6. La Pesadilla

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Eris
Pasaba por un pasillo extraño con luces rojas parpadeantes, y me preguntaba dónde demonios estaba. Observe puertas con números, no me interesaba saber que había detrás de ellas, solo quería salir de aquí. 

Lo último que recuerdo es que estaba en mi cuarto tratándome de quitar la última espina que quedaba en mi brazo derecho, y bueno... no tengo ni la menor idea que hago acá. Ni cómo llegue aquí, y mucho menos sé porque este lugar se me hace familiar.
Sé que tengo que hallar la manera de salir, pero ¿Cuál de todas las puertas me sacarán de aquí? 

Me acerco a la puerta número 367, y no estoy segura de abrirla.
Al girar la perilla cierro los ojos para esperarme lo peor
...genial está cerrada.


La siguiente puerta número 124 también está cerrada, bien si están todas cerradas estaré realmente jodida. No entiendo porque no están en orden, o por qué ningún número tiene que ver con el otro.

Escucho el sonido de música en la puerta número 34 la cuál está hasta el fondo ¿Pero quien carajo pone la canción de Turn Up The Speakers en un pasillo que da tanto mal rollo?
Bueno no me queda más opción que acercarme a la puerta, debajo de la puerta se ven luces y se escuchan...¿Personas hablando? ¿Esperen qué?

Abro la puerta, y estoy en una mansión, de pronto siento un dejavú, esto no puede estar más raro, y veo al enfermo mental de Dylan, las porristas y entre ellas mi exmejor amiga Bella, los gemelos Spears, las del equipo de voleibol, Jake, un Alec que está tan ebrio que se está deteniéndose con una silla para no caerse de cara, y tres de las perras falderas de Dylan bailando sobre la mesa, varios de mi clase y los de último año bebiendo... 

En ese momento reacciono qué hay algo que no cuadra.


Esperen, esperen, esperen, un momento... ¡¿ALEC ESTA EBRIO?! 

Él jamás en su vida se ha puesto ebrio, él es responsable, el que me cuida cuando tomo copas de más, él es de los que se controlan, si toma y todo pero moderado, pero se está cayendo de borracho. Definitivamente estoy soñando él jamás se pondría así, es de los chicos buenos, y yo soy la mejor amiga que lo corrompe.

Saludo a Jake, pero por lo visto este no me escucha, me paro enfrente, ¿Y tampoco me ve? ¿A qué hora me volví un fantasma? 
Salgo de la misma puerta de donde me encontraba, y vuelvo al pasillo. No entiendo que demonios es esto, pero no debo entrar en pánico.

Y atrás de mi empieza a oler a quemado... Vuelvo a abrir la puerta y la mansión donde estaba sale humo y por la ventana se ve que se encuentra en llamas. Y me quedo petrificada.
Mierda, ¿Ahora que hicieron estos imbeciles? 

Pero me encuentro afueran y todos están adentro.
Escucho gritos, intento abrir la puerta pero esta está atorada.
-AYUDA, SAQUENOS DE AQUÍ- Grita una chica con desesperación y reconozco que es la voz de Bella.

Busco algo con que romper la ventana, pero incluso para pasar por ella hay un camino de fuego. Voy hacia la parte de atrás corriendo lo más rápido que puedo con lágrimas en los ojos, mis manos me tiemblan, veo una puerta trasera pero veo que tiene una cadena y un candado, y busco algo con que romperla. Corro donde veo qué hay un pequeño cobertizo y veo qué hay una sierra eléctrica, esto funcionará. Cuando me giro solo escucho una explosión, miles de vidrios esparcidos en todos lados. Y ya no escucho gritos, solo un pitido en los tímpanos.
Me tiro en el llano de rodillas viendo cómo la casa está en llamas completamente y sale humo negro.

-¡ALEC! NOOOO-  ya no siento  mis piernas, el dolor me inunda por dentro, pierdo todas mis fuerzas sintiendo una pesadez en el pecho que hace que me cueste respirar y me congelo totalmente. Y me quedo observando cómo las llamas devoran todo a su paso, llevándose las vidas de personas que conozco desde casi toda mi vida, y la de mi mejor amigo...
Todo es mi culpa, yo los mate.

