[~SHADAMY~] - ღLa promesaღ

3 - [Mucho que cambiar]

Todo parecía sacado de una película sin seguimiento lógico pues una vez que el hombre comenzó a revelarle la situación actual el estado en que se encontraba nuestra eriza ahí sentada era más y más deplorable a medida que los datos se iban acumulando interconectándose entre sí ignorando si llevaban sentido o no.

Lo que eclosionó todo no hizo que se tratara de un día después de los últimos sucesos sino seis años, seis de los cuales se había perdido por completo a causa de una fuente externa desconocida que aún hoy en día nadie sabe de quién o qué se trataba ya que se supone ellos estaba batallando contra el malvado doctor Eggman como siempre sin embargo algo más había hecho una fuerte explosión que se fue expandiendo por toda la guarida del villano hasta que fue imposible escapar de ahí.

Las cámaras de seguridad solo mostraron hasta donde se veía a el héroe peli azul cargando primero a Amy y llevándola hasta una pequeña abertura que se había hecho por culpa de los impactos en la lucha y el cual todos sabían que solo ella era capaz de caber, entre escombros y gritos por parte de la chica el la dejó a salvo lejos del área que era capaz de monitorearse, le decía algo y sin dejar saber lo que se pasó con ella después, una triste despedida pues fue muy sutil pero se pudo ver como una pequeña lagrima caía sobre la mejilla derecha de Sonic, y, segundos más tarde mientras entre todos buscaban la manera de romper las paredes reforzadas con infinitas capas de acero increíblemente sólido con golpes o explosiones nada daba éxito, la escena llena de polvo por todos lados y neblina terminó con una gran llamarada de fuego explotando y parte de la corteza terrestre partiéndose en pedazos, luego algo imposible de ver llevándose a los chicos hasta los cielos.

Era absurdo de creer pero cuando los satélites captaron justo cuando los tres sobre pasaban la capa de ozono a la velocidad de la luz y se perdían entre el frío e interminable espacio todo la grabación fue cortada, ya no quedaba nada por refutar.

Precisamente porque no tenía sentido es que Amy no dejaba su expresión incrédula, habían muchas maneras en las que ellos pudieron haber encontrado alguna solución, es si quiera impensable resignarse con decir que algo los llevó directo al espacio y ya jamás pudieran volver, se les vió luchando para escapar de ahí pero al mismo tiempo no, eran más fuertes de lo que se mostraba ahí y en realidad la mente ingeniosa del zorro pudo haber traído al tifón azul para que mínimo impactara contra lo que sea que los estuviera llevando a un futuro incierto y mortal.

Ustedes no cargaban con ninguna esmeralda del caos – Aclaró el hombre dejando salir su voz en un tono sumamente frío, parecía no importarle la escena que era desde ese día desgarradora o memorable para muchos y sin siquiera esperar a que la chica lo analizara guardó en un cajón la cámara de pantalla plana que previamente había mostrado la grabación en distintos ángulos solo se quedaba sin muchas opciones esperando al siguiente movimiento por parte de la única chica de aquel trágico recuerdo.

Amy no podía creerlo.

Más bien, no sabía cómo reaccionar a toda su realidad, el hoy era demasiado distinto a su ayer y sinceramente el miedo comenzó a invadírla sin piedad recorriendo cada parte de su pequeño cuerpo, debilitada y sola.

Desde que ya no se escuchó más la voz robótica del militar la eriza se dió la libertad de comenzar a llorar en murmullos casi inentendibles, el dolor de saber que pudo haber hecho algo para evitar esta situación ahora era como una tortura mental envuelta en fuerza inútil, porque eso sentía, de la manera más absurda al haber sido parte de su equipo.

La única que cobardemente fue llevada fuera del peligro y por eso ya las cosas habían tomado su propio rumbo no importando ni siquiera sus sentimientos.

El hombre no mostraba empatía, solo perdiendo poco a poco la poca paciencia que había estado guardando para enfrentarse a esa situación desde que a órdenes de altos mandos la habían dormido para fines científicos, hasta sus ojos se arquearon en un despiste de la niña al mirar directamente el piso de metal sobre sus delgados pies, carraspeó y volvió a tomar la palabra queriendo terminar ya.