Lo siento, querida, porque no has sido más que una excusa.
Te pido me perdones, pues cuando me hallaba inerte en el suelo tú me tomaste y sanaste mis heridas, pero no has sido para mí más que una simple etapa de transición, un sitio donde llorar y recuperarme.
Perdón, te he hecho perder el tiempo con mi amor y yo he consumido del tuyo inútilmente, no he sentido hacia ti más que agradecimiento.
Lo siento, querida, pues creíamos que era amor, y nos adelantamos a bailar y festejar por lo alto nuestra unión y no resultó ser más que una falacia que pronto se caería a pedazos, pronto nuestro cariño se disolvería y no quedaría de él más que rencores y desprecios.
Perdón por acabar de esta manera, abriendo una brecha entre nosotros que jamás podremos cerrar, creando una herida imposible de suturar, lo siento, querida, por no haberte mostrado más de mi cariño pero es que pronto he notado que no son tus ojos en los cuales pienso al despertar, y no eres tú con quien suelo fantasear.
Me disculpo ante ti, y ante mí mismo, por engañarte y engañarme, por confundirme tan ampliamente y caer en el mismo error de siempre, me disculpo por prometer amor y no poder amarte, me disculpo por las promesas eternas que fueron efímeras y por aquellos besos entrecortados.
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SEPTIEMBRE
Roman d'amour¿Adónde van las cartas que no enviamos? ¿Qué sucede con las cartas de amor olvidadas? Todos estos sentimientos que tenemos tienen que ser escritos pero... ¿qué sucede si nadie las lee? ¿pierden su magia? Todas las cartas deben ser entregadas y to...