[ ser la mejor amiga de Will Byers tiene sus pros y sus contras. Sus pros, es tener un gran confidente, sus contras, es Mike Wheeler, tú novio y su mejor amigo. ]
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—¿Te quieres sentar al lado mía? — preguntó en un susurro Will, mientras entrabais en la sala del cine.
—Sí, claro. — respondiste en el mismo tono, haciéndole esbozar una sonrisa a aquel joven. Caminasteis hasta los sitios que os asignaron, pidiendo permiso y perdón. Él se sentó primero, y a su derecha te sentaste tú.
Will y tú erais mejores amigos desde hace tiempo. Tú, junto a los chicos, jugabais muchas veces en el sótano de los Wheeler a Dragones y Mazmorras, prácticamente pasaste toda tu vida rodeada de chicos, siendo, a veces, criticada por algunas chicas y algunos chicos de la escuela. Pero aquello no te importaba en lo absoluto; pues tú no le hacías daño a nadie y con ellos, te sentías bien. Eras tú misma.
A tu izquierda estaba Will, y a tu derecha Mike, quien estaba con una mueca seria desde que entrasteis al cine. —¿Estás bien? — preguntaste en un susurro a tu novio. Mike era tu pareja desde hace un año, y, aunque no suene creíble, nunca habíais tenido una pelea. Aunque sentías que ese día, iba a ser la excepción. Él asintió, sin borrar la mueca de su rostro, por lo que no te convenció. —¿Seguro? Puedes contarme lo que sea, Mike.
—Estoy bien, Sayuri. — respondió en el mismo tono que tú. Tú le miraste con una ceja alzada, y te giraste un poco más hacia él para observarlo mejor. —¿Qué? — te miró de reojo.
—Nunca me llamas Sayuri cuando estás bien. Algo te pasa, y debe de ser conmigo, porque si te pasara algo y no fuera así, me llamarías por mi apodo. — acercaste tu mano hacia su brazo, el cual acariciaste con delicadeza.
—Pregúntale a tu inseparable, a lo mejor él lo sabe. — te miró al fin, pero para asesinarte con la mirada si esta pudiera hacerlo. Apartó su brazo de ti con molestia.
—¿De qué hablas, Mike?
Soltó un bufido y te agarró de la mano con fuerza, consiguiendote hacer algo de daño. Ambos os levantasteis, aunque más bien, él fue quien te levantó, y no de buenos modos. Pasasteis entre la gente pidiendo disculpas y permiso, igual que al entrar. Salisteis de la sala en la que habían comenzado a proyectar la película sin darle explicaciones a Will, que estuvo atento de toda la discusión, y quien se sintió mal al oír esta y ver que el responsable de aquella pelea, era él.
—¿Qué haces? — te soltaste de su agarre cuando al fin estabais fuera. —Me estabas haciendo daño. — comentaste, mientras acariciabas la mano que segundos antes agarraba con fuerza Mike.
—Oh, lo siento mucho, seguramente Will es más cuidadoso, ¿verdad? — se cruzó de brazos bastante molesto.
—¿Ya estás otra vez con tus celos? — soltaste una pequeña carcajada llena de ironía. —¿Cuándo te va a entrar en la cabeza que entre Will y yo no hay nada?
—¿Ah, no? Pues yo creo que todo el mundo piensa lo contrario, incluso a veces yo lo pienso.
—¿Me estás hablando en serio, Wheeler?
—¿Me ves con cara de bromear? — dio un paso hacia ti, haciéndote dar un paso a ti hacia atrás. —¿Me ves con cara de que me gusta que los demás piensen que eres de Will? — dio otro más adelante, y tú otro más atrás. —¿Me ves con cara de eso, Sayuri? — tu espalda chocó contra la pared, y Mike aprovechó para acorralarte en ella, colocando ambas manos a cada lado de tu cabeza.
Miraste a tu al rededor, no había nadie y era normal. Al llegar al cine no hicisteis cola, entrasteis por un pasillo, llegando así directamente hasta la sala, todo gracias a Steve. Los únicos que en aquel lugar solitario y algo frío os encontrabais erais Mike y tú, el cual te miraba fijamente a los ojos, mientras que a ti te era imposible corresponder esa mirada. Jamás habías visto así a Mike, y te daba miedo, sabías que no te iba a hacer nada, pero cuando el pequeño Wheeler se enfadaba, no era el mismo. —¿Y tú? ¿Me ves con cara de querer tirar casi un año de relación por la borda? No, Mike. Si estoy contigo es porque te quiero. Will es solamente mi mejor amigo, ¿por qué te cuesta tanto entenderlo? — esta vez, sí le miraste a los ojos. Sus pupilas estaban algo dilatadas.
—Apenas pasas tiempo conmigo. Hasta mi madre a veces me pregunta si seguimos juntos, ¿sabes lo que a mi me duele que mi propia madre piense que ya no estamos juntos, porque piensa que estás con Will? Me destroza por dentro, Sayuri. — su voz era ronca, realmente estaba destrozado. Sus mejillas estaban rojas y sus ojos un poco aguados.
—Mike... yo... lo siento. — susurraste, mientras colocabas tu mano en su mejilla, y acariciabas esta suavemente con tu pulgar. —No sabía que tu madre pensaba eso, ni que te sentías así.
—Normal que no lo supieras. — murmuró, separándose de ti. —Ya no quieres saber nada de mi, ni cuentas conmigo para nada.
—No, Mike... no digas eso. — acercaste tu mano a la suya, que estaba cerrada en un puño. Al sentir tu tacto, inmediatamente calmó la mano y, lentamente, entrelazó sus dedos con los tuyos. —Han pasado muchas cosas este último tiempo, la desaparición de Will, aquel extraño monstruo que se apoderó de él... lo extrañé muchísimo, Mike, y quise recuperar ese tiempo perdido con él. — lo acercaste nuevamente a ti, mientras él respondía aquel acto soltando tu mano, y pasando ambas por tu cintura.
Mike soltó un pequeño suspiro, pegando sus labios en tu frente y dejando un pequeño beso en esta, cerrando sus ojos y acariciando tu cintura con delicadeza. Tú colocaste tus manos en su pecho, sintiéndote segura con su cercanía y presencia. —Perdóname... — susurró, separando sus labios de tu frente y mirándote a los ojos. —He sido un capullo. Tienes razón... han pasado tantas cosas que entiendo que quieras pasar tiempo con él. — alzaste tu cabeza, encontrandote con su mirada llena de culpabilidad. —Soy un celoso de mierda, Tami, lo siento.
Dejaste un fugaz beso en sus labios, robándole una pequeña sonrisa, haciéndote sonreír a ti. —Te perdono, Mike. Yo también he tenido algo de culpa... — susurraste.
—Tengo miedo de perderte, Tami. — susurró, con una voz quebrada. —Por eso me comporto como un verdadero idiota.
—No lo harás, Mike. — respondiste sincera en el mismo tono.
—¿Me lo prometes?
—Te lo prometo.
Y sellasteis aquella promesa con un beso, un lento y apasionado beso. A veces Mike podía ser un novio celoso que te hiciera perder todos los papeles. Pero a fin de cuentas, lo amas, con sus más y sus menos. Simplemente amabas a Mike Wheeler tal y como era.
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N/A: bueno, primero que todo, siento mucho la tardanza, estaba algo ocupada y no me dio tiempo a escribir tu pedido. Segundo, espero que lo hayas disfrutado, no sé realmente si ha quedado como deseabas, pero lo he hecho con todo el cariño de mundo. ¡Un beso! ♥️
