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Tragué saliva y examiné el tubo de plástico varias veces más antes de decidirme a probarlo. El líquido, a pesar de estar mezclado con refresco, me quemó la garganta en cuando pasó por esta. Me fue imposible no expresar lo agrio y fuerte que era a través de una mueca, como si me hubiese comido un limón. Jimin se echó a reír y le dio otro sorbo al suyo, sin dificultad alguna.

ㅡVe poco a poco. Te acostumbrarás al sabor y en un rato estarás muy feliz. ㅡAfirmó, dedicándome una última sonrisa antes de intentar sumarse a la conversación que estaban manteniendo el resto.

No estaba rico para nada, sabía asqueroso. Sin embargo, sentía una ligera presión por encajar y hacer lo que todos, así que me obligué a mí mismo a aguantar un poco y a darle una oportunidad a aquella bebida del demonio.
Efectivamente, Jimin tenía razón. Después de muchos pequeños tragos, comenzó a no desagradarme tanto. La noche avanzaba, al igual que las botella de bebidas y mis sorbos al vodka. Me terminé el primer vaso sintiendo un ligero calor recorrerme el rostro y una extraña sensación. Era consciente de todo lo que hacía y de lo que hacían los demás, pero estaba muchísimo más cómodo y relajado, más sonriente y menos tímido. Comencé a hablar con Hoseok, de lo mismo de siempre, pero con más emoción y entusiasmo. Comenzamos a reírnos cuando Jungkook se tropezó con sus propios pies. Aunque no se llegó a caer, me pareció tan divertido que estallé en carcajadas.
No sé cuanto tiempo pasó, pero se formó un corro en la cocina, donde Hoseok, Namjoon y Taehyung hablaban, y otro en el salón, donde el resto se reía carcajadas, menos yo, que estaba sentado en el sofá mirando al infinito y con el tercer vaso en la mano, con más de la mitad lleno.
Jimin me vio de reojo y se acercó a mí. Se sentó a mi lado y comenzó a hablarme al oído, pues con la música y los gritos del resto apenas se oía nada.

ㅡ¿Te lo estás pasando bien? ㅡMe preguntó. Giré mi cabeza para contestarle, encontrándome entonces su rostro a centímetros del mío. No me aparté pero, de manera inconsciente, mis ojos fueron a parar a una parte de su rostro en concreto.

ㅡSí, ¿y tú?

ㅡMuy bien. Estoy un poco borracho. ㅡBalbuceó entre risas. Al instante me contagié de estas y comencé a reirme también.

ㅡYo también, pero es divertido. ㅡAfirmé, sin dejar de mirarle.

ㅡYoongi.

ㅡ¿Sí?

ㅡQuiero....

ㅡYoongi. ㅡLa voz de Hoseok me sacó de aquel trance que tanto me estaba gustando. Me estaba encantado el simple momento y la distancia entre ambos, incluso el olor a bebida. Le miré con el ceño fruncido, esperando que me dijese qué quería. Me hizo un gesto con la mano para que fuese hacia él y, aunque no quería, me levanté y lo hice.

ㅡ¿Qué? ㅡCuestioné, tosco.

ㅡVen. ㅡMe cogió del brazo y me llevó por un pasillo hasta la habitación que parecía ser de los padres de Taehyung. Me sentó en la cama y se posicionó delante mío, de pie. ㅡYoongi, ¿estás borracho?

ㅡQue va, ¿y tú? ㅡCuestioné entre risas, pero intentando mantener la cara de enfadado.

ㅡVale, estás borracho. ㅡAfirmó. ㅡ¿Eres consciente de que tenías la cara de Jimin a dos centímetros de distancia?

ㅡHoseok. ㅡMurmuré segundos después, sintiendo toda la felicidad abandonar mi cuerpo por completo en cuestión de segundos. Mi mente comenzó a pensar muy deprisa, mezclando conversaciones, imágenes y pensamientos que me abrumaron en apenas un minuto. Sentí una enorme y fuerte patada imaginaria en el estómago que provocó que estallase en lágrimas. Comencé a llorar tan fuerte que Hoseok se asustó. Se sentó a mi lado y me rodeó el cuerpo con su brazo, apegándome a él.

ㅡPero, ¿por qué lloras? ¿Qué pasa? ㅡParecía muy alarmado, sin embargo, me veía a incapaz de darle una sola y corta respuesta. Ni yo mismo sabía qué me pasaba. ㅡTranquilo, ¿vale? Estoy aquí, no estás solo. ¿Quieres que llame a Jimin para que venga?

Negué rápidamente con la cabeza. Sentía que era la última persona a la que debía y quería ver. Sentí incluso ganas de alejarle, de que se fuese lejos de mí, a pesar de que siempre acudía a él cuando algo me pasaba.

ㅡ¿Ha pasado algo? ¿Estáis enfadados o algo así? ㅡPreguntó de nuevo. Negué con la cabeza por segunda vez. Comenzaba a dolerme mucho las cabeza y a sentir un ligero mareo en el cuerpo.

ㅡTengo mucha sed. ㅡMurmuré, en voz baja.

ㅡTe traigo un vaso de agua, espera aquí. ㅡ Se levantó con ligereza y salió de la habitación, asegurándose de cerrar la puerta a su paso.

Me tumbé de lado en la cama, intentando tranquilizar mis respiración.
Esperé a que Hoseok regresase, pero no lo hizo. No sabía cuanto tiempo había pasado, mucho según mi criterio, y aún no había regresado. Tenía mucha sed y, aunque no quería salir de la habitación, quise saber qué es lo que le había pasado, al menos para preguntarle por qué me había dejado solo.
Esperaba que Jimin se encontrase en el salón y no en la cocina, porque no quería que me viese. Para mi suerte, así fue, pues cuando llegué a esta la encontré vacía y pude por fin beberme un vaso de agua fría entero, de una sola vez.
Al volver a la habitación pasé por la puerta del salón, que estaba algo abierta. Me detuve en esta, mirando a través del hueco que dejaba. Pude ver a Taehyung besando a Jimin y a Hoseok tirar de la camiseta de este último. No sé por qué razón, tras esa escena, sentí unas increíbles ganas de vomitar. Fui corriendo al baño y eché todo lo que había comido y bebido aquella noche. Odiaba muchísimo el olor a vómito así que me enjuagué la boca con agua y pasta de dientes varias veces antes de encerrarme de nuevo en la habitación de los padres de Taehyung. Me quité las zapatillas y me tumbé sobre las mantas, en posición fetal. La cabeza me daba vueltas y llorar no ayudaba en nada, es más, empeoraba el dolor y las ganas de desaparecer. Sentía que me dolía todo el cuerpo, especialmente el pecho, el estómago y la frente.
Me sentí increíblemente solo en aquel momento. Volví a sentir que no tenía a nadie en quien llorar o apoyarme o simplemente alguien que me cogiese de la mano para apretarla con fuerza. Sentí de nuevo aquella sensación de soledad que tanto me había costado sustituir, aquella que me había perseguido por meses, incluso años, hasta el comienzo de ese verano.




Mi melodía favorita - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora