15 - [Desahogo]

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Sinceramente. 

Debí haber sido yo en lugar de Yuki. 

Si no fuera porque había encontrado un conveniente sitio para ocultarse, estaba segura que para ese punto ya se encontraría tras de las rejas, cosa que no le importaba demasiado ya, lo único que deseaba en ese momento era regresar hasta el día anterior, inclusive hasta el tiempo en el que la habían mantenido en coma.

Cualquier cosa era mejor que eso.

Las lágrimas recorrían su rostro ya completamente húmedo por esas horas ahí sentada, no sabía cuánto tiempo había pasado, las nubes que habían llegado casi negras, por suerte se disiparon dejando sobre lo que fue el crepúsculo la luz del sol, los rayos marcaban su camino entre las hojas en la copa de los árboles, una brisa un poco más soportable ayudaba a que abandonara esa posición fetal que nunca aceptó perder.

Con el rostro completamente rojo, los ojos del mismo tono e hinchado acompañado de las hebras de su cabello despeinado expandiéndose entre su campo de visión, las pulsaciones mandaban señales por todo su cuerpo como una especie de aviso de que esto no era una pesadilla, pues en algún punto quiso imaginar que no estaba del todo sola, que quizás esto era lo que Yuki necesitaba, probablemente las cosas habrían sido peores si él se quedaba a su lado, el problema es que seguido de eso su mente se ahogaba en millones de preguntas más, como: ¿Entonces ella era el problema? Primero su familia, luego su único amigo en esta era.

¿Cuánto dolor tenía que recibir para que el destino decidiera que era suficiente?

Ni siquiera por la constante lucha del día a día, o el mero hecho de anhelar una vida, la vida que ella quería pero estaba consciente que era como pelear por algo que vino de su propia imaginación.

Está bien tener sueños, lo que no está bien es que pierdas tu mentalidad realista.

La verdad, es que lo peor de todo esto, fue que jamás tuvo o tendrá la oportunidad de escuchar eso que presentía que nunca se atrevió a decirle.

Porque si, puede que fuera era solo una chica débil, la cual en lo único en que pensaba era en sus compañeros que dieron su vida por protegerla, las constantes caídas y comentarios que iban después de eso, no sentir ese derecho de sobrevivir porque no había potencial, cadenas que se fueron forjando poco a poco sin ningún tipo de apoyo más que el de él, Yuki era su salida, Yuki era todo el amor que necesitaba.

Sin embargo, el dolor de perder a alguien más también residía en su corazón.

De pronto, escuchó el sonido de una rama a corta distancia romperse debajo la suela de algún peso extra, no es que le haya importado mucho, ya fuera algún agente de G.U.N o alguno de los chicos, se quedaría ahí, lo hizo, el ruido se fue haciendo más y más cercano, constante, se abrazó a si misma adoptando una posición pasiva, sin vida, esperando lo que fuera.

— Creí que nunca podría encontrarte

La silueta curvilínea de una mujer se interceptó entre el sol y ella, frente a su ser de brazos cruzados y una mirada neutral, ni una mueca, ya fuera sonrisa ladina que siempre la caracterizaba o una de ira o rencor que en ocasiones llegó a notar, el cabello blanco, ojos turquesa y el típico traje negro que siempre portaba, no le quedó ninguna duda y solo se limitó a esconder más su rostro entre sus piernas.

— Es mi culpa.

— Nadie te culpa, Amy.

— Pero yo sí.

Rouge suspiro hondo y también tomó asiento en su lugar, cruzando las piernas y enderezando la espalda. Hasta para estar pasando por algo así, no pierde elegancia. Pensó la peli rosa con un leve toque de estupor.

[~SHADAMY~] - ღLa promesaღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora