SEPTIEMBRE

Tanto te he buscado.

He tenido un largo sueño, más bien una pesadilla, pues habías desaparecido.

La oscuridad se extendía por un pasillo y largos brazos salidos de las paredes me tomaban con fuerza para que no avance hacia la puerta final. Librándome de esas ataduras corro al final que parece nunca llegar y siempre verse más distante. A pesar de saber que jamás llegare a ningún lugar y que siempre me hallare en aquel pasillo continuo corriendo, porque sé que en caso de llegar, de alcanzar ese picaporte y tirar de él tu estarás detrás tan radiante y triste como siempre lo has estado.

Pero termino por caer en otras puertas que me conducen a otras realidades, donde no estas, donde me faltas y donde te busco. Y tanto te he buscado en mis propios sueño que he caído en desgracia y suplico a los ángeles caídos tengan piedad de mi larga miseria. En grandes salones me dedico a buscar y puertas abrir, pero todas están vacías, en algunas quizá algo de tu esencia reside aun y se puede oler tu perfume u oír tu risa, puedo incluso ver tus labios, pero es eso nada más, tan solo fragmentos y recuerdos de ti.

Tanto te he buscado que pronto empiezo a desesperar, ni en tierra, mar o aire te he de hallar, el firmamento pronto perderá su color celeste para caer en la más absorta oscuridad y desde el cielo caerá aquella estrella que nos solía iluminar.

Tanto te he buscado y tanto te he llamado, si tan solo el viento mis llantos y susurros te pudiese llevar, si solo mis cartas pudieses leer te darías cuenta que no he mentido.

Hacia el final del sueño siempre estás tan cerca, en un podio a lo alto de la colina, pero siempre sucede igual, quizá sea mi inconsciente quien no me deja alcanzar donde estas y por eso es que me hace despertar. Cuanto desease todo fuera un sueño pues al abrir los ojos es real que te has marchado y que no piensas regresar.

Tanto te he buscado que no soy capaz de despertar ¿o acaso no estoy soñando y esta es la realidad?