Empiezo a escuchar un eco, y detrás de mi veo la misma puerta de donde salí. Y escucho un eco. 


- Eris despierta por favor ¿Qué tienes?- Reconozco que es la voz de Alec, y entro a la puerta y me encuentro en el mismo pasillo. Sigo en shock con lo que acabo de ver, y casi no puedo moverme, siento calambres en los brazos, y veo todo borroso por las lagrimas en los ojos. Y veo gotas de sangre en el suelo. Pasó mi mano por mi nariz, y veo que me está sangrando la nariz.

No me importa, mi prioridad ahora es salir de aquí, y sigo el eco de la voz de Alec, entre más avanzo el pasillo se ve más oscuro, y al fondo se ve una puerta diferente a las demás, es negra, con un signo extraño. Pero es la única que parece una salida. Oye vamos Eris que crees que vas a encontrar? Nada puede ser peor que ver cómo todos mueren en quemados en una fiesta, ya perdiste todo, no te queda nada, y ni loca pienso quedarme por el resto de mi vida acá. Reúno todo el valor que me queda, y la abro.



Abro los ojos tardo en dejar de ver todo tan borroso , y escuchar un ligero pitido en los tímpanos, hasta logro reconocerlo lo abrazo con todas mis fuerzas, se queda sorprendido por unos segundos y me devuelve el abrazo. Y recuesto mi frente en su pecho, con lágrimas en los ojos, y sintiendo mis manos  dormidas.


-Eris, por un segundo pensé que estabas muerta, ¿Estás bien? ¿Por qué no despertabas? ¿Quieres que llame a un doctor o algo?- preguntó preocupado, y bueno hizo tantas preguntas que solo le capté la primera. Me separo de él para verlo a los ojos.

-No, no estoy bien. No es la primera vez que me ocurre esto y...- Alec abre los ojos cómo platos. Y me interrumpe cómo siempre.

-Eris, Cuántas veces te ha pasado esto?- Me dice con tono serio. Pero yo no quiero preocuparlo, ni tampoco quiero mentirle. Así que me quedo callada y bajo la cabeza.

-E, dime la verdad, sabes que puedes confiar en mi.- Me dice Alec con toda sinceridad y seguridad. 

No estoy segura de decirle, pero no puedo seguir pasando por esto sola, con este peso sobre los hombros.

-Llevo tres semanas, así, teniendo la misma pesadilla una y otra vez, y no puedo seguir así.- Digo tratando de contener las lágrimas. Alec se queda sin palabras y no sabe que decir. -¿Por qué no me lo habías dicho antes? Eso explica porque últimamente tienes ojeras, ya no comes y estás demasiado distraída...-

Veo hacia la ventana, y sigo pensando si debería contarle lo que va a pasar, si eso haría que no vaya a la fiesta, o al menos si me creería, pero sé que si voy a arriesgar mi vida él me acompañaría, y lo que no quiero es que vaya.

-Eris, te estoy hablando.- Dice Alec sacándome de mis pensamientos. -¿Ah?- pronuncié algo perdida.

-Mírame, de eso estoy hablando, sé que me ocultas algo, y tengo que saber lo que es, porque quiero ayudarte, pase lo que pase siempre te voy a apoyar.- pidió viéndome a los ojos. Y me decido a contarle parte de ello.

-Si te digo no me creerás, dirás qué estoy loca, que solo es mi imaginación.-
Si alguien me diría lo que iba a contarle de inmediato pensaría que se escapó de un manicomio, debería estar en terapia intensiva, o que hizo un pacto con el diablo o algo por el estilo.

Alec toma mi mano, -Te prometo que no, solo dime la verdad, y tratare de comprenderte.

Así que finalmente me decido a contarle lo qué pasó en el hospital abandonado y lo que ocurrió con mi hermana. Solo espero que me crea y no tenga ganas de meterme a un manicomio o llevarme al hospital para que me hagan una prueba para ver si me drogaron.

Hidden Souls ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora