Prólogo

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Mi nombre es Eris Morgan.
Actualmente "la chica con mala reputación" desde los 16 años y quien sabe, tal vez si sea cierto lo que dicen, o tal vez no, solo me juzgaron sin siquiera conocerme, solo se dejan influenciar por los rumores o escándalos que ocurren día a día en el instituto Brookwood. O por los chicos populares que reinan, pero tranquilos, yo me encargare de darles su merecido.

¿Venganza? Bueno lo admito, soy experta en ello, pero solo con las personas que realmente se lo merecen. Digamos que yo lo tomo como justicia. Como dicen por ahí "Karma is a bitch." A lo mejor yo soy esa perra.  

Vamos desde el principio...

Cuando era pequeña miraba cosas, pero al parecer mi hermana no, ni mis propios padres, ni mis amigos, ni ninguna de las personas que me rodeaban miraban lo que yo. Incluso por momentos pensaba que me estaba volviendo loca, simplemente la culpa estaba pasando factura.

Pero esta cosa, sea lo que sea comenzó un ocho de septiembre justo a las 1:45 de la madrugada.

Después de esa noche, los siguientes dos años ,  vi unas cuantas pequeñas luces brillantes y flotantes (y claro que pensé que eran alucinaciones o algo por el estilo ) cuando estaba dormida me despertaban en las madrugadas extraños ruidos o voces, jamás entendí bien lo que decían. Habían noches en las que no podía dormir porque sentía escalofríos, odiaba cuando estaba sola en la oscuridad.
Pero estas cosas que solía ver fueron desapareciendo poco a poco.

Pero no duro por mucho.

Trataba siempre de convencerme que todo era mi imaginación, que nada iba a hacerme daño. Tenía que ser fuerte, nadie tiene permitido hacerme daño, tenía que ser valiente, y caer no era una opción.

Decidí confrontar mis miedos de una vez por todas. Pero a pesar de eso jamás pensé que destrozaría lo que más he amado en mi vida y que terminaría así. Que mi miedo más grande no era las cosas que solo yo podía ver por el estúpido "don", sino lo que ocurría si dejaba que pasara. Saber que iba a ocurrir y no poder evitarlo era mi maldición.


Hice todo lo que pude, incluso tal vez me perdí a mi misma en el camino. Lo vi venir en cámara lenta, y no pude hacer nada. La sed de venganza me consumió por completo.

Al darme cuenta ya era demasiado tarde.  Solo sentí el dolor de mi corazón rompiéndose en millones de pedazos.

Y aquí estoy... 

Petrificada, de rodillas en el llano, viendo la mansión en llamas desde la parte de afuera, observando como todo se quema a mi alrededor, un espeso humo negro sale por las ventanas de arriba junto gritos y suplicas de ayuda, siento que ya no puedo respirar, mis articulaciones fallan por completo.

Todas mis fuerzas se han ido.  Las personas en las que más he confiado en vida están ahí dentro, siendo consumidos por el ardor de las llamas. Todo convirtiéndose en ceniza, junto con mi corazón.

Sabiendo que volví a cometer el mismo maldito error cuando tenía tan solo 11 años.

—Todo es mi culpa. — susurré con lagrimas en mis ojos y con el poco oxigeno que apenas podía entrar por mis pulmones.

¡YO LOS MATE!




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8 de septiembre 2013

Eran la 1:45 AM desperté al escuchar que mi puerta se abría rechinando. Lo cuál era muy raro, esa puerta cuesta mucho abrirla, está un poco oxidada y es pesada, al abrirla hay que empujarla la mayoría de veces. Apenas tenia 11 pero eso no significaba que dejaría que el miedo me invadiera. 

Me levante para cerrarla pero me detuve al ver una especie de luz que brillaba con intensidad... un tipo de esfera, la última vez que vi una de esas cosas tenía 7 años, y pensé que solo me las imaginaba.

Baje las escaleras aún siguiendo la pequeña esfera... 

Se sentía demasiado real, no podría ser un sueño, incluso me pellizque para verificar si estaba soñando.

Solo vi que paro justo en la mesa de la sala, estaban las llaves del carro de mi hermana , tuve un mal presentimiento.

 Solo pensé en esconderlas...

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