Capítulo Dieciséis.

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「De la nobleza solo lo salva la muerte」

Advertencia: Este capítulo contiene un poco de tripofobia, menciones de violación, transfobia, misoginia, ideologías androcentristas* y representaciones gráficas de muerte de un menor de edad. Por favor, si eres sensible a éstos temas no lo leas y espera al siguiente capítulo porque de todas formas este es solo un flashback. No altera la línea temporal actual.

Boulevard de Yokohama.
Yokohama, Japón.
5 de julio del año 20XX.
Horario: 6:00 pm.

━ Tiempo que no nos vemos, Chuuya-kun. ━ el pelinegro de cabellos cortos pronunció, su delineó una sonrisa en sus labios para saludarlo, últimamente se había postrado muy serio, cosa de la cual no quería preocupar a Chuuya.

━ ¡Randou-san, Randou-san! ¡Quiero que me cargues!━ la niña exclamó alegre alzando sus brazos, el mayor rió bajo por lo tierna que se veía, cedió y la cargó en sus brazos.

━ Si, hace varios días que no nos vemos. ¿Qué haces por aquí?━ preguntó, los dos se dedicaron a caminar para pagar las cosas que habían comprado. Al hacer la fila, Randou quién cargaba a la animada Takako que acariciaba sus hebras oscuras; miró hacia el pelirrojo alfa.

Tenía razón... ¿Qué hacía allí? Ahora que lo recordaba solo fue a comprar algo de alcohol para beber, se preguntó porque cayó tan bajo y la vergüenza hacia su persona se hizo presente, juraba que se le había quitado el vicio. Tal vez su mente le estaba engañando como siempre.

Iba a responder pero cuando Nakahara notó la botella de ron que sostenía, una ceja arqueó demandante de respuestas, Randou suspiró sin tener de otra que decirle la verdad.

━ No es como si bebiera todo los días, hoy es una ocasión especial. ━ se explicó, Chuuya asintió en señal de que entendía.

No duraron mucho en la final, a decir verdad fue muy corta. Nakahara fue el primero que pagó y luego le siguió su maestro, al salir Fumiya sostenía de Takako firmemente y sin querer de perderle de vista de nuevo. Sintió la atmósfera un tanto pasajera a lo que habló;

━ Randou-san, ya que hoy es un día tanto especial, ¿por qué no le hacemos compañía un rato?━ una mueca esbozó en lugar de una sonrisa.

Eso era lo que Gogol quería, ahora entendía el por qué casualmente se toparon con el tutor de su hermano mayor. Evidentemente ellos estaban en su tablón de ajedrez, donde ellos iban a ir a casa del castaño por unas horas y le harían tiempo a Oda y Dazai. Después de que ambos choquen, iba a suceder algo de lo que el rubio no le clarificó.

Sin embargo había algo extraño.

Si era un tablón de ajedrez, ¿contra quién estaba jugando Nikolai Gogol? Dudaba mucho que fuera Odasaku pero el hombre mayor se veía que tenía cuentas pendientes con él, sin embargo sentía que faltaba algo para descifrar todo lo que estaba sucediendo.

Fumiya se consideraba alguien muy observador y callado, no era el más inteligente pero podía notar cosas a la distancia sin necesidad de interactuar.

Cuando llegaron a casa de Randou, notaron que era una casa muy amplia, había una fuente y tenía dos pisos; se asemejaba a una mansión. Chuuya se preguntaba que fue lo que hizo Randou para ganar todo ello, ni él trabajando en la tienda durante años alcanzaría a hacer eso. Al entrar a su casa notaron algo muy distinto por dentro, era linda sí pero estaba muy desordenada, había ropa por doquier, papeles rasgados, botellas de plástico tiradas... Nakahara se preguntaba que le sucedió para que su hogar estuviera así, se acercó al mayor para hacerlo pero los pasos de éste eran casi como si estuviera mareado. Él destapó la botella de ron y comenzó a beberla, Chuuya ordenó a su hermano que jugara con su hermana por allí a lo que la llevó hacia el patio enorme que parecía un campo de fútbol.

Honest Feelings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora