Mi melodía favorita - Yoonmin

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A la mañana siguiente me desperté gracias al sol que entró por la ventana y que me dio del lleno en la cara, bastante desagradable, a decir verdad. Me di cuenta de que apenas me había movido de la posición en la que caí dormido. Miré el reloj tras frotarme los ojos, eran las siete y media de la mañana. Agradecí entonces a la luz natural por haberme despertado a esa hora.
No quería irme sin dar las gracias así que le escribí una pequeña nota a Taehyung de agradecimiento que tenía pensado dejar en la cocina.
Cogí mis zapatillas y me dirigí los más sigiloso que pude a la habitación de Taehyung, que era donde había dejado mi mochila. En esta me encontré a Jungkook y a Hoseok durmiendo, en pijama. Con sumo cuidado cogí mis cosas y me dirigí a la entrada de la casa. En el salón estaban Namjoon y Jin así que imaginé que en la habitación de invitados habrían dormido Jimin y Taehyung. No quería pensar en eso así que fui directo a salir de allí para poder irme a mi casa.

ㅡ¿Te vas?

La adormilada voz a mis espaldas me dio tal susto que pegué un pequeño salto incluso. Me giré con rapidez y me quedé mirándole, sin decir palabra, sintiendo una molesta presión en el pecho que apenas me dejaba respirar con facilidad. Apenas fui capaz de formular palabra.

ㅡ¿Eres sonámbulo o algo así? ¿Te has levantado afónico? ㅡPreguntó entre risas.

ㅡMe voy a casa. ㅡSu sonrisa desapareció al instante y, antes de que dijese algo más, volví a girarme para abrir la puerta y así marcharme de una vez.

ㅡ¡Espera! ㅡSe abalanzó sobre mí y me cogió del brazo con fuerza, a pesar de estar aún recién despertado.

ㅡ¿Qué quieres, Jimin? ㅡPregunté, con cierta molestia.

ㅡ¿Pasa algo? ¿Estás bien? Ayer desaparecieste de repente. ㅡ Su tono de voz era de ese tipo que hacía que me derritiese de ternura por lo frágil y dulce que sonaba.

ㅡMe sorprende que te dieses cuenta. ㅡRespondí, dejando de lado lo que me lograba transmitir tan sólo con su suave voz.

ㅡ¿Eh? ¿A qué te refieres?

ㅡMe quiero ir, ¿vale? Es temprano, ve a dormir. ㅡEn ningún momento me había soltado el brazo y esperaba paciente a que lo hiciese y me dejase marchar de una vez. No obstante, no lo hizo. Me agarró con más fuerza y de un tirón me metió en la cocina. Cerró la puerta y se tiró casi encima para poder darme un fuerte abrazo. Tan fuerte que apenas podía respirar. ㅡ¿Qué haces? ㅡPregunté alarmado, sin ser capaz de abrazarle de vuelta.

ㅡLo siento... ㅡSusurró. Su voz salió diferente a segundos atrás. Sonaba rota y débil. ㅡYoongi, lo siento muchísimo.

ㅡ¿El qué? ¿Qué te pasa? ㅡCuestioné, haciendo uso de absolutamente toda mi fuerza de voluntad para seguir sonando tosco y no echarme a llorar en sus brazos.

ㅡPor ser tan idiota, y tan egoísta y tan mal amigo. ㅡSupe entonces que estaba llorando. Tan sólo le había visto derramar lágrimas una vez y, sinceramente, no quería volver a vivir aquello.

ㅡNo lo eres. Por favor, no llores. ㅡLe pedí, casi suplicando, sin abandonar aquel tono monótono, como de robot, aunque con un deje de tristeza.

Decidí dejar de comportarme como un imbécil y le abracé con fuerza, con toda la que me permitieron mis frágiles brazos, mientras le acariciaba el cabello con una mano y la espalda con otra.
Había echado de menos su calor y su olor a pesar de haberlos disfrutado el día anterior. Quise separarme de él para así poder limpiarle las lágrimas y peinar su alborotado pelo. Sin embargo, él se me adelantó. Se alejó de mí algunos centímetros, en los que pude clavar mi mirada en sus ojos. En mi mente aquel abrazo había acabado e íbamos a pasar a mirarnos a los ojos de una vez.