[~SHADAMY~] - ღLa promesaღ

5 - [Encuentros]

Verla ahí parada dejando ver la misma personalidad que la última vez de algún modo despertaba nostalgia en sí misma, pues eso lo tomaba como un mensaje para que se diera cuenta de que no estaba del todo sola.

Era verdad que su afinidad no era precisamente de las mejores, aunque al menos una cara conocida en medio de todo este desastre actual le regalaba aquella paz interior que admitía no poder controlar de golpe y eso para ella era ya una gran ganancia ya que no tenía por qué volverse la mejor versión de sí misma al día siguiente, cosa que asustaba sintiendo la presión.

El exterior seguía su rumbo es por eso que quizás era momento de olvidar el pasado y empezar de nuevo con respecto a sus relaciones, algo no tan exorbitante pero que podría ayudar mucho a partir de ese día, pues de alguna forma su objetivo requería que se conectara con ello para tenerlo.

Así que, tomando aire mientras adoptaba el positivismo que siempre la caracterizaba cortó aquel hilo de silencio que se hubo formado después de que sus ojos conectaran sin distinción.

Es agradable volver a verte, Rouge - Saludo cordial al mismo tiempo que atrapaba el martillo que previamente había sido lanzado por la murciélago con expresión sarcásticamente neutral devolviéndoselo.

Nos has cambiado nada, Pinky - Fue una afirmación más que un comentario al azar, sus ojos no le mentían, la distinguía más pequeña de lo que recordaba y eso la llevaba a dos soluciones, o ella creció o la eriza se había quedado atrapada en el reloj, y ambas cosas participaban dándole más peso a la plática del día anterior confirmándolo.

La mencionada solo sonrió con una gota en la cien aceptando que esa frase la había estado escuchando desde su despertar en contraste con el hecho de que pese a sentirse en parte débil no divisaba una muerte cercana.

Por todo lo que ha pasado - Decía con un ápice de tristeza imposible de ocultar, lo cual la peliblanca obviamente notó - Había olvidado por completo que seguías con estas personas - Alzó un poco los brazos remarcando el punto, de manera instintiva con la intención de que no se diera cuenta del notable descuido hacia su persona.

Y falló, ya que la nueva postura que adoptó la agente fue de una arrogante-ofendida, aunque esa sonrisa de medio lado también decía lo poco que le había afectado generándole un ligero alivio.

Es decir, no quiero que pienses que yo pienso que es algo malo o así, es que de todo lo que he visto has sido la última persona que esperaba ver - Se apresuró a decir apretando el martillo con sus manos, definitivamente tenía que relajarse, es comprensible pero ya estaba arruinando dos conversaciones desde el principio, si iba a ser de esa forma entonces en un futuro habría problemas y era lo que menos quería ahora.

Srta. Rouge, habla de una manera e había visto aquella mirada llena de suspicacia e ironía por parte de la esbelta murciélago, para ser sinceros tampoco negaba lo nerviosa que a veces le sobre ponía pues su sola presencia llenaba el vacío que la confianza desaparecía dentro de sí misma, como si Rouge representara todo lo que alguna vez le gustaría ser pero que aún no ha podido alcanzar.

Probablemente es por eso que el inconfundible sonido de su garganta tragando saliva llamó la atención de su antiguo yo.

Sus pasos elegantes y peligrosos se aproximaban cada vez más hacia su persona, Yuki viendo todo con una expresión tranquilamente interesada por lo siguiente que pudiera ocurrir y la de ojos celestes sólo se limitó a quedar cara a cara con la chica que se hundía sobre su propio cuerpo irónicamente sintiéndose tan pequeña comparada con aquella esbelta figura.

Cuando la distancia no sobrepasaba más allá de un pie, Rouge se inclinó lentamente hasta quedar frente a frente de la chica, pegando ambas frentes y rozando sus narices a propósito, gracias a ello pudo darse cuenta sobre cómo Amy, claramente nerviosa e intimidada tragaba saliva removiendo su garganta haciendo que soltara una risa burlona por ello, no por nada le encantaba tener el control, en cualquier aspecto y el que la peli rosa se pusiera tan mal con un simple movimiento la hacía jactarse con orgullo.