9. Sed de Venganza

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Objetivo: robar el teléfono de Dylan.
Obstáculo: Nunca nadie se despega de su celular, él sabría que fui yo la que lo tomó ya que Alexander y yo somos los únicos sospechosos.

Como quisiera tener poderes para dejarlo inconsciente y ya.

Pero por lo visto solo funcionan para ver el futuro o algo así.
Esperen...
Inconsciente... alcohol... fiesta...partido de fútbol
¡ESO ES!

Y Caleb solo me ve confundido esperando a que hable.

- ¿El partido de fútbol es hoy no?- recuerdo emocionada.

-Mmm si, si nuestra escuela gana harán una fiesta.- Dice extrañado -Pero no creo que quieras ir.

Es una fiesta obviamente todo el mundo va, incluso yo voy, pero lo que no tolero es cuando empiezan a vomitar y cuando las parejas se suben a los cuartos y se escuchan... emm ya saben no hace falta explicarlo.

-¿De qué estás hablando? Toda la escuela irá

-Es en la casa de Michael.- Mierda, el amigo-esclavo de Dylan.

-¿Pero que no tu casa queda a ocho casas de la de él? Solo me llevo su teléfono, me ayudas a descifrar sus contraseñas y códigos, y descargo todo en tu computadora, y luego le devuelvo el teléfono sin que lo note, estará tan ebrio que no lo recordara.- puntualicé tratando de convencerlo.

-No lo se Eris, sabes que no quiero problemas con él, mi hermano está en el equipo, y podría...- antes de que se eche para atrás lo interrumpo.

-Te juro que no se enterará, y si pasa algo inesperado tengo un plan B, además una vez lo tengamos su información la podemos usar en su contra, incluso él fue el que te sacó de la temporada pasada solo porque le negaste un favor, y tienes ventaja porque él no sabe nada de ti por lo que no puede manipularte.- argumente con la esperanza que él tenga sed de venganza tanto cómo yo. 

Bueno no es venganza, es más justicia porque nunca nadie se ha atrevido a ponerlo en su lugar, oye vamos, él aquí es el malo, yo no, solo quería unirme a los populares para salvar la vida de todos incluyendo la suya para evitar el accidente de la mansión en llamas. 

Se que cualquiera quisiera que se le quemara el trasero, pero no es para tanto cómo para dejarlo morir. 

Aunque me esté chantajeando el muy desgraciado.

Bufó dandose por vencido.

-Bien lo haré, pero solo porque no quiero que te siga chantajeando.

-¡Gracias! Escríbeme si ganan el partido.- contesté sonriente dirigiéndome a la puerta.

-¿No irás a ver cómo ganamos?

¿En serio no ve mis enormes ojeras y mi cara de moribunda?

-Ire a dormir, escapar de un hospital abandonado por los conductos de ventilación es muy agotador...- apunté mi rostro para que viera mis ojeras. Y dejo de hablar hasta sentir un golpe por la espalda y caigo de boca.

-Auch, joder.- me queje con un gran dolor en la espalda, ya que el golpe de la puerta reactivó el intenso dolor de la caída. Y veo que es Cameron quien la abrió con toda fuerza.

-Perdón, perdón, perdón... 

¿Estás bien?- chilló preocupado mientras trato de girarme, y entre los dos me levantan.

-Carajo, mi espalda otra vez.- Digo quejándome mientras me quito la chaqueta.

Cam y Caleb se quedan impresionados con las marcas que aún tengo en el brazo, y ya que mi blusa es de tirantes supongo que se ve parte de mi espalda.

Hidden Souls ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora