Tu hijo, mi hija (EDITANDO)

Capitulo 5

Hola, una disculpa por la tardanza, pero me ocupe con otras cosas. 

aquí les dejo el capitulo 5, espero sea de su agrado

Muchas gracias a las chicas que han votado y comentado, me alegra mucho.

-Kakashi ¿No crees que fue muy arriesgado mandar a Sakura a su suerte?- Preguntaba Yamato mientras se preparaba un café.

-Mmmm quizás, pero te aseguro que estará bien- contesto sin dejar de escribir sobre unos papeles.

-Teníamos muchas agentes más que pudieran hacer la investigación, tenían preparación, experiencia, policías en toda la extensión de la palabra... ¿Porque decidiste enviar a esa doctora?

Kakashi dejo su lápiz a un lado y se recostó sobre su silla giratoria, miro al techo por unos segundos y volteo hacia su compañero.

-Sakura tiene lo que las demás agentes no, un inmenso amor materno que no le permite fallar, aunque se le presenten dificultad alguna, ese mismo amor la hará vencerlas. Ella no se dejara vencer hasta no haber recuperado a su bebé-

-Aun asi, esa doctora era muy ingenua, en lo personal dudo que le sea fácil lograrlo, digo estamos hablando de los Uchihas.

-Yamato,¿recuerdas a la última agente que enviamos a una misión para derrocar a los Uchihas?

-si la recuerdo.

-Bueno, ella era un agente maravilloso, como dices tú, preparación y experiencia y ¿Qué paso al final? Se enamoró de un Uchiha y renuncio a la misión.

-Cosa que puede pasar con Sakura, es decir ella es muy...- fue interrumpido.

-Déjame terminar Yamato....la diferencia entre Sakura y ella es que la primera tiene una persona por la cual luchar, ese hijo es lo único que tiene para no dejarse intimidar por esos hombres. Mientras que la otra, no tenía absolutamente a nadie, razón por la cual a ese Uchiha no se le hizo nada difícil poder entrar a su corazón.

El peli plateado volvió a lo suyo mientras su compañero únicamente emitía un profundo suspiro antes de darle un sorbo a su café.

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-Señorita Konan, la comida ya está servida. ¿El señor va a venir a comer?- preguntaba una mujer de mayor edad bajo el arco de la puerta de una enorme habitación de color gris.

-No, el señor llamo para avisar que no iba a venir, tiene muchos compromisos el día de hoy- replico una joven pero atractiva mujer de cabello azul y ojos color miel. La cual estaba sentada al filo de la cama tejiendo lo que parecían ser unos zapatos.

-¿Está haciendo nuevas prendas para el niño?

-Así es, aproveche que se quedó dormido- dijo volteando a ver la cuna que tenía a su lado-...por lo general cuando está despierto no me deja hacer muchas cosas, es muy inquieto. ¿Podría mandar llamar a una de las sirvientas para que venga a cuidarlo en lo que atiendo la comida?

-Claro que si Señorita, el joven Obito y el niño Kagami ya están sentados, únicamente la están esperando.

-No les digas esos apodos jaja, son casi de mi edad, y de "niños" no tienen nada, las cosas que Madara me cuenta sobre sus hijos no son nada inocentes.- Konan, dejo su tejido en la cama y caminaba en dirección hacia la puerta- ...Espero me desees suerte, porque sabes muy bien que desde que me case con su padre, no soy lo "más grato" para ellos, siguen con esa absurda idea de que me case por la enorme fortuna Uchiha.

-Ignórelos Señorita, todos nosotros sabemos que usted es una muy buena mujer y el puesto de "Señora Uchiha" le queda a la perfección.

Konan se limitó a sonreír y salió con dirección a la mesa principal. Llevaba casi dos años casada con el magnate Madara Uchiha, un hombre el cual le llevaba casi quince años. Ante ese matrimonio, muchas personas tenian la creencia de que ella solo se habia unido a el por sus millones. Aunque la verdad fuese otra.