🏙 10 🏙

14 0 0
                                    

El local en cuestión no era demasiado grande. Estaba en un centro comercial enorme en que tuve que ir al lado de Jimin para no agobiarme de más y perderme, pues estaba llenísimo de gente. Cuando llegamos, los chicos ya estaban allí. Todos se sorprendieron al ver su nuevo color de cabello.
En el segundo piso había un pequeño escaparate y una puerta por la que entramos en fila india. Una vez en el interior pude observar con detalle el establecimiento. Había un mostrador de color rojo a la izquierda y un largo pasillo que empezaba en la parte derecha. Todos los colores eran muy vivos y las paredes estaban llenas de carteles de franquicias de comida y de famosos cantantes.
Jin se encargó de pedir una de las salas, que resultó ser una de las más alejadas de la entrada, al final del pasillo.
La habitación en cuestión estaba compuesta con los mismos colores que el resto del sitio. Había dos sofás a cada lado y una mesa en el centro, además de varios mandos a distancia y una televisión de pantalla plana en la pared más distante a la puerta.

En el sofá de la derecha nos sentamos Namjoon, Hoseok y yo. En el otro, el resto.
Jimin se sentó en la otra punta de la mesa y le tenía algo lejos, pero tenía en frente a Jungkook y a Hoseok al lado y eso, aunque fuese un poco, me daba menos pánico.

ㅡMe he visto la película que me recomendaste. ㅡMe dijo Hoseok, girándose para hablarme.

ㅡ¿En serio? ㅡCuestioné, con cierta emoción.

ㅡSí, y es muy buena. No soy muy fan del cine coreano, pero Chan-Wook Park es realmente brillante.

ㅡ¿Verdad que sí? Sus películas dejan marca. Además, el guión es increíble. ㅡAñadí, algo más calmado. Hoseok parecía muy despreocupado de lo que pasaba a su alrededor, salvo en lo importante, y eso me gustaba. Ese día también llevaba una camiseta gris, pero algo más clara que la de la última vez. Y, de nuevo, aquellas redondas e impecables gafas.

Cuando procedíamos a hablar del libro que se había leído en esos días, la puerta de la sala se abrió. Nos dejaron en la mesa las bebidas y comida que habíamos pedido. Después, el camarero se marchó y los chicos encendieron la televisión. Primero comenzaron Jin y Taehyung cantando una balada. Para mi sorpresa, lo hicieron realmente bien. Afinaban y armonizaban infinitamente mejor que yo. Me quedé observando, en silencio.
Cuando terminaron, todos les aplaudieron, yo incluido, aunque con algo más de timidez.

Les siguieron Jimin y Jungkook, que se decieron por el opening de Naruto. La sala era lo suficientemente amplia como para pudiesen ponerse de pie y, al menor de ambos, le faltó tiempo para ponerse a bailar. Cuando llegaron al estribillo Jimin también se puso en pie. Comenzaron a moverse entre ambos, mientras cantaban y reían a carcajadas.
Me causaba una sensación muy familiar verles, especialmente a Jimin. Se veía tan feliz y sonriente que no podía apartar la vista de sus facciones, de su sonrisa y de su rubio pelo alborotado. De sus ojos, que se achinaban cuando sonreía, y de su pequeña nariz.

ㅡEs agradable observarles, ¿verdad?

La voz de Hoseok me sacó de ese pequeño trance. Me di cuenta de que me estaba mirando, con una suave sonrisa en los labios. Yo, distraído, asentí con la cabeza mientras alejaba la mirada de los dos chicos e intentaba borrar esa tonta sonrisa de mi rostro.

ㅡSí, parecen felices.

ㅡLo son. ㅡAfirmó, recolocándose las gafas mientras giraba la cabeza para echarles una fugaz mirada. ㅡJimin nos habla mucho de tí.

ㅡ¿Ah sí? ㅡPregunté, tragando saliva y sintiendo un repentino nerviosismo recorrerme el estómago.

ㅡSí, y siempre son cosas buenas. Te defiende mucho. Incluso yo al principio le dije que siempre iba a tu casa y que tu debías de salir. ㅡAñadió. No me sentó para nada mal, pues tenía toda la razón, yo era consciente de ello. ㅡPero siempre que se lo comentaba se enfadaba y decía que no le importaba ir a tu casa y que a tí te costaba salir y todo eso.

Mi melodía favorita - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora