Un Mal Comienzo

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Día 1

Llegamos al muelle, mi padre me despertó pues me había quedado dormido. Rápidamente bajamos las cosas de la camioneta y aun adormilado tomé mi equipaje. Caminé detrás de mi padre y mis hermanos. Ellos venían admirando el hermoso crucero blanco que estaba frente a nosotros. La verdad es que era gigantesco y hermoso. Se veía bastante lujoso para mi gusto ya que yo era más minimalista. Me sentí como Rose si fuera el Titanic, me pregunto si aquí me encontraría con un Jack. Sería lindo.

Caminamos unos minutos hasta encontrarnos con la parte donde subían todos los pasajeros, es decir el costado de babor (parte izquierda), donde había unas pequeñas rampas por la cual todos los pasajeros estaban subiendo. Yo iba cargado con mi mochila, mi maleta celeste y además mi balón de basket.


Al caminar con los ojos cerrados pude sentir como topaba con alguien, me paré en seco y abrí los ojos. Frente a mí estaba un chico de cabello rojo con negro y unas cejas muy extrañas según mi parecer. Tenía una sonrisa en su rostro, una sonrisa hermosa debo agregar; y unas grandísimas gafas negras tapaban sus ojos.



- Lo siento –dije tallando mis ojos.


- No te preocupes, adelante por favor–dijo con un ademán. Yo le sonreí y seguí caminando hacia dentro del buque.


Al entrar estaba frente a nosotros una sala enorme que se dividía en muchos pasillos y elevadores. Estaba abarrotado de gente, personas con cara de bobo admirando cada detalle que el barco tenía. Yo estaba igual que esas personas, mirando a todos lados con la boca abierta y de repente no vi a mi padre. Alguien tomó mi brazo y yo asustado me zafé rápidamente.


- Lo siento –dijo el chico de las gafas enormes y cabello rojizo- El señor que venía contigo te está buscando, está por allá –señaló el siguiente elevador. Su acento parecía extranjero.


- Gracias –dije y caminé hacia allá. Mi padre me miró molesto.

- ¿Dónde estabas? –preguntó presionando el botón.

- En la entrada, me perdí –dije agachando la cabeza. Subimos al elevador y dentro parecía venir un chico, como el que viene de botones creo. La música del elevador era una de piano <<Ahí va de nuevo el anticuado de mi>>

- Estoy emocionada –dijo mi hermana, yo le sonreí. Ella era una linda chica, una hija obediente, optimista pero para nada sumisa. Lo que yo no era. Ella era un poco más alta que yo y tenía el cabello castaño pero laceo Sus ojos eran grandes y de color café claro. Enganchó su brazo en el mío, regularmente me quitaba pero hoy no quería ser grosero con ella. Fruncí los labios y allí se detuvo el elevador.


- Gracias –le dijo mi padre al chico. Él asintió y cerró de nuevo la puerta. Estábamos en un pasillo enorme y lleno de puertas. Mi padre se paró frente al 640-A y sacó las llaves.


- Esta será la habitación de Kouki y mía –dijo metiendo la llave. La suya es la que está al lado, es una suite –Anunció. Cuando dijo eso prácticamente se me formó una sonrisa traviesa en los labios. Viajaría con mucho lujo esta vez.


- ¿En serio? –dije sorprendido aunque no se notase. Él me entrecerró los ojos y luego de aventar su maleta hacia adentro de la habitación, se cruzó de brazos frente a mí.

- No quiero que rompas nada, esto es lujoso y a pesar de que mi trabajo lo pagará, es importante para mí que se comporten. Por favor, Tetsuya , ya hazte una persona más responsable, ya no tienes diez años –dijo reprendiéndome.

MENSAJE DE TEXTO (KurokoNoBasket)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora