Se Acabó

293 25 8
                                    


(Narra Tetsuya)


Estaba caminando después de haber hablado con Aomine y con mi amado Daimine. La verdad era que ambos me mantenían de un buen humor y se esforzaban por que yo estuviera bien. Eran maravillosos esos chicos. Limpié mis ojos delicadamente y fui a ver a Nigou.


Una vez que entré me quedé frente a la jaula sentado solo haciéndole cariños y acariciando su cabeza por el único espacio en el que mis dedos entraban.


- Hola –dijo Haizaki en la puerta- Sabía que estarías aquí.


El muchacho encargado de la perrera se había metido a otra parte de la habitación, para dejarnos solos a mi prometido y a mí.

Yo estaba inmóvil solo observando el suelo. Haizaki se me acercó más y pasó sus brazos por mi espalda, entonces rompí en llanto. ¿Por qué amaba a este ser que no se lo merecía? Pasé mis manos por debajo de su chaqueta, aferrándolo más a mí.


- ¿Por qué te amo? –pregunté lloroso en un hilo de voz.


- No lo sé – besó mi frente.


Me despedí de Nigou y caminé de la mano de Haizaki por un buen tramo. Luego él me abrazó, entramos a su camarote y nos recostamos en el silloncito, yo sobre su pecho y solo pensando en lo que mi corazón sentía. Una total y pura confusión. Me acerqué a su cuello y respiré su delicado perfume.



(Narra Aomine)



Luego de estar hablando con Tetsu, caminé hacia mi camarote y encontré una notita dentro, al parecer los chicos querían entrenar hoy también. En mi camino al lugar donde practicábamos, me encontré con Satsuki, quien también estaba llorando. Hoy qué día era, el de los llorones supongo.


- ¿Qué tienes? –pregunté cerca de ella.

- Estoy cansada Dai-chan –dijo limpiándose sus lágrimas.

- ¿De qué? –pregunté tratando de estar atento. Mi mente divagaba con facilidad.

- Estoy cansada de estar buscándote, estoy cansada de estar aquí como una tonta esperando a que me quieras y tú simplemente me ignoras. Tengo dos días de estar contigo y no me has besado ni una sola vez por iniciativa, si alguien comienza el beso tengo que ser yo. ¿Qué te está pasando? Tu no eras así, tan frío conmigo.

- No lo sé Satsuki, no quise lastimarte. Es solo que aún no me acostumbro a estar contigo, de nuevo –pensaba bien mis palabras.

- Daiki, cambié... estoy tratando de volver a ser esa chica que tú amabas y tú simplemente no pones de tu parte. ¿Ya no me amas? –preguntó con lágrimas en los ojos.

- Sí... -susurré y agaché la mirada.

- Demuéstralo entonces, amor –sonrió un poco.

- Perdóname... –me disculpé honestamente.

- No importa, amor –respondió ella- saldremos de esto.


La abracé, acercándola a mis labios, y una vez lo suficientemente cerca, la besé. Acaricié sus labios dulcemente y  mi corazón estaba por reventar. Desolado, no sabía ni qué sentía. En mi cabeza estaba la imagen de Tetsu cuando lo besé y también tenía en mente los mensajes de Tetku, yo estaba enamorado de él, pero era cierto. Nunca lo tendría conmigo, sin embargo Satsuki era mi novia aquí y ahora. Me separé de ella abrazándola, dejándome demasiado nervioso por toda esta situación.

En el camino hacia el ambiente de entrenamiento me crucé con Takao que iba corriendo, me dijo que la práctica se canceló y que en cambio los chicos estaban reunidos en el salón instrumental que se ubicaba doblando el pasillo; decidimos ir con ellos, el azabache se adelantó dejándome a mí y a Satsuki con nuestro paso.

Allí dentro estaban ya los chicos, junto con un piano de cola blanco. Era realmente enorme pero elegante; Riko lo estaba probando mientras Midorima le daba unas orientaciones. Akashi, Kagami y Murasakibara estaban sentados en unos cojines cercanos, acompañados de Himuro, y un agitado Takao. Satsuki venía a mi lado, limpiándose las lágrimas.

- Hola –saludamos. Todos nos miraron y sonrieron.

- ¿Qué estamos haciendo aquí? –pregunté.

MENSAJE DE TEXTO (KurokoNoBasket)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora