Capítulo Tres.

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「Marca」

Subarachi City.
Yokohama, Japón.
23 de junio del año 20XX.
Horario: 7:05 am.

Al amanecer, el pelirrojo se sintió aturdido al notar como ciertos elementos de luz se habían colado por la ventana hasta perturbarle su sueño, su cuerpo estaba yacido en un colchón y cubierto de sábanas estaba. A ésta hora, él se suponía que estaba despierto para llevar a sus hermanos; sin embargo Yosano se ofreció para llevarlos y aprovechar el tiempo para comprar ciertos productos para su consultorio que faltaban. Su testa pelirroja ladeó su rostro y arrugó su ceño, pudo olfatear un segundo olor en la habitación. Un aroma a chocolate ligero, aquello no era su olor natural, aquello era un olor de omega.

Abriendo sus párpados con sorpresa, se asustó por un momento pero entonces notó la testa castaña posada en su pecho abrazándole y durmiendo plácidamente. ¿Desde cuando el suicida había estado reposando allí? Nunca se acostumbró a dormir con nadie encima suyo en tal posición, incluso pudo ver como el chico llevaba una camisa ancha que le quedaba grande, sus piernas estaban al descubierto y ante esa observación; se ruborizó. No debió de mirar allí, fue maleducado e indecente. Por ello es que sus orbes azules se fueron hacia otra parte.

Con cuidado de molestar el sueño del menor, lo acostó en el colchón con cuidado, su cabeza pesaba un poco pero logró poner su cráneo en la almohada. Sus hebras eran suaves y cuando observó su rostro relajado, sintió su rostro calentarse más. ¿Los omegas necesariamente tenían qué portar una belleza irreal? Su instinto alfa le estaba diciendo que aceptara y lo marcara, pero su cabeza necesita pensar aún más. Trató de levantarse pero su mano fue abrazada por el contrario que estaba en la cómoda, observó al portador de tal pecho. Su entrecejo se frunció con miles de preguntas acerca de por qué y cómo llegó a irrumpir en la habitación.

━ Te dije que quería dormir solo, ¿no sabes lo qué es espacio personal?━ cuestionó izando una ceja, el hombre de testa castaña esbozó una sonrisa.

━ Buenos días, Chuuya~. ━ enunció en armonía, aquello irritó al pelirrojo por lo que rodó sus ojos. ━ ¿Ya haz pensado en tú respuesta?

━ Joder, recién me levanto y tengo que ir justamente a trabajar; ¿no puedes esperar unas horas más? ¡Son apenas las siete de la mañana!

━ ¿Y eso qué tiene qué ver? Quiero una respuesta rápida. ━ frunció el ceño el castaño. Nakahara retiró a su persona quién asfixiaba en un abrazo a su brazo.

━ Te esperas. Voy tarde al trabajo.

Su cuerpo se retiró de la cómoda cama, debía buscar ropa en su casa y su bicicleta para irse a trabajar. Hoy tenía medio turno en la mañana hasta las 2 pm. No sabía exactamente a qué hora era lo que había pronunciado el ajeno, sin embargo; prometía que iba a llegar antes de ello. Pero antes requería una segunda opinión y meditarlo bastante; no podía marcar a una persona así como así, la marca era algo especial para la sociedad. Una vez un omega era marcado, habían solo dos opciones para que ese símbolo se retirara de la piel de alguien.

La primera era mediante la renuncia del alfa. Era como un caso de divorcio pero distinto, si la pareja tenía hijos; los primogénitos iban a ser custodiados por el alfa.

La segunda... Era un método más ilegal. La muerte del alfa. Una vez muerto el alfa, la marca se desvanecia de inmediato y el lobo interior del omega aullaba de dolor ante la pérdida.

Por supuesto que iba a emplear la primera opción, ¿qué acaso está de coña cómo para matarse así mismo por el bien de una persona extraña? ¡Mil veces no! Prefería firmar el acta de que indicaba que dejaba a Dazai soltero y también deseaba una prolongación de alejamiento.

Honest Feelings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora