MENSAJE DE TEXTO (KurokoNoBasket)

Regalo Inesperado

(Narra Tetsuya)

Al salir del baño noté cómo Kagami y mi hermana se besaban. Pero me quedé leyendo el mensaje.

"Já! y el día que te conozca tendrás el cabello afro, los dedos quemados y no tendrás cejas" –no pude evitar soltar una carcajada. Este chico hacía que mis más oscuros pensamientos salieran a flote rápidamente. Kagami y Riko se separaron rápidamente, y ella se acercó a mí.

- Yo... eh... -moví mis manos como negación para que callara.

- Riko, tienes 22 años, eres grande para salir con quien tú gustes.- le sonreí suavemente.- No necesitas permiso de nadie y menos el mío –tomé un short y una polera color azul marino- Lamento molestarlos pero...salgan del cuarto, tengo que cambiarme ya... Aomine-kun no tarda en llegar.

- ¿Sales con Aomine? –preguntó mi hermana.

- No, solo lo invité a desayunar porque me enseñará su estilo de basket –dije empujándola más fuera del cuarto.- Kagami-kun, tú espera.

Mi hermana salió y Kagami se me quedó viendo nervioso.
- Ten mucho cuidado. Ella es una linda chica y no me gustaría que termine lastimada. No se lo merece –le advertí serio y preocupado. Él me abrazó.

- Tranquilo, no la lastimaré. Lo prometo.

- Hecho, ahora sal de aquí –dije empujándolo.

"No juegues con eso, el día que me queme será tu culpa. No te creas, sabes que no pasará eso. Suerte con tu cita, iré a desayunar luego hablamos"

Salí del camarote y dejé una nota en la puerta diciendo: "Aomine-kun estoy en el camarote de al lado" Mi hermano no estaba. El que estaba era mi padre viendo el televisor. Me acerqué a él, me senté a su lado y puse mi cabeza en sus piernas.

- ¿Qué quieres? –preguntó mi padre.

- ¿De qué hablas padre? –estaba confundido. Él entrecerró los ojos y luego miró la televisión de nuevo.

- Nunca llegas así tan afectuoso a menos que quieras algo a cambio –dijo acariciando mi cabello celeste, recordándole a mi madre.

- No quiero nada –dije honestamente y en mi tono natural-, simplemente...quise hacerlo

- ¿Por qué ese cambio? –preguntó de nuevo, comenzando ha alterarme.

- No arruines el momento papá... solo me siento feliz de haber despertado con gusto, con ganas de jugar basket y acompañarte. No preguntes más porfavor –dije exasperado- ¿Dónde está Kouki?

- Con la tal Annie, al parecer le pegó duro el amor.

- Ah –pensé en Kagami y Riko.

Tocaron a la puerta. Estaba por pararme cuando mi padre me detuvo. Me miró con una sonrisa en los labios.
- ¿Qué? –ocultaba mi sonrisa.

- Extrañaba a mi pequeño Tetsuya –me abrazó, a pesar de que no me agraden las muestras de afecto lo correspondí. Yo sonreí. Volvieron a tocar.

- ¿Quién? –pregunté aún en los brazos de mi padre.

- ¡Aomine! –dijo desde fuera.

- ¿Quién?

- Tsk... odioso asesino de cámaras – cuando lo escuché, reí y mi padre me susurró.