Honest Feelings.

Capítulo Díez.

「Celo — Parte dos」

Apartamento de Dazai Osamu.
Yokohama, Japón.
2 de Julio del año 20XX.
Horario: 8:55 pm.

El menor jadeaba y mordisqueaba sus dígitos provocando que se ensalivaran, sus facciones estaban rígidas, su ceño fruncido y su boca abierta entonando sonidos obscenos con la boca; en otras palabras gemidos. Su cuerpo estaba entumecido buscando placer con cualquier cosa inexistente, estaba deseoso de saciar su placer con su alfa. Sin embargo podía observar por sus orbes azules brillantes, tan sinceros y que de vez en cuando lograba enloquecerse; que él era demasiado puro como para ser corrompido por su persona tan vulgar. En esa cama blanca solo estaba él sufriendo las consecuencias de ser el más bajo de la jerarquía. El tener que soportar el dolor en su parte trasera, aquel líquido natural que lo lubricaba, aquella sensibilidad en la piel. Todo aquello solo por un estúpido mes, ¿qué hacía su alfa? Mantenerlo en cautiverio hasta que pasara, teniendo agua a su lado, comida de otro lado y almohadas para su comodidad. Pero la comodidad no sentía en todo su cuerpo, usualmente no se entumecía de esa manera... Éste era un mes especial.

La puerta de su habitación se abrió, pudo notar aquella silueta alta y cabellos pelirrojos; sus labios relamió al olfatear el aroma de vino caro de Nakahara, por impulso se levantó y gateó hasta la orilla de la cama para preguntar una vez más la absurda y banal pregunta que lo conllevaba la lujuria.

━ Alfa...━ su voz sonó nuevamente entrecortada. El pelirrojo trató de hacerse oídos sordos. Sólo venía a fregar el plato que le había dejado de comida. ━ Chuuya~.

Al fijarse en la porcelana blanca tomó con sus manos el plato vacío para después retirarse una vez de la habitación, Osamu frunció su ceño y tomó de las almohadas grandes para reposar su cabeza allí en la misma posición. Harto. Estaba harto no conseguir lo que quería cuando estaba en éste estado, odiaba ser sumiso y un omega, hubiera estado mucho mejor si hubiera nacido beta para no sufrir de los celos. Era un dolor. No era mujer para tener algo parecido a la menstruación, ¡él era un hombre no un objeto sexual!

... Esa era su opinión respecto a la sociedad y a su persona. Pero como estaba en celo. Se veía en la necesidad de tener actividad sexual con alguien, era un deseo natural, algo que los humanos hacían para reproducirse. Pesar que era fértil y no quería concebir algún hijo, deseaba que alguien se enterrase en él. Sus labios frunció tratando de ahogarse en la almohada, la mordió del enfado y luego la tiró hasta la pared de atrás. Llamó nuevamente al mayor quien desde la cocina, hablaba animadamente con su hermano Fumiya que pronto iría a dormir. Le estaba deseando las buenas noches, su hermana menor ya estaba actualmente dormida en su habitación y Fumiya tenía sueño, mañana debía de levantarse temprano puesto que la doctora alfa lo vendría a buscar para dejarlo en la escuela de ahora en adelante. Como su hermano mayor mantenía tiempo libre está semana quiso regalárselo para que hiciera lo que se le diera la gana, se lo merecía después de tantos años de arduo trabajo sin descansar. El pelirrojo terminó de lavar los platos y el otro pelirrojo pero adolescente se despidió para retirarse a dormir, al terminar su labor; Chuuya tomó de un vaso y lo llenó de agua para beberlo y prepararse para dormir igual. Sus pies dirigió hacia su dormitorio y cerró la puerta, se sentó en la cama y comenzó a desabrocharse la camisa para cambiarse a la pijama. En ese momento el omega vio su oportunidad y se acercó hasta el alfa donde se apegó a él, lo abrazó y con sus manos; tocó su marcado abdomen lo que provocó que el pelirrojo alfa suspire.

━ Dazai. Ya sabes mi respuesta.

━ Chuuya. Ya sabes mi pregunta. ━ repitió sus mismas palabras con burlas. ━ Por favor...

━ No puedo. ━ se retiró de las botas viejas y las posó en otra parte. ━ No soy como tú, lo siento, tendrás que conformarte con pasar el celo a base de descanso, agua, comida y cuidados.