no quería pensar mucho en el, era inevitable. 

Muchas sensaciones me albergaban. Intentaba no pensae para no preocupar tanto a Hoseok. Solo quería que fueramos muy felices. Sin nada que se interponga.

Durante estos meses no he visto a mi madre. Solo hemos hablado a traves de la noche y el viento. Ella esta feliz de saber que tendré un cachorro —o eso quiero creer— su voz se escuchó preocupada desde ese dia y no deja de hablarme cada noche. Me prometió venir pronto, ella no vino el dia que la reina la invito pero también dijo que iba disculparse cuando aparezca por aqui.

—Majestad...

Sali de mis pensamientos al escuchar a aquel hombre hablándome...

—Disculpe, —dije sonrojado por mi falta de atención—¿que dijo?

—Que si podia levantar los brazos para medir su cintura. 

Asentí y hice lo que me pidió. Sin embargo cuando empezo a rodear mi cintura por instinto cubrí mi barriguita. 

—L..lo siento —mire a el señor simplemente sonreir—, es instinto...

—Lo se, tengo dos hijos y lo mismo hacia mi esposa cuando estuvieron cada uno de ellos en su vientre. 

Sonreí al escuchar eso. Y fue inevitable imaginarme a Hoseok junto a mi y varios cachorros corriendo al rededor del castillo. Las risas cortando la tensión y sus imaginaciones infantiles volando muy alto. 

—Muy bien, mañana, antes del atardecer sus trajes estarán listos. 

Ambos agradecimos y el hombre se fue dejándonos solos y a mi aun mas pensativo.

Mi corazón se aceleró al saber que solo un dia nos separaba del dia más especial de mi vida. Las reacciones, el futuro y mis nervios me aterraban. 

—Todo va a estar muy bien cariño, ¿cierto bebe?

Hoseok acaricio con amor mi barriguita y dejo pequeños besos en mi cuello. Lo cual me empezaba a distraer y las hormonas no me ayudaban con el control en mi, al principio fue fácil, sin embargo con el inicio de este mes todo se volvía un desastre. 

—H..hoseok sabes q..que no podré controlarme. 

—¿Y quien dice que quiero que te controles?

Después de haber dicho esto me tomo entre sus manos y me cargo delicadamente hasta recostarme en la cama. Sin embargo sus besos comenzaban a intensificarse y mi lobo aullaba por ser tomado y consolado. Y claro que mi alfa lo haría sin pensarlo dos veces. 

Separo sus labios de los míos para llevarlos a mi cuello. Y se detuvo aún momento admirando el aroma ahora mezclado a mi, gracias al embarazo.

—Quiero que me montes.

MI piel se erizo ante su petición y asentí con emoción.

La ropa fue despojada de nuestros cuerpos entre torpes intentos y con emoción de sentirnos uno al otro.

Lentamente se sentó en medio de la cama y con su mirada me llamo. Tan hipnotizado fui hasta quedar sentado en sus muslos con las piernas a cada lado de sus caderas. El me tomó por el trasero e hizo que me acercara mas a el haciendo una deliciosa fricción con nuestros penes provocando que un gemido salga de mi boca bastante alto.

Nos besamos con un poco más de paciencia mientras el acariciaba la curva que se hallaba entre mis caderas y mi torso. Con un poco mas de cuidado bajo una de sus manos por mi trasero hasta llegar a mi entrada, la cual ya estaba bastante mojada, y metió uno de sus dedos tan despacio que me hizo delirar. Cuando senti el segundo todo el placer me estaba ahogando, sin embargo no quería terminar tan rapido, quería disfrutar cada parte de su cuerpo junto al mío, hacer promesas silenciosas y juntar nuestros corazones aún mas. 

Cuando estuve bien preparado hice a Hoseok recostarse. 

—Yo me encargo de esto. 

Intente sonar atrevido y pareció funcionar al momento de ver a mi alfa sonreir con malicia y amor.

Sentado ahora de rodillas tome la polla de Hoseok y la alinee en mi entrada bajando lentamente hasta quedar completamente lleno. Y no tarde en moverme impulsando con mis piernas para dar saltitos. Hoseok se aferro a mi cintura y comenzó a impulsar su cadera para que las estocadas sean mas profundas y constantes. 

Ahora el cuarto estaba completamente lleno de sonidos de pieles chocando y gemidos por parte de ambos. El aroma de ambos lo rodeaba y esto creaba nuestro propio mundo sin pensar en los peligros que habían en las profundidades y mas alla del bosque. 

La pasión y el amor era lo que nos definía. No los puestos altos, ni tu posición en la tabla de vida. era todo lo que estábamos construyendo ahora. 

Cuando senti mi vientre contraerse entonces simplemente intente aumentar mi ritmo hasta que senti mi propia liberación y pocos segundos después fue Hoseok. Salio de mi antes de ayudarme y sonrió en grande. 

—Aunque ya no puedo anudarte mas de lo que ya estas. 

Ambos sonreímos y nos recostamos en la cama. 

—¿Sabes?, Antes no podía comprender...

—¿Comprender que?

—La destinación, la locura que puede llegar a ser estar predestinado a un apuesto principe y enamorarse de el todos los dias un poco mas, y ahora no sabria que seria vivir sin ti. 

Hoseok beso con ternura mi cabeza. 

—Yo pensaba que terminaría casado con cualquiera que siguiera las tradiciones del reino y no amar a esa persona. Simplemente haber tenido hijos y matarme mientras reino el pueblo. 

—Gracias por existir—dijimos al mismo tiempo. 

Reímos un poco mas y nos miramos a los ojos aun agradecidos de tenernos uno al otro. Y al mismo tiempo agradecí haber dejado de ver aquella preocupación en los ojos de Hoseok. Si podia lograr eso, quería que fuera así todos los dias. Y esa es mi promesa secreta, hacer a hoseok feliz sin importar las circunstancias. 

Nos dimos un ultimo beso y caímos rendidos ante morfeo. Sin dejar atrás todo el amor y esperando que cada dia sea mejor.

A tu lado [HopeV] OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora