ONE

354 34 21
                                    

Martín fue corrido de su casa hace ya unas dos semanas por ser un drogadicto, aunque ese no era el problema principal, sino era él. Él solo sabía llevarle problemas a la casa de su madre, solo llegaba, dormía y comía y luego se iba, cual hotel. Ya no tenía relación con nadie, con absolutamente nadie de su familia y menos de sus compañeros en su antiguo trabajo. Porque sí, había dejado YouTube porque las drogas ya lo tenían a tope, ya no daba más.

Su madre ya estaba cansada de él y sus berrinches cuando llegaba borracho a casa, y además que le manchaba el piso siempre que vomitaba por consumir tanto alcohol. Su papá ya no sabía ni qué decirle para que dejara los vicios hasta que llegó un momento en que los dos se cansaron y le dijeron claramente o te componés o te vas de la casa. Entonces Martín puso frente a sus padres al vicio.

Pero Martín no era feliz. A pesar que la droga lo hacía tener buenos viajes, él no era feliz para nada, porque cuando el efecto pasaba, era el ser más triste que ese ciudad pudo tocar, se atrevería a decir. La ansiedad lo atacaba y no aguantaba tantos ataques de pánico al día, estaba jodido.

No se acostumbraba a estar tan mal, estos días que ha pasado en la calle, sin nadie, sin lugar, sin título, se ha sentido más solo de lo común y solo quería que lo maten. Martín estos últimos días no ha sacado de su mente, lo placentero que sería si se encuentra a alguien aún más peligroso que él y lo mate rápidamente. Pero sabía que nadie era más dañino que él.

Era una noche común, como las que han estado pasado en estos últimos 15 días, y se metió a uno de los callejones más oscuros de la ciudad, tal vez encontraba lo que tanto buscaba y ¡bingo!, lo halló, o al menos eso creía.

El tipo se miraba peligroso, se iba acercando cada vez más rápido a Martín para robarle pero este le dijo las siguientes palabras:

—No me importa nada más que me mates ahora mismo.

Estaba impresionado. La mayoría de sus víctimas rogaban a lloriqueos por su vida, pero este le estaba pidiendo que lo mate. Además que era un chico lindo, alguien de su tipo, no lo iba a matar así por así solo porque sí, así que prefirió llevárselo a su casa. Algo tendrá que pasar, y si pasa, que pase esa misma noche.

SIN TÍTULO         PEDRIMENTE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora