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No sabía con certeza en qué momento había empezado a cambiar.
El día que volví a casa tras la quedada con Hoseok, me puse mi película favorita y la vi tres veces hasta que me quedé dormido.
No sabía en qué momento había comenzado a hablar con Hoseok por mensaje para que nos contásemos nuestro día a día. No sabía en qué momento había empezado a pensar en aquella conversación que tuvimos. A pesar de que había estado evitando pensar en aquello, distrayéndome de las mil formas posibles, me despertaba por la noche con las mismas palabras y frases que mi cabeza no dejaba de repetir. Me sentía tan confuso y abrumado que más de una vez le escribí a Hoseok a las cuatro de la mañana con la idea de no explotar y tirarme por la ventana.
No había visto a Jimin en un par de semanas. Ya había empezado el Instituto y yo la universidad. Estuvimos más ocupados y, aunque hablábamos por llamada casi todos los días, no nos habíamos visto ni un solo momento.

Un viernes por la noche llegó un mensaje de Taehyung por el chat grupal: sus padres no iban a estar de sábado a domingo y nos había invitado a su casa a dormir.
Todos aceptaron y yo, aunque no quería hacerlo, también di mi visto bueno.

Quedé el sábado por la mañana con Jimin en mi casa. Aún no había escogido lo que me llevaría a la casa de su novio y, aunque la hora de queda era por la tarde, insistió en verme ese mismo día un poco antes.

ㅡYoon, te he echado de menos. ㅡAfirmó, mientras se abalanzaba sobre mí para darme un fuerte abrazo. Jamás le contaría a nadie que aproveché dicha ocasión para olfatear su olor natural. ㅡLlevo sólo un par de semanas y ya estoy deprimido y con fechas de exámenes. ¿Qué tal en la uni?

ㅡNormal. Como te conté, Myeong, la chica con la que me siento, es simpática y callada, es fácil estar a su lado. En los descansos y a la salida me reúno con Hoseok. ㅡExpliqué, sin demasiada emoción.

ㅡYa has hecho amigos. ㅡExclamó entusiasmado, mientras ingresaba en mi habitación y se sentaba en la cama.

ㅡNo es mi amiga. ㅡAclaré.

ㅡNo seas aguafiestas. ㅡSe quejó, esbozando una exagerada expresión de enfado. Me ayudó a escoger la ropa y a coger lo necesario para ir a casa de su pareja, mientras que danzaba de un lado a otro por mi habitación, feliz.

ㅡ¿Qué tal con Taehyung? ㅡCuestioné, sintiéndome la peor persona del mundo tras formular la pregunta.

ㅡNormal, ¿por qué? ㅡPreguntó, reflejando una neutralidad ensordecedora.

ㅡPor saber.

ㅡEstás muy raro. ㅡAfirmó. Alcé la mirada y le dediqué una expresión de confusión. ㅡTe noto raro, no sé. ¿Estás bien?

ㅡSí, ¿y tú? ㅡNo quise contestarle de manera tan seca y agria, pero no pude evitarlo.

ㅡSí, supongo. ㅡSe sentó en la mesa de mi cuarto, dejando las piernas colgando, mientras agachaba la mirada. Detestaba verle así pero no sabía cómo mejorarle el ánimo.

ㅡEres guapo. O sea, estás guapo. El pelo rubio te queda bien. ㅡPreferí no castigar a mi mente por aquella extravagante ocurrencia o acabaría por tener un colapso mental que no me apetecía nada tener. Cuando le vi sonreír supe que no había sido tan desastre. Además, me intentaba autoconvencer de que no era malo decirle algo así, él siempre me estaba halagando.

ㅡTú eres muy guapo. ㅡAfirmó, acercándose a mí para apretarme las mejillas con las manos.

ㅡJimin, no. ㅡMe quejé, sin llegar a apartarle finalmente.

ㅡEres un bollito. ㅡMusitó, riendo al ver mis extrañas expresiones. ㅡ¿Has terminado? Vamos a comer, yo cocino.

ㅡNo te preocupes por eso, ya está la comida hecha. ㅡAclaré. Había hecho pizza porque tenía antojo y teniendo horno no era demasiado trabajoso. Había dos de estás aún en el horno, para que no se enfriasen.

Mi melodía favorita - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